IMPORTANTE

El primer capítulo es "El Diagnóstico", léanlo en orden (junio 2011 en adelante), será más fluido y entretenido para Uds. Que lo disfruten!!
Espero sus comentarios en cada entrada a este blog y trataré siempre de contestarles, apenas los lea lo haré, así que estén atentos... Cualquier consulta o lo que quieran decirme también pueden enviarme un mail a: doblepolaridad@gmail.com, síganme en Twitter: @DoblePolaridad, envía una solicitud de amistad a "Doble Polaridad" en Facebook (http://facebook.com/doblepolaridad), pongan "me gusta" a mi página en facebook: DoblePolaridad o síganme en Instagram @doblepolaridad.

lunes, 26 de septiembre de 2011

Capítulo 13. "Dulce embustera la maldita primavera..."

Protesto, protesto, protesto, protesto y seguiré protestando porque, ¿¿por qué chucha se les ocurrió a los próceres de nuestra patria declarar el 18 de septiembre día de nuestra independencia?? No saben lo mal que lo paso en primavera, es horrible y me cuesta disfrutar como tooooodos los chilenos de estas fiestas. Como les explico que ese 18 de septiembre de 1810 tan solo se dió el punta pie inicial al proceso de independencia. Solo se creó la Primera Junta Nacional de Gobierno, para que recién, 8 años después, un 12 de febrero de 1818, Chile se transformara en un país libre e independiente gracias a Bernardo (O`Higgins que fue quien aprobó el Acta de Independencia). NO estoy queriendo dictar una cátedra de historia de Chile, pero es que Uds. no saben como mis neurotransmisores se desordenan en esta época y lo mal que lo paso... Pero bueno, ya nada se puede hacer, no puedo cambiar 201 años de costumbre e historia nacional porque resulta que a la niñita bipolar se le desordena la cabeza... jaja...

La verdad es que en nuestro país, lejos, la fiesta más celebrada, es la de nuestra independencia. No importa cuantos días feriados hayan; si son muy pocos, por ley se agrega otro; si son muchos nos tomamos (en todo sentido, porque no queda florero con agua en estas fechas) la semana entera de vacaciones. Naaaada, absolutamente nada hace que una festividad como ésta no se celebre como se hace acá. He estado en 4 países justo cuando celebran su independencia, pero en ninguno de ellos se celebra tan a concho como aquí. Esto está para estudio sociológico, siempre lo he creído así. Yo lo encuentro fantástico, porque el país anda feliz y radiante, gastando hasta el último peso para gozar zapateando en una fonda o ramada; juntándose con la familia y/o amigos alrededor de un güen asado, con anticuchos y longanizas (ojalá de Chillán). No puede faltar el nunca bien ponderado choripán, la empana'a y el vaso 'e chicha, vino tinto o ponche (y obvio de bajativo: su güena piscola, la "literna con cuatro pilas", jajajaja, muy chistoso cuando me enseñaron este dicho, jajajaj, para los que no saben: la linterna es la botella de pisco y las pilas las 4 latas de Coca Cola, es muy flaite ese dicho, jajajajaj). La idea es nunca parar de gozarrrrrr...

Desde pequeña recuerdo como con mis amigas planeábamos esta semanita de festividades. Con mi gran amiga Dominga a la cabeza, armábamos viajes a cualquier parte fuera de Santiago (me dieran o no permiso, esta etapa era del terror pues mi padre no me dejaba salir mucho y siempre terminaba echando alguna que otra mentirilla para salir del "claustro"). Mínimo nos íbamos 4 días de juerga. ¿Quienes de mi época no recuerdan las famosas fondas de Con Con? Fueron un clasicón en mi época de colegio. Luego nos cambiamos a algo más "hippie chic", nos ibamos una semana entera a Pichilemu, la famosa playa de los surfistas. Nos quedábamos en la casa de una amiga de la Domi (enorme y maravillosa, construida en un alcantilado) o en la pensión top del momento donde se hospedaban esos especímenes masculinos que eran de otro planeta para nosotras...todo nuestro style, minos totales. Alojábamos, justo ahí, no podía ser otro lugar, el lugar donde las papas quemaban... donde todo estaba pasando… Lo pasábamos increíble… Obviamente, como ya les comente, estos viajes no podían no tener su cuota de sufrimiento pues mi padre me ponía la pista difícil.... jamás me daba permiso para mis viajes y terminaba yendo a regañadientas o contra su voluntad… ¡Uy, que me hacía sufrir!!!… Después ¿¿porque uno andaba haciendo maldades?? Porque todo había que hacerlo a escondidas para que “papi” no se enojara con la princesita de la casa (o sea yo). El punto es que siempre había algún lugar donde escapar fuera de Santiago para celebrar... Amigos, carrete y alcohol, era el lema... A mi hígado le levanto un altar, ¡'uta que se ha mantenido firme!!, jajajaj... Pocas veces pasé estos días en la capital y cuando lo hice, lo encontré más fome que acuario de almejas... A la capital le hace falta ese no sé qué, ese aire campestre, de huasos de verdad, de cueca, cumbia (2º "baile nacional"casi, ja!), vino tinto en garrafa de aquellas de antaño (de vidrio y cáñamo) o en caña, en fin de "rama'a" de las de verdad y no las con olor a mall que tenemos acá...

Pero ¿¿que tiene que ver todo este festín de felicidad contra la cual protesto??? Mucho, pues tengo un problema, las depresiones más agudas se me producen en primavera. Es algo muy biológico, comienza a fines de agosto y termina a mediados de octubre, casi de forma instantánea. Desde que visitaba a mi primera Doc., la Tati (que después de todo su tratamiento no fue tan desacertado), desde que llegué como estropajo a su consulta un día de diciembre del año 2001, mi ciclo anímico general ha sido muy marcado: Fresca como una lechuga en marzo a pedir rebaja de medicamentos y un bulto a fines de agosto a rogar por una alza... Mi alergia anímica al comienzo de la primavera es evidente. Por eso le llamo "primaveritis". Hay teorías medico-científicas dando vueltas que explican por qué uno puede deprimirse en épocas tan lindas, floridas y coloridas como la primavera. De hecho se ha estudiado que hay un aumento de depresión y la tasa de suicidios en esta época es más alta... No se trata que uno sea resentida porque el mundo es feliz; que odie que todo florezca y esté de colores; que haya sol radiante y que el mundo esté feliz y uno no. Al parecer estos estados anímicos no aparecen por mero capricho... La Dra. Tati siempre me señaló que la explicación científica más certera se relaciona con la luz, con la brillantez de los rayos solares en esta época. Exactamente no se sabe bien que es pero esa era el argumento más acertado hasta el momento. 

Hace una semana, iba en el auto rumbo a la consulta del Dr. Emmet. Además de escuchar música en la radio, me gustan los programas de opinión que dan ahí. Buscando algo interesante que escuchar sintonicé LA radio con el programa preciso: Tema: "Porque hay más suicidios en primavera". El especialista invitado para despejar las dudas sobre el tema era un psiquiatra especialista en trastornos del ánimo. De él escuché lejos la respuesta más clara y precisa a toda esta incertidumbre anímica que produce la primavera (su explicación se relaciona mucho con lo de la Tati). Señalaba este Dr. que lo que produce la luz primaveral es un efecto en la retina que causa que se desordenen los neurotransmisores (serotonina) del cerebro, desestabilizando de esta forma el ánimo. Señaló además que la primavera produce un impacto sobretodo en pacientes diagnosticados con trastorno bipolar.

Este año, me pase estas fiestas más bien encerrada, sin lloriquear por los rincones, un poco acelerada, volviendo al vicio del cigarro, tomando nuevamente dosis de Ravotril (mi pastillita de la felicidad ahora sin estabilizadores de ánimo en mi cuerpo) y disparatada para cualquier lado, eso si, siempre dentro de la casa. No me quejo, no han sido malos días, igual de alguna u otra forma me divierto, sé que esto es solo un añito de transición, del resto de mi vida (a menos que me caiga algún satélite, o cometa o alguna de estas cosas que están de moda en la cabeza)... Claro que viene a mi memoria mi primaveritis del año pasado y me doy pena a mi misma...

El año pasado me encontraba viviendo en Sucupira... Fueron del TERROR esos días... Deprimida TO-TAL... "Fue más o menos así...." (diría la canción Maldita Primavera de Yuri)... Un mes antes había decidido irme a vivir sola, pues vivía con mis tías en la casa del cerro donde vivía por el asunto del terremoto del 27 de febrero de 2010. La loquilla había tomado la decisión de compartir casa y gastos con el joven y pintoso dentista del pueblo: Manuel. Ambos andábamos en la búsqueda de lo mismo: una casa donde vivir. Imágínense el grito en el cielo que pusieron mis padres cuando les conté que me iría a vivir con un HOMBRE!!! La "abogada" del pueblo se amancebaría con el dentista del mismo!!! Qué horror, ¿¿¿que diría el pueblo, los amigos, las familias tradicionales que se conocían por décadas, los conocidos???!!! Casi los maté, pero a mi, maní, no estaba ni ahí con lo que dijeran... Yo quería pelear contra el sistema puebleril y el mundo pues yo sabía que solo compartiría casa y gastos con un amigo, que era eso y nada más (bueno si hubiera sido otra cosa para el caso daba lo mismo)... Igualmente para el "dolor" de mis padres les estaba dando que hablar a este pueblo chico infierno grande... la niñita de familia haciendo locuras, jajajaj... Manuel y yo teníamos las cosas claritas, el tenía su polola (novia) y él sabía de todas mis andanzas. Finalmente, siendo él 8 años menor que yo, se comportaba como mi hermano mayor y me cuidaba, se reía de mis locuritas y aventuras. Obviamente el rumor de un amorío entre el dentista y yo corrió por todo el pueblo, así como también un millón de rumores más que prefiero ni recordar. 

Nos fuimos a vivir al barrio de los "profesionales"... en el centro de la copucha misma, ahí: a 2 cuadras de la Municipalidad, a una de la plaza, la Iglesia y el correo, frente al Liceo (colegio público único que hay ahí)... Exactamente donde todo pero absolutamente todo pasaba y los rumores corrían. Si ya era chico el pueblo para vivir cerca de los amigos, ahora estábamos aún más cerca para andar de fiesta en fiesta, de asado en asado, de tomatera en tomatera y de evento en evento.... En el barrio top vivíamos: Emilia, Chucky, Camille, Amelie, la Cata, el Cuco, Chasco, Kuhl, Ledu, Diana, Lucas. El resto el Trolo, Martín, la Rulo, Américo (muy parecido solo que en versión blanca) vivián más alejados. El centro social estaba armadísimo, viviendo además al lado de la famosisíma y nunca bien ponderada Casa Turquesa (símbolo de la reconstrucción por el terremoto del 27.02.2010). Con el tiempo se fueron acoplando más amigos, pero siempre los de planta nos mantuvimos unidos (los que llevabamos juntándonos desde antes de mi cambio de "barrio").

Se ve todo muy lindo y divertido ¿¿verdad??? Fue divertido, pero para ese 18 de septiembre, como muchos otros, fue horrible, anímicamente hablando. Como de costumbre me sumí en una profunda depresión de la que pocas personas se enteran (el año pasado le toco mi amiga Rulo, ella tuvo que soportar esta mochila, o sea a mi y mi trastorno). En esa fecha fue la primera vez que mis padres y 2 de mis hermanos visitaron Sucupira luego del terremoto (éste arrasó con la casa familiar). Uyyyy, llego a sentir la misma angustia de ese entonces relatando este período de mi estadía en Sucupira. Mi familia arrendó una linda cabaña. Yo tenía mi casita ya, pero mi compañero de hogar todavía no llegaba a vivir ahí, estaba sola... Para no mostrar que todo quizás había sido una mala idea, alojaba sola ahí. Pero debo reconocer que me sentía abrumadoramente SOLA. Sorprendidos con mi flacura extrema y mis "grandes" proyectos de trabajo creyeron que había tomado una buena decisión de seguir viviendo en Sucupira y obtener mis logros en forma independiente. La verdad, es que por dentro estaba destruida... Me sentí abandonada por mis amigos, que nadie quería estar conmigo, no tenía ánimo para nada. 

En esa oportunidad les mostré mi orgullo, en realidad era el orgullo de ellos, lo que a ellos les hacía sentir orgullosos de mi, mi oficina de "Asesoría Jurídica", de 6 mts2, emplazada en el lugar más estratégico del pueblo: en una esquina frente a la plaza y a un costado de la Municipalidad. De esto les cuento en el capítulo de pega pendiente.

Ese fin de semana me comprometí con uno de mis primos, Martín, el menor de los hijos de mi tía Marie (la que se está quedando en mi casa porque la operaron de una pierna) a ayudarlo en el Restobar de la playa (Sucursal del otro restobar del que también son dueños: el Restobar "La Rotonda"). No se había abierto en todo el año por los estragos del terremoto así que era hora de hacerlo funcionar porque se estaba perdiendo plata con ese local cerrado. La verdad es que cuando la gente no sabe que algo está abierto no va a ese lugar, hay que crear el hábito de ir. Yo era la encargada de la caja y DJ. La verdad es que mucho éxito no tuvimos. Cerrábamos temprano y terminábamos carreteando en cualquier otro lado los miembros de este selecto grupo de emprendedores. En una de esas salidas me peleé con mi inseparable amiga Rulo (no nos hablamos como en una semana). Recuerdo que uno de esos días me encontré con mi amigui gringa, dueña del Resort que hay en los alrededores de Sucupira. Terminamos en el clásico Restobar "La Rotonda", tomándonos un vinito. Había mucha gente en ese lugar, amigos también, pero los sentía lejanos, como que no me querían, sentía que estorbaba, que ese ni ningún otro era mi lugar (obvio que todo era rollo de mi cabecita). Estaba pero no estaba ahí... es horrible recordar como me sentía en ese momento. Así fue como pasaron esos días festivos... angustiosamente terribles...

Hoy vengo llegando del Doc., estamos a 26 de septiembre de 2011, en primavera y ya estoy casi como avión, mi ánimo está muy bien y ahora solo queda mantenerlo... ¡¡¡lo logramos en primavera!!! ¡¡GRACIAS MI QUERIDO DR. EMMET!!! Hoy me siento feliz, casi dada de alta... (jajjaja... no nunca tanto, jajaja).

Este capítulo me costó mucho terminarlo por los cambios que he sufrido con a mis medicamentos. He pasado por varios estados de ánimo y me he dispersado. Hace 2 semanas que no publicaba, por fin lo hice y me siento tranquila y feliz porque todavía no dejo de lado mi proyecto... Gracias a Uds. que me leen escribo, o si no lo habría botado que rato... Por eso para mi sus comentarios son importantes, porque siento que Uds. son parte del combustible que necesito para seguir adelante. ¡¡GRACIAS A TOOOOODOSSS UDS. POR ACOMPAÑARME EN ESTO!!




viernes, 9 de septiembre de 2011

Capítulo 12. Un capítulo de "Lost" made in Chile: La vida y la muerte...

Hoy mi relato será más bien melancólico... ¿¿Se acuerdan que en el relato eufórico anterior les comente sobre la desaparición de un avión que viajaba a la Isla Juan Fernandez?? Ha pasado de eso una semana... Han sido momentos difíciles pues el desenlace fue fatal y muuuuuy triste... Viajaban 21 personas en ese vuelo. Por alguna broma cruel del destino un avión de la Fach, Casa 212, aterrizó dónde no debía y se precipitó al mar falleciendo todos los pasajeros que venian en él... Al parecer, se perdió el control de la nave y se fue en picada contra el agua (hoy hay expertos que señalan que pudo haberse evitado). El avión, dicen se desintegró por la fuerza del impacto con el mar y todos los que lo habían abordado, junto con sus sueños y los de un país entero, desaparecieron. Una semana después, el país sigue de luto...

En ese avión viajaba un grupo de personas que de alguna forma iba a aportar su grano de arena para la reconstrucción del país luego del terremoto del 27 de febrero de 2010. Si bien en la Isla Juan Fernández no terremoteó, ella si fue azotada por un tsunami que dejó muchas víctimas y destrozos. Fueron 21 personas las que subieron felices a esa nave, entusiasmadas por llegar a un lugar que muchos califican de paradisíaca (famosa también por sus langostas).  Entre quienes abordaron aquella aeronave habían 2 líderes naturales: "Los Felipes C.": Felipe Camiroaga (animador de TV muy reconocido en el país y que nos acompañaba todas las mañanas con uno de sus programas, "Buenos Días a todos... El Matinal de Chile") y Felipe Cubillos (un abogado exitoso, que navegó por el mundo y que dejó todo de lado por ayudar nuestro territorio devastado por el terremoto a levantarse). Ambos, con un espíritu social muy desarrollado en las áreas en que cada uno se desempeñaba.

Sobre esta trágica vivencia, solo puedo imaginar un capítulo de la serie Lost (de la cual fui fanática pero cuyas últimas 2 temporadas no vi por la locura de irme a Sucupira). 21 pasajeros que iban sobre un Casa 212 de la Fuerza Aérea de Chile, tal como los 324 que abordaron aquel vuelo 815 de Oceanic en la serie Lost, se estrellaron en los alrededores de una isla. La diferencia radicaría en que en el accidente ficticio hubo sobrevivientes, personificados por aquellos que llegaron a la isla, y que el mundo exterior no sabía que seguían vivos (siempre dudé de esto, solo hasta que vi a 6 de ellos en tierra en la 4ª temporada, lo asumí). Todos habían sido declarados fallecidos, tal como ha ocurrido en nuestra adaptación criolla de la serie Lost. No se por qué y, quizás a muchos otros les pasó, se me vino a la cabeza que todos los que iban a bordo de ese avión de la FACH ahora se encuentran viviendo su propia aventura en esta isla perdida en el Oceano Pacífico. Ahora habitan en un mundo paralelo, que solo ellos y los protagonistas de Lost conocen. Es más, podría llegar a hacer una analogía entre algunos personajes: Felipe Camiroga sería el Sawyer chilensis (por seductor); Felipe Cubillos, Jack Shepard (aunque este puesto también se lo pelea con Camiroaga); el emergente periodista de TVN Roberto Bruce, Hurley (por gracioso, no por gordo, eeeh); José Cifuentes el periodista de la Fach, John Locke (por como lo han descrito me genera esta impresión), el matrimonio compuesto por Catalina Vela y Sebastián Correa (parte del grupo Desafio "Levantemos Chile), encarnarían a Sun y Jin-Soo Kwon. Como verán, no los relaciono por sus físico sino más bien por sus personalidades (que yo creo tienen).  Kate, todavía no podría decir quien la encarnaría, así como tampoco Sayid, habría que entrar a estudiar un poco la biografía de los restantes y hacer un casting. Así que si a alguien se le ocurre otro reparto, espero sus opiniones en la sección comentarios, jajaj... Independiente de todo este intento de aliviar un poco la pena, debo decir que si están ahí, los envidio. ¡¡Vaya aventura que están viviendo!! Y quizás, como ocurrió temporadas después en Lost... volvamos a tenerlos junto a nosotros compartiendo en este mundo como héroes que salvaron milagrosamente sus propias vidas. Lo genial de todo esto es que en la serie, en el mundo real de ellos, los habían dado a todos por muertos y varias temporadas después aparecieron con vida fuera del mundo paralelo. Qué lindo sería creerlo así... la ficción hecha realidad...


Hecha esta analogía, solo puedo decirles que me declaro y siempre me he declarado hincha acerrima de Felipe Camiroaga, el animador de TV que se nos fue. Lo recuerdo desde sus inicios en el programa Juvenil de Extra Jóvenes. Siempre le fui incondicional, independiente de lo que dijeran de él, hasta cuando dijeron que en el Festival de Viña del Mar lo había hecho más o menos (yo siempre defendí que por caballero dejó que su coanimadora hablara tanto y le robara la película; a ella, Soledad Onetto, la odié por eso en ese momento, jajajaj)  No sé por qué, no soy de andar perteneciendo a fan clubs y chillando histérica por algún famosillo (si lo llegase a hacer, por fa: golpeenme, ya?). Siempre he encontrado patético venerar a alguien que ni conoces y que nunca llegarás a conocer, lo que no significa que no respeto a los que si llevan su fanatismo inexplicable al extremo (pero si mi pudor me lo hubiese permitido habría partido a prender una velita fuera del canal). Pero en este caso no me arrepiento de admitir que siempre he sido su fiel admiradora, así como también del Matinal donde animaba. Solo una vez y solo por unos meses le puse el gorro con Pollo en Conserva (Con Claudia Conserva y Pollo Valdivia), ese Matinal nunca más volverá a ser el mismo... No solo por la falta de mi Felipín sino también de Roberto Bruce (que se había estado manejando muy bien últimamente) y los 3 integrantes que también fallecieron en la tragedia y que también eran el motor del programa.

Una pequeña muestra de lo querido que era este animador de televisión es lo que me tocó observar en las redes sociales, específicamente Twitter.  La noche siguiente del accidente, mientras estaba metida en esta red leyendo lo que otros escribían sobre el accidente, me topé con un número creciente de personas reclamando por una supuesta vidente que comunicaba a través de la red las visiones que estaba teniendo relacionadas con la tragedia. Todo esto me pareció curioso y me puse a investigar. Leí, leí y leí twitts hasta que llegué a la fuente. Me encontré con una persona que había abierto una cuenta en twitter para gritar lo que veía. Quería que alguien la escuchara. Ella decía ver a nuestro Felipe Camiroaga con vida junto a otras 4 personas más en un determinado punto en la isla. Pedía por favor que le hicieran caso, porque los veía con vida y les quedaba poco tiempo. Yo sentí al leerla su angustia y quise creerle, no me cegué como muchos otros a tacharla de mala por jugar con las expectativas de todo un país. No es que haya creído sus predicciones, simplemente no creí en su maldad... Muchos festinaron con el hecho de que en menos de 1 hora había logrado tener como 12.000 seguidores sin ella seguir a nadie. Los que la ponían en el banquillo de los acusados decían que su objetivo lo había logrado, pues había encontrado la fórmula para hacerse famosa de manera casi instantánea y sin esfuerzo en la red. Debo decirles que, a personas como esta vidente y los otros 4 o 5 más que salieron a relucir, los respeto y no los juzgo pues siento que algo pasa por sus cabecitas que nosotros no somos capaces de comprender pues aunque no sea cierto lo que dicen, dentro de su locura, sí creen ciegamente lo que dicen ver.  Finalmente, ante tanta presión en las redes, se llevó a una vidente para que ayudara también en las labores de búsqueda... ¿¿Lograron darse cuenta el poder de convocatoria que tiene Twitter?? Yo me impresioné.

Este relato no estaría completo si no aparece mi reflexión bipolar y aquí va: Hoy solo puedo decirles que cada vez que veo reportajes de los fallecidos en la tragedia y cuando vi el primer programa de Buenos Días a Todos luego de lo ocurrido, lo único que se me vino a la mente fue cuestionarme, como muchos, por qué le ocurrió precisamente a ellos. Se veían tan llenos de vida y con un empuje que yo no estoy logrando sentir. ¿Por qué no iba yo ahí? No es que yo quisiese figurar por querer convertirme en héroe, mártir o lo que sea, sino porque mi vida como está es difícil quererla. Tener las ganas de aferrarse a ella se me está haciendo cuesta arriba. Creo que esa es una muerte linda, trágica si, pero instantánea... desaparecer sin darse cuenta, sin planearlo (no saben cuantas veces lo he planeado) y sin que nadie te juzgue por morir porque fue el destino el que así lo quiso y no porque tu lo hayas torcido.

...la muerte para mi no tiene tanto que ver con el que se va sino con los que quedan... Nosotros no sabemos qué pasa después de la muerte... Si él que se va, se va a un mundo mejor o simplemente muere, deja de sentir... Cualquiera de las dos opciones para mi serían buenas... Pero dicen que no hay que ser egoísta y pensar en el resto antes de querer morir pues la única certeza que hay en relación a la muerte es el dolor y sufrimiento que deja a quienes quedan aquí...

Suenan fuertes mis palabras, ¿¿verdad?? Pero es que no saben lo que es esto... Trato de visualizarme en el futuro y no logro verme... No veo hijos, nietos y menos una familia propia, compañía, ni el éxito que siempre quise tener (bueno quizás ese éxito material que hoy ya no busco). Solo logro ver una extensa pared de cemento con la cual me toparé más pronto que tarde, que me impedirá pasar y avanzar más allá... Sé que chocaré con ella en un momento no muy lejano y me haré añicos.... Me haré pedazos como ese avión que se precipitó al mar... y no sentiré nada, solo dejaré de existir. No me puedo visualizar, la única vez que lo he logrado en mi vida fue cuando decidimos y nos dijimos con mi ex marido que llegaríamos a viejitos juntos. Ahora estamos separados y con ello la promesa ya no está, desapareció...

Después de todo este bombardeo de ideas, emociones y sentimientos que este capitulo de Lost criollo me ha dejado, termino con esta última reflexión... El día lunes, tuve que salir a comprar mis famosas pastillitas para dormir que perdí al día siguiente de haber comprado las últimas (ufff, lo vola'a no me lo quita nadie). Me fui buscando radio por radio alguna que estuviera hablando de la noticia del momento. La idea era seguir empapándome de esas palabras lindas que todos dicen, en momentos como estos, a través de los medios de comunicación.  Encontré puros programas deportivos. Paré a escuchar uno de ellos. Uno de los locutores se estaban refiriendo al tema. Señalaba que el sentía, que le resultaba tan poca cosa y sin importancia ofuscarse y achacarse por un partido de fútbol cuando habían cosas más trascendentales por las que preocuparse y ocuparse. Decía que era momento de sentarse a meditar y poner en perspectiva nuestras vivencias. Termino esta entrada diciéndole a ese comentarista, que está muy equivocado, que discrepo absolutamente de sus palabras (que por lo demás son muchos los que profesan lo mismo y lo respeto)... Vibrar por cosas que parecen insignificantes, como "las cosas del fútbol", la receta de cocina que no resultó, la pelea por política o religión (aunque sea de mala educación hacerlo, dicen), discusiones tontas con la pareja, nos hacen sentir que estamos vivos y no saben lo necesario que es eso... ese impulso a mi me cuesta muchas veces encontrarlo, pero cuando lo descubro, olvido... que no quiero estar más en este mundo... Por eso vibren con todo lo bueno y malo que te da la vida... Todo tiene una razón de ser... A mi, aparte de entregarme una enseñanza, me hace sentir viva...

sábado, 3 de septiembre de 2011

¿¿Hipomaníaca yo?? Noooooo, quien djo :S

Y bueno? ¿Qué se teje hoy?? Yo solo puedo decirles que pronto cumpliré 24 horas de vigilia (son las 09:23 hrs. del 02 de septiembre 2011)... Qué lindo suena decir "vigilia", ja! Anoche simplemente no dormí, olvidé comprar las pastillitas para ello y sin asco seguí de largo. Como les explico que me llegué a tomar 2 de aquellas tabletas que tomaba antes de la debacle de abril para conciliar el sueño pero no pasó nada de nada... ni cosquillas, pasaron como dulces de menta ¡cueck!. Pero ¿Uds. creen que tengo sueño? ¿Qué estoy mal genio? ¿Qué ladro cuando hablo? NADA. Estoy como tuna, fresca como lechuga, no tengo absolutamente ¡¡¡ni una gana de dormir!!! Estoy frente al computador haciendo mil cosas a la vez. Cuando se me ocurra que hacer fuera de casa será más entretenido. Y parece que lo primero será: llevar a mi tía Marie, que se operó la rodilla hace una semana, a control con su Doc y a su sesión con el kinesiólogo.  Les cuento que con ella viví en varias oportunidades mientras estuve en Sucupira (para que vean lo estable que era, jaja). Ella sabe tooodas y cada una de mis andanzas, y cuando digo todas son toooodas. Bastante imprudente la sobrinita de andarle contando casi hasta la posición sexual que le gustaba con el mino, ¡cueck! (ahora entiendo cuando hablan como síntoma de hipomanía es cometer indiscreciones en esta materia). Creo que maneja más información de la que debiera, ja! Bueno salgo y vuelvo.

Bueno, he arrivado de las diligencias impuestas por la autoridad materna (uffff, no quiero ni que me hable, me molesta). Como les puedo llegar a explicar lo fructífera que fue esa visita al médico (dicen que las vueltas son las que dejan, jaja). Ni les cuento como estaban ese par de kinesiólogos que vi, muuuuuuyyyy güenos, para que les digo que no si si.  Así que he decidido hacer el "sacrificio" de llevarla a toooodaas sus sesiones, hay que recrear la vista, ¿no creen?

Debo confesar que es primera vez, después de mi diagnóstico, que estoy consciente de este estado. Antes solo hacía consciente el otro extremo, mi polo triste. Ese era el único que me habían enseñado a reconocer. El polo feliz, según yo y todos, era el normal. Ahora me puedo dar cuenta que esto lo he vivido, lo he sentido y lo he pasado muuuuuy bien. Me cuesta recordar por qué no debo estar en este extremo, es entretenido, me llena de vida, me enrgiza, me da optimismo y versatilidad... simplemente feliz, tal como soy: Sin título, sin pega, mantenida, viviendo en la casa de papá y mamá, separada, sin hijos, sin una familia propia... Eso no me interesa. Hoy solo tengo ganas de salir a conquistar el mundo, hoy todo lo puedo lograr y nadie me detendrá.... Claro que el otro odioso polo me ha dejado con nada que hacer. ¡¡Solo estar frente al computador!! ¡¡¡Ese polo me boicotea!!!  Me deja la pista más pesada para hacer todo lo que siento ganas de hacer. Pero saben, lo paso igual de bien con mi computador incluído (y mis amigos cibernéticos).

Esto de pasarme en revoluciones ¡¡siiiiiiiiiiiiiiiiii!! me ha pasado miles de veces y cuando he estado en mi época de full carrete (parranda, farra, etc,) yo podía seguir de largo, lo hice en más de alguna oportunidad. De hecho en Sucupira, los "After" siempre terminaban en mi casa... muy jugosos todos, pero la juerga no paraba. En ese tiempo podía llegar a no dormir casi 2 días o hacerlo muy poco. Creo que lo que me hacía dormir era la mezcla de mi pastilla para dormir con el alcohol (y no tomaba suavecito, whisky on the rocks era mi favorito). Hipomaníaca o maníaca TO - TAL (hay una diferencia entre ambos conceptos, por si acaso, y aprovecho de aclararles que cuando hablo de euforia hablo de una sensación que uno tiene cuando está en alguno de estos 2 estados).

Ahora volví a entender porque llegaron a apodarme con el apellido de un conocido productor de eventos en mi país (aunque yo creo que ya está medio obsoleto el personaje, pero es un mito). Era yo quien aglutinaba a los amigos y organizaba todos los asados, tomateras, guitarreos, dancing y demases, ¡¡¡era su máxima precursora!!! (junto con mi par masculino, o sea, yo en versión masculina, que podría dar firmado es bipolar, pero de quien ni me quiero acordar... sí deslices hipomaníacos que terminaron del terror, ¡¡ufff!!!)... Aunque asumo que eso me terminó destruyendo, en alguna medida, me ha hecho sentir viva.

Hoy, menos mal, tenía control con mi mi nuevo psiquiatra. Partí tipo 14:30 horas. Del terror, el Doc estaba ultra atrasado. Yo veía la consulta como se llenaba y yo cada vez más inquieta, mi pierna no paraba de moverse. ¿Qué hice?  Me puse a jugar con mi celular. Y ¿a qué no adivinan qué hice? ¡¡¡Siiiiiii, me metí a twittear!!! (Uy, que obsesión la mía). Esperé unos 45 minutos viendo como el resto de los que estaban ahí hacía lo mismo que yo: todos embobados en su submundo celular. Tocó mi turno. Entré y mis primeras palabras fueron: "Doc. me pasé pa'l otro lado"... Le conté mi situación y me dijo que era usual en pacientes como yo que, luego de una noche de vigilia, se pasen a este estado hipomaníaco. Eso duraría hasta que volviera a dormir. Me dijo, "Por ahora, sigue disfrutando tu día" jaja... Nunca pensé que alguien me pudiera decir algo así.  De verdad él sabía lo que sentía... fue muy raro. Aquí viene lo más bizarro... Me subí al auto, encontré un CD grabado por un hermano mío para el año nuevo del 2008 y lo puse. Subí mucho el volumen de la radio y me sorprendí... ¡¡¡escuchando y cantando Reggaeton!!! Si los que me conocen me hubiesen visto no lo habrían podido creer. Habrían pagado por verlo. Saben cuanto me carga ese estilo de música. Con suerto lo bailo cuando no queda otra en alguna fiesta. Por fa, mis amigos reggaetoneros no se ofendan, yo respeto todos los gustos... En todo caso, no fue todo reggaeton, fui salpicando la ida a casa con Juana Fe ("Lleve de lo bueno, lleve de lo bueno, lleve de lo bueno caballero... ¡vendedor ambulante!"), La Noche y Juan Luis Guerra, todos también invitados a mi carrete personal.

Cuando llegué a mi casa, obviamente, prendí mi notebook, a la obsesión del momento. Me metí a mi correo y me encontré con el mail de un amigo que me pedía le ayudara con la redacción de un trabajo que debía entregar más tarde (ingeniero tenía que ser, cuadrado, con no muchas habilidades en esa área, que quieren que les diga, pero muy creativo). Desinteresadamente le había ofrecido con anterioridad mi ayuda. Yo en mi nube de optimismo, ganas de hacerlo todo y cumplir mi palabra, dije que si. ¡E-RROR! No logré dimensionar que en ese estado mi capacidad de concentración estaba atrofiada. Que quieren que les diga, de chora y buena onda, me metí en la pata de los caballos. El trabajo tenía un significado importante para él, no lo podía defraudar. Por eso yo, digna ante todo, debía salir airosa de ese compromiso. Uff, fue horrible concentrarme, además que el paper hablaba temas que yo no manejo y que con su redacción me costaba más aún entender (no podía cambiarle el sentido porque no sabía si era algo técnico relacionado con su área). Mi cabeza estaba a mil. Más encima entre medio de esta árdua labor aparece mi padre y me cuenta la contingencia del momento: un avión en que viajaba a la isla Juan Fernández un grupo de personas importantes se encontraba desaparecido. En ese avión viajaba gente de tal envergadura que ha provocado mucha conmoción en el país. Sólo imagínense como fue eso. Yo, tratando de concentrarme, con el televisor encendido y con los moradores de mi casa entrando y saliendo de mi pieza comentando la noticia (así es mi familia, bastante interactiva). Estaba contra el tiempo. Solo logré darle una segunda lectura luego de la primera corrección y lo envié. Con mi perfeccionismo que se exacerba en estos estados, sabía que le faltaba, pero estaba atrasada. Amigo mío, solo quiero saber como te fue... ¿Te arruiné tu carrera? ¿Te quedaste sin pega? ¿Tu Sra. que hizo la tercera lectura, me odió? Lo dudo en todo caso, porque cualquier cosa era mejor que lo que había recibido, jajaj... Amigo no te sientas mal, eres muy creativo y no me cabe duda que eres muy bueno en lo que haces, pero no olvides que para todo lo demás siempre existe Mastercard, (no Visa, ya??), esa ayudita que te salva cuando falta algo. A pesar de esta experiencia, agradezco que me hayas entregado esa labor, para hacer consciente por qué me cuesta concretar cosas cuando estoy en ese estado. Solo te digo: Nadie puede decirle a la amiga bipolar que lo ayude justo el día de su máxima ¡dispersión! (A todo esto, aún no recibo el feedback, ¿la jefa se estresó mucho, o le alviané la pega?). A las 21 horas en punto envié el documento, media hora más tarde de lo previsto, con mi cabeza a mil. De ahí me dediqué a informarme del acontecer nacional, la tragedia del momento.

Ahora siento mi cuerpo cansado, tembloroso, agitado y hormigueante. Está cansado. Es como la peor de las cañas después de una farra del terror, solo que sin alcohol (solo imagínense como era la cosa con copete). Ahora creo que era la combinación del trago con un conocido ansiolítico, Ravotril, lo que me calmaba un poco y, lo que me hacía dormir algo, era la pastillita para dormir... (¡¡¡Qué bomba!!!). Bueno, ya son las diez, apagaré el computador y mañana continúo contándoles cual fue el desenlace de mi día.

Hoy ya es un nuevo día, bastante complejo por lo demás. Estamos a sábado. La noticia que les comenté hizo mi noche de descanso algo extraña. Luego de apagar el computador me dí algunas vueltas. Mi hermano estaba en Chile de pasada, como lo hace todos los meses (vive en México), así que tuve que compartir pieza de nuevo con mi tía Marie. Ellas está durmiendo en la mía mientras está en la capital y mi hermano ocuparía la habitación que es de él cuando viene aquí. Cuando por fin me puse el pijama, me acosté, tomé mis medicamentos y esperé viendo televisión (la noticia del día) que me diera sueño. Tenía todas esas sensaciones de caña (resaca) que les comente solo que mi mente seguía muy activa y mis ojos con ni una posibilidad de cerrarse por su propia voluntad. Me metí un par de veces más a internet a través de mi celular (me rehusé a pender el notebook porque eso me podía mantener despierta otra noche más, por la forma en que activa mis neurotransmisores). Era muy raro pues, si bien mi cuerpo me pedía a gritos dormir, mis ojos no estaban ni ahí con cerrarse. Me encontraba físicamente cansada pero sin ni una gota de sueño. Fui dura de roer. Pero llegó un momento, tipo una treinta de la madrugada, que los medicamentos empezaron a hacer efecto. Mi hormigueo fue desapareciendo y sentí como mis neurotransmisores se fueron apagando (aunque luchaban por no hacerlo, la pastillita para dormir, logro vencerlos).

Les cuento que igual dormí, a saltos, pero lo hice. Eso si, con la tele prendida toda la noche y mi subconsciente escuchando detalles acerca de la tragedia. No sé a que hora abrí un ojo y le quité el control a mi tía que dormía para apagar el televisor. Ahí dormí más profundamente. Tuve un millón de pesadillas. Dormí angustiada y sintiendo mucho frío (no sé por qué, podría ser un efecto secundario de algo porque era un frio extraño). Desperté tipo 9 am, volví a encender la TV. La noticia aquella me ha tenido muy consternada, de verdad. Dormité pero con una constante sensación de angustia y con los pelos de punta. Eso si, debo decirles que ante la contingencia que estamos viviendo, en cualquier otra oportunidad habría saltado el chorro de lágrimas. Hoy no lo he podido hacer, siente él lagrimón "en la garganta", pero no puedo llorar.

Por último, quiero compartir algo que empecé a escribir el jueves, día previo a mi estado hipomaníaco. Al parecer ya presagiaba lo que se venía, aquí va:

"Jueves 01 de septiembre 2011. Hoy he despertado más limpia de mente y reflexiva, ha sido un día extraño... Hace mucho que no lograba hablar fluidamente con la gente transmitiendo exactamente lo que estoy pensando y sintiendo... y además sin que se me olviden los conceptos. Me siento muy tranquila y en calma, hace mucho no tenía esta sensación de paz... había olvidado lo que era. Yo creo que siento la mente más despejada y creo que se debe a la reducción de medicamentos a casi la mitad. Es verdad, sufrí con los efectos secundarios de la retirada de ellos (ya les dije, uno de mis reinados es el del "efecto secundario").  Lo que más mal me tenía eran ese bombardeo conductores de electricidad que estaba tomando que ordenaban mis neurotransmisores en mi cerebrito."

Obviamente, estoy más que segura que este estado ha sido producto de esta odiosa transición entre un medico y otro... Son estados artificiales creados por esta combinación de medicamentos cuya función es ordenarme los neurotransmisores. ¿Habrán hecho cortocircuito? no lo sé, solo sé que me mantuve muy despierta durante casi 36 horas. Hoy ya estoy bastante más normal.

Uppppss!!! Se me olvidó contarles ¿saben por qué mi blog está entero verde? Lo cambié entero la noche que no pegué un ojo. Bueno, dedúzcanlo Uds. mismos... En mi última hipomanía, como ya les conté, ¡¡¡me compré tooooodoooo morado!!! ¡CUECK!

Ah, y también me olvidaba, quiero agradecer a mis querídisimos amigos de Twitterlandia, que los tengo que haber dejados locos ayer y también por aguantar tooodoooss mis estados de ánimo...