IMPORTANTE

El primer capítulo es "El Diagnóstico", léanlo en orden (junio 2011 en adelante), será más fluido y entretenido para Uds. Que lo disfruten!!
Espero sus comentarios en cada entrada a este blog y trataré siempre de contestarles, apenas los lea lo haré, así que estén atentos... Cualquier consulta o lo que quieran decirme también pueden enviarme un mail a: doblepolaridad@gmail.com, síganme en Twitter: @DoblePolaridad, envía una solicitud de amistad a "Doble Polaridad" en Facebook (http://facebook.com/doblepolaridad), pongan "me gusta" a mi página en facebook: DoblePolaridad o síganme en Instagram @doblepolaridad.

lunes, 30 de enero de 2012

Capítulo 20. Jack y yo... Una relación especial...

Hace exactamente 2 meses y 8 días que conocí a Jack, un 22 de noviembre y fue de forma bastante singular, "a través de una amiga" (¿¿verdad Jack??). Pidió rápidamente mi teléfono y no se demoró nada en hacer el primer llamado telefónico. La verdad es que él se fue al grano de una, como él mismo dijo: "Dos cucharadas y a la papa". Me pareció bastante particular este personaje por lo que no me rehusé a conocerlo. Pero de un momento a otro, encontré todo tan extraño que hice lo que ya había hecho en otra oportunidad para hacer huir a un hombre en menos de 3 minutos (Capítulo 4). ¿¿Qué hice??? ¡¡¡Al segundo día le confesé que tenía trastorno bipolar!!! Acto seguido, lo derivé a leer ¡¡mi blog!! La verdad es que quería que huyera mientras pudiera. Pensé que era la mejor opción (además era una forma de corroborar lo que ya había hecho una vez, necesitaba salir de la duda y saber si efectivamente algo así haría a todos desaparecer). Recuerdo que ese fin de semana viajé al sur del país, a "Puerto Monck". No tuve noticias de él por varios días, lo que me llevó a pensar de inmediato que efectivamente lo había espantado. Había logrado mi objetivo (aunque debo admitir  que en el fondo de mi quería que ello no ocurriera pues quería sentir que a lo mejor no era tan cacho como creía). Hasta que ¡¡CUECK, E-RROR!! Cinco días después, apareció de nuevo conversándome en mis redes sociales... Definitivamente no arrancó...

Cuando apareció, hablando de mi enfermedad, de entradita le dije que se había ganado un relato sobre él en mi blog (y se lo dije) pues me dijo algo que no todo el mundo tiene muy claro, sus palabras fueron:  "Hay personas que viviven en la mentira.... en la deslealtad.... en la falta de respeto.... Vivir con eso es complicado.... Lo tuyo no.... Ni siquiera es una enfermedad.... Es una condición química.... No tiene que ver con tus principios y valores... Así que no te compliques...." ¿¿Díganme que no fueron lindas sus palabras y de alguien que sabe algo del tema?? Me dejó encantada y así hasta el día de hoy... Así que aquí estoy cumpliendo mi palabra, Jack tiene una entrada completita para él.

Bueno, luego de eso empezamos a conversar mucho, debo admitir que él es una persona muy entretenida, imposible aburrirse con él. A las 2 semanas de hablar por las redes sociales, Whatsapp y por teléfono tuvimos nuestra primer gran pelea... Odié con todo mi ser a este personaje, de hecho esa pelea está plasmada en este blog en la entrada: "De los errores se aprende... dicen". No entraré en detalles respecto de ella porque ya no vale la pena ya que luego tuve que hacer una reivindicación en una entrada posterior ("Necesito hacer una reivindicación") pues las asperezas fueron limadas, se desvivió en disculpas y yo no era quien para negárselas...

Comenzamos a tener una linda relación. De hecho en muchas entradas de este blog él me ha comentado y es mi fiel lector, jajajaja... Me siento muy cómoda hablando con él de cualquier tema. No tengo que poner careta alguna, siempre soy YO la que interactúa con él, logrando al poco tiempo que comenzara a gustarme... Un día empezó a decirme "Polo Norte" (por esto de mi bipolaridad) y yo en respuesta le comencé a decir "Polo Sur" (ya que siento que tiene rasgos bipolares como los míos todo el rato)... y pasamos a ser "los Politos"... Desde un comienzo sentí que a primera vista eramos distintos: él mayor que yo 11 años, con hijos (separado pero en eso estamos iguales), empresario, con su vida hecha y resuelta, que se nota que ya viene de vuelta... pero que a pesar de las diferencias, para seguir con la metáfora de los polos, debo decirles que pertenecemos al mismo planeta y el "Polo Norte" sin su "Polo Sur" no podría mantener La Tierra en equilibrio, razón por la cual, a pesar de todo, lo sentía mi complemento... Hablo esto último en pasado porque siento que las cosas han cambiado, ha dejado de ser ese partner que sentí éramos, pero esto se los comentaré al final...

Pasó casi un mes desde que nos conocimos y se dió la oportunidad de estar juntos... de vivir una aventura, de fundirnos y hacer el amor... Yo llevaba bastantes meses sin estar con alguien y él me produjo algo que pensé jamás volvería a sentir... Mariposas en la guata (estómago), subidas de temperatura solo por hablar con él, aceleramiento del corazón, etc. Todas esas cosas que le pasan a los ¿¿enamorados?? Bueno no sé, sentía cosas físicas importantes que no todo el mundo me produce (es más, que solo él me ha vuelto ha producir después de bastante tiempo que no lo sentía). Comenzamos una relación bastante sexual (si bien somos capaces de conversar de lo que sea). El sexo es lo que nos une pues no somos una pareja propiamente tal. Jamás hemos salido a comer, al cine, juntado con amigos, en fin, nunca hemos hecho cosas distintas que juntarnos en su depto. Bueno, recordemos que yo he andado con la hipomanía viva (ya en bajada) y, por ende, con la libido bastante alta, así que juntarse a eso la verdad no me desagaradaba para nada. Igual, no me puedo quejar porque ¡¡pucha que tiramos bien!! (tenemos buen sexo), somos el complemento perfecto y lo paso muy bien, aunque se nota que él ya viene de vuelta en esto (bueno en todo). Hemos estado como un mes y algo más en esto y aunque el sexo es cada vez mejor nuestra relación personal va en decadencia y eso no me gusta. Él es adorable, se hizo parte de mi vida y me gusta mucho, pero la relación, como está ahora, no me gusta para nada...

Oportunidades de conocer a otras personas no me han faltado, me he dejado querer, pero él ÚNICO sigue siendo mi Polito Sur... Hoy lo hecho de menos y mucho. Ya no hablamos como antes todo el día y a cada rato, se ha distanciado... Trato de responderme qué fue lo que pasó y no tengo respuesta, tampoco he recibido una por parte suya y no lo quiero forzar (y prefiero no saber parece). Él prometió ser mi amigo pasara o no pasara algo entre nosotros, antes y después, pero veo que eso solo fue una estrategia para que estuvieramos juntos. Ahora que ya lo hemos estado, cada vez se ha alejado más y aunque me da mucha pena, no quiero forzarlo a estar conmigo... Nunca he forzado a nadie, por muy bipolar que yo sea, y ésta no será la primera vez...

Jack... Polito Sur, pase lo que pase, quiero que sepas que has sido una persona muy importante en mi vida este último tiempo... 



domingo, 29 de enero de 2012

La sensación de vacío...

Ayer me volví a sentir mal, hace mucho no lo hacía pues estaba en el otro lado de la vereda. Hoy ya me siento mejor pero quiero compartir lo que escribí con Uds. y luego de ello cual fue el desenlace... 

Sábado 28 de enero de 2012... Me encontraba sola (y me encuentro) cuidando la casa en el cerro de mi amiga Mane (lo hago cada vez que ella y su familia sale fuera de Chile)...: 
"No sé si a Uds. les ha pasado que llevan mucho tiempo divirtiéndose y al poco andar, a pesar de estar rodeados de mucha gente, al final del día te sientes solo, que tu vida está vacía y meditas que has hecho mal... Trato de llenar el vacío de alguna forma, muchas veces saliendo, el problema es cuando vuelvo y me encuentro que sigo sola. Sobretodo, cuando me toca encontrarme conmigo misma y simplemente me doy cuenta que estoy sola. Siento que a nadie le importo, que da lo mismo si estoy o no estoy y en esos momentos el vacío crece. Pero más allá de importarle o no a alguien, me siento insignificante, que da lo mismo estar en cuerpo y alma en este mundo pues soy un punto demasiado sin importancia que tiene que permanecer, por alguna razón con los pies pegados en esta tierra... Lo peor es que antes de seguir sintiéndome así, prefiero morir...

Esta sensación de vacío y soledad la he tenido varias veces a lo largo de mi vida... Es una sensación recurrente y dolorosa... Enciendo un cigarrillo, miro un rato el horizonte y sigo escribiendo. Ya siento como se terminó de deshacer el Ravotril puesto bajo mi lengua para que hiciera rápido efecto y poder dejar de sentir esto lo más rapidamente posible. Todavía esa sensación no se va y siento que la soledad me está matando. Al parecer me cuesta estar conmigo a solas sobretodo cuando tu cabeza no para de pensar. Cuando te recuerda mil cosas que prefieres olvidar, entre ellas, que tienes 34 años y sigues sin avanzar. Estás estancada en el mismo lugar que hace años. Es como si en algún minuto de mi vida, quizás cuando egresé de mi carrera (pues ha sido el último logro que he tenido en la vida), ella se hubiese detenido, atascada en una congestión vehicular, donde sientes como los automovilistas tocan la bocina en tus orejas y reclaman sin lograr moverse de ahí ni un centímetro y menos tú. Siento que por más tratamientos que siga los pensamientos así no aminoran, no desaparecen de mi vida, me persiguen y vuelven a aparecer cuando menos quiero y lo espero.

No soy nadie, soy demasiado insignificante, no es necesario seguir aquí y quiero morir o al menos dejar de sentir (no sabemos qué pasa cuando morimos, no sabemos si de verdad dejamos de sentir, por lo que ante la incertidumbre lo único que quiero es dejar de sentir antes de morir...). Estas subidas y bajadas de ánimo, este vaivén entre uno y otro estado de ánimo sin término medio, todavía no para, sigue cuando lo único que quiero es que se detengan de una vez por todas... Quiero dejar de ver el vaso medio lleno o medio vacio, solo quiero ver que está a la mitad, en el equilibrio... Solo me pregunto una y otra vez... ¿¿Hasta cuando?? Si... ¿¿Hasta cuando??"

Luego de escribir esto rodaron lágrimas por mi cara y sentí como la tristeza se iba apoderando de mi. Me cuestionaba si de verdad algún día sería capaz de vivir sola sin sentir constantemente esa sensación de vacío y soledad extrema. Es como ser inválida, o sea, como si tuviera miedo que sola no pudiera valerme por mi misma por el temor de que pensamientos así me atormentaran constantemente. Tengo miedo de volver a cometer una locura algún día y que esta vez las cosas terminasen mal.

Gracias a Dios en el momento preciso aparecieron mis amigas, la Dominga y la Agustina (de ella les contaré en una próxima entrada). La Dominga tuvo que escuchar mi llanto y el por qué, y se encargó de sacarme de ahí. Al menos ya entiende que es parte de mi enfermedad y tiene claro que son estado que pasarán... Con palabras muy lindas y de la forma que pudo logró sacarme, casi tirándome con una acuerda, con mucha fuerza hacia afuera de ese hoyo... Al poco rato apareció la Agustina que me sacó de la casa, a pasarlo bien, una vez más, y hacerme olvidar de todas mis penas...

lunes, 23 de enero de 2012

Mi hipomanía... aunque sigo dispersa ya estoy más quieta...

Que quieren que les diga... este último tiempo he estado hipomaníaca total (para los que no entienden bien este término en palabras simples y coloquiales significa que me pasé a la vereda de la euforía, no en grado máximo como ocurre cuando entras en fase maníaca, pero ahí estoy)... Eso si, creo que ya voy en bajada hacia el equilibrio... En un primer momento, por más que me cambiaron medicamentos, incluso me bajaron el antidepresivo a la cuarta parte, seguí igual. Despegué y me mantuve subiendo... subiendo cada vez más arriba en la cresta de la ola para querer surfearla por mucho rato pero algo están haciendo ya los medicamentos. Si bien no estoy del todo sobre la superficie que debiera estar, me siento menos inquieta que antes.  

Es primera vez que logro reconocer los síntomas hipomaníacos en mi. O sea, decir, esto que me está pasando es porque estoy en una fase más bien eufórica que normal. Obviamente que lograrlo ha sido posible gracias a la ayuda de mi querida psicóloga Lucienne. Solo les puedo decir que es redifícil estar en este otro lado de la vereda y encontrar que tienes síntomas de que algo no anda bien y que estar así tampoco es bueno... Sin embargo, lo más difícil es descubrir que sentirse tan grandiosamente bien es parte de tu enfermedad y no de tu equilibrio, lo cual encuentro del terror... Sé que estoy en un proceso de aprendizaje, de entender que, aunque te sientas bien, eso no es lo que se esperan de ti para estar "equilibrada" y cuesta  mucho. 

Y ¿Saben qué? Debo decirles que es terrible vivir así. Esto de no saber cuándo lo que sientes es verdad o una odiosa mentira. Vivir sin saber si estás distorsionando la realidad no se lo doy a nadie y no saben lo cansada que estoy de esto, de esta incertidumbre, de creer en muchas oportunidades tu cabeza te está jugando malas pasadas y no poder discriminar cuando ocurre así... El no saber si la relación que tienes con la gente que te rodea puede ser una mentira y que te volverá a pasar lo mismo que te ha pasado cada vez que has estado así, es horroroso. Y ¿que es eso que volverá a pasar?? Que te darás cuenta que ese mundo irreal es desechable y todos quienes lo conformaron también lo son... Es fuerte lo que digo pero me ha pasado una y otra vez a lo largo de mi vida...

Es tan difícil controlar la ansiedad cuando estás así. Quieres todo rápido, para ayer ojalá, ver resultados instantáneos y terminas cometiendo por ello los peores errores. No te quedas callada nunca, la paciencia se agota, quieres resolver todo a tu manera pues crees que es la mejor forma, pero luego caes que nada bueno has hecho y te encuentras sola una vez más parada frente al mundo. Quizás esto no solo nos pase a personas como nosotros, le pasa a mucha gente, el problema es que nosotros, por culpa de este tipo de cosas, no podemos construir nuestras vidas ya que con cualquier cosa se  desmorona...

No hay forma de saltarse toda esta dinámica cuando no han encontrado el medicamento adecuado para ti y la única advertencia que me han hecho respecto a como vivir este momento, cuando ya es reconocible, es que no tome decisiones. Lo más seguro, cuando te encuentres al medio de más de alguna te arrepentirás... Tengo terminantemente prohibido hacerlo pero el problema es que igual sigo tomando decisiones y nunca sé si son malas decisiones hasta que me paso al equilibrio, como ya lo señalé. Este último tiempo no se ha librado de mi toma de decisiones, lo he hecho y algunas han sido más grandiosas que otras y otras no sé si las habría tomado en estado normal... Temo mucho haberme equivocado y temo equivocarme de aquí para adelante, como me ha ocurrido cada vez que caigo en un estado así. 

Se preguntarán, entre todo lo que he escrito, que fue lo que pasó con mi ex marido, Vicente. Bueno, tomamos la decisión finalmente de divorciarnos porque se dió cuenta que yo no estaba ordenada, que soy un desastre y en mi hay que invertir mucho para seguir a mi lado. Si bien el divorcio es lo que yo siempre había querido y no me cuestioné en absoluto que haya decidido también divorciarse, hoy siento un poco de pena pues me demostró que no se la pudo más conmigo... y eso me lleva a la siguiente pregunta: Si él, que me contuvo durante 8 años, no se la pudo más conmigo, ¿podrá alguien en este mundo hacerlo? Cada día me convenzo más que no y me da mucha pena...

Hoy estoy logrando escribir porque ya estoy menos eufórica. Me siento dispersa hasta para hilar mis ideas en este blog pero lo tenía muy botado. El estabilizador del ánimo que estoy tomando hace semana y media creo que me está haciendo efecto y me está bajando las revoluciones (no así otros síntomas, pero eso hay que verlo dentro de más días).  Espero éste sea el que andábamos buscando y que no me produzca un efecto secundario como todos los otros. Lo único que quiero y sueño es tener una vida normal, donde no existan mundos paralelos e irreales que aparezcan por culpa de mis indomables e intensos estados de ánimo...

lunes, 9 de enero de 2012

¿¿Realidad o ficción??? Ud. decida...


Me siento en una encrucijada... Me siento rara... El jueves pasado tuve hora con Lucienne y de la sesión surgió que yo no estaba tan estabilizada como creía... Empecé a hablar y a medida que lo hacía iba introduciendo factores que daban para pensar que estaba entrando en una fase hipomaníaca. Raro porque hasta ese momento yo pensaba lo contrario, que estaba en mi centro, pensando las cosas con más claridad que nunca, me sentía muy bien. Pero: compras compulsivas, cambio en mi plan de vida (no querer dar en lo absoluto mi examen de grado y solo querer dedicarme a hacer cualquier otra cosa), postulaciones a trabajos de gerente o cargos altos de empresa que no tienen nada que ver con el derecho por estar aburrida en mi actual trabajo (lo que menos tengo son las habilidades o competencias curriculares para esos trabajos que postulé), la libido alta, querer volver con mi ex marido de un momento a otro por una especie de enamoramiento fulminante y repentino cuando jamás lo había sentido, otra situación que prefiero no comentar pues el involucrado es fiel lector mío, sensación de bienestar más usual de lo común, consumir mucho dulce, inquietud psicomotora (no estar tranquila en un solo lugar, querer hacer mil cosas pero no saber qué), muchas ganas de parlotear, irritabilidad, en fin... Todos esos factores, para una facultativa que me conoce y trata hace años, son indicios sospechosos de una eventual entrada a un estado hipomaníaco. A ello debemos agregarle la estacionalidad ¿A qué me refiero? A que en esta época del año tiendo a tomar vuelo para subirme a la cúspide de la montaña rusa. La verdad es que todo calza pero yo no me había dado cuenta pues la sensación de bienestar es engatusadora a diferencia de la de la depresión, cuyos síntomas lo que menos hacen es seducirte para no darte cuenta que estás mal. La hipomanía o manía es un estado bastante "maricón" pues manipula muy bien al "yo sano" para que no se dé cuenta de que algo no está bien y pueda encender las luces de alerta. Ello lo hace cuando ya es demasiado tarde.

Se preguntarán qué tiene de malo sentirse así. Lo mismo me cuestiono yo. Pero créanme que tiene aspectos bastante negativos, empezando porque vives en una realidad paralela, que no es real, donde tus sentimientos placenteros distorsionan la realidad y no sabes si ese mundo en el que estás viviendo es el verdadero, no puedes distinguir si te está dando las señales correctas... Pero ¿¿Qué ocurre en estos estados eufóricos?? Lo más importante es que te puede llevar a tomar decisiones equivocadas, por no tener un conocimiento acabado de la realidad. Mucho de lo que vives y sientes no se condicen con la verdadera existencia, todo lo percibes tan maravillosamente lindo que distorsionas la realidad. Lo peor es que en ese tomar decisiones puedes dañar a gente en el camino, pues cuando ese espejismo desaparece sentirás que hiciste las cosas pésimo pues no era eso lo que de verdad querías. Crees cosas que no son y cuando te das cuenta estás metida en un problemón. Uffff... la mente es tan traicionera cuando tienes esta enfermedad.

En la entrada anterior hablaba de una posible vuelta con mi ex marido (Una vuelta de carnero???... Hundida en la confusión....), algo muy raro porque jamás me lo creí tan firmemente como hoy. Es como estar viviendo otra realidad donde todo es maravilloso, no existen problemas y hasta pajaritos dan vueltas por tu cabeza. Pero, ¿¿es eso verdad?? Me encantaría que lo fuera y pudiera decir con convicción que lo que pasa por mi cabeza es lo que realmente quiero. Que esa sensación de querer rehacer mi vida con la misma persona de la que creí ya no estar enamorada hace tiempo y construir una familia con él puede que no sea real te inquieta de sobremanera. Cuando lo sentí, creí que las circunstancias habían cambiado, que vi algo que quizás nunca había visto en mi ex marido. El tema es el siguiente, si solo esto me hubiese estado pasando hoy, solo hubiese tenido esta sensación y sólo estas ganas hubiesen surgido en mi cabeza, no habría problema, quizás todo sería verdad... pero lo más seguro es que no sea así pues hay otros factores indicadores de una eventual hipomanía que estaría merodeandome en estos momentos. Por eso, tengo prohibido tomar decisiones y créanme que yo también me lo prohíbo, ¡¡¡no quiero seguir metiendo más las patas!!! Aunque lo he pasado "chancho" (muy bien) haciéndolo a lo largo de mi vida después tengo que andar haciéndome cargo de mis metidas de pata, ¡¡Cueck!!

Por lo tanto, a todos aquellos que comentaron mi entrada anterior, alentándome a darme esa segunda oportunidad, les digo que todo puede ser una ilusión óptica... por eso esperaré tranquila a ver que pasa conmigo pues tuve que recurrir nuevamente a las manos de mi Dr. Emmet. Junto al informe que le envió mi psicóloga y como me vió me tuvo que cambiar la medicación pues dijo que estaba despegando para volar muy alto. Hace un par de días que estoy con un cambio en la combinación de mis medicamentos: me bajaron dosis (del antidepresivo pues me pueden hacer elevarme rapidamente), me suprimieron la pastillita para que todo me importara una raja (y la que me tenía en engorda, jajajajajaja...) y me agregó uno nuevo... Como todos los estabilizadores del ánimo tradicionales no me han hecho bien, se encuentra en la obligación de probar con otros medicamentos, combinaciones y utilizar sus conocimientos de viejo "zorro" en la materia para aplicarlos en mi (ven que es un Dr. Emmet Brown cualquiera??? jajaja).

Bueno, en eso estoy hoy. Tranquiliiiiiita, bueno, en términos de no tomar decisiones, porque la hiperkinesia y ganas de hacer cosas me están matando... Solo les digo que tendré paciencia y esperaré la estabilización nuevamente... ¡¡¡Vamos que se puede!!! Y , vuelvo a insistirles a todos los que comentaron mi entrada anterior, que por esta situación anímica que estoy viviendo ahora me tomaré las cosas con calma. Aún no sabemos si todo es una ilusión propia de mi enfermedad. Les agradezco sus buenas vibras y consejos, pero no haré nada hasta que se me vayan pasando los síntomas que hacen creer que estoy hipomaníaca.

Por último, solo una cosa debo decirles... Ahora entiendo por qué a personas como nosotros, en determinadas circunstancias, nos encantaría dejar la medicación... Me siento tan bien así que me da lata que me digan que es porque estoy entrando en esta fase hipomaníaca... Aunque puede que así sea, cuesta creerlo y no quiero que me saquen de este estado pues es maravilloso sentirse así... Si, es verdad, me cambiaron la medicación para equilibrarme y no dejar la escoba pero debo confesarles que, parte de mi, no quiere tomarla porque se siente fantásticamente bien... Temo que me adormezcan y me pongan plana. Definitivamente no me la quiero tomar, pero lamentablemente tengo un "yo sano" que a pesar de estar seducido por este estado anímico, algo funciona y me obliga a hacerle caso a mis terapeutas. Nada que hacer...

jueves, 5 de enero de 2012

Una vuelta de carnero???... Hundida en la confusión....


Ayyyyyyy.... no sé como empezar... No sé que me pasó, como sucedió ni que me hizo entrar en este estado de confusión... O sea si sé que me tiene confundida, lo que no sé es como lo hicieron para lograr que yo entrara en este mareo mental que más que desagradarme, me gusta un poco... ¿¿Qué fue lo que pasó?? ¿¿Qué me tiene así?? Fue un solo hecho, una situación, una vivencia imprevista que hizo dar un vuelco en mi vida... ¿¿Qué sucedió?? Hace un par de noches me junté con mi ex marido, Vicente... Hace muchos meses que no lo veía, la última vez había sido en junio del año pasado cuando yo estaba en plena crisis bipolar (y tratándome con el otro doc.). En ese entonces no sabía lo que quería, estaba en otro proceso, en el proceso de digerir mi enfermedad. Hoy ese proceso de hacerme cargo de esta condición está finalizando, ya lo tengo internalizado y asumido y ahora que estoy estabilizada siento algo que no me había cuestionado de la forma que lo hago hoy... siento que no es mala idea darme una segunda oportunidad con mi ex marido... y lo digo de corazón...

¿¿Cómo pude llegar a esta fulminante conclusión después de haber pensado firmemente por meses y años en el divorcio??? No lo sé... Esa noche fue todo tan mágico, me dijo tantas cosas que sentí provenían de lo más profundo de su corazón, de su ser, de adentro, de ese lugar donde guardamos todas aquellas sensaciones que nos cuesta explicar, desde donde están escondidos nuestros sentimientos. No sé que pasó pero hizo que algo dentro mío se moviera y me cuestionara mis firmes decisiones. Fue un todo que me conmovió, vi como sus ojitos brillaban cuando me miraba, como sonreía de felicidad por estar a mi lado, como me hablaba con sinceridad, desde su tranquilidad, convicción y paz, la que nunca había sentido antes, creo... Qué difícil situación... Vicente es la persona que más me conoce en esta vida. Me ha visto pasándolo bien, mal, desestabilizada, del terror, disparatada por mi enfermedad, dispersa, planeando grandes proyectos sin nunca concluirlos, creyéndome la reina del universo o la peor rata que deambula en la tierra, alegre, floja, desordenada, obsesiva, rellenita, flaca, deslavada y sin ganas o regia caminando casi en una pasarela... me ha visto, sentido, oído, olido, probado en todas mis facetas y aún así con ganas de seguir queriéndome... Sí, así es, sabiendo que soy un desastre, que mi vida actualmente lo es y que no sé hasta cuando lo seguirá siendo. Me habló de magia, de sentir que me conoce desde otras vidas, de sensaciones inexplicables que le provoco y de nuestro proyecto de vida hasta la vejez, el que siempre soñamos. Y ¿saben? Siento que pudimos sintonizar en la misma frecuencia, cosa que no ocurría ni cuando estábamos casados (bueno seguimos estándolo pero me refiero a cuando vivíamos juntos). Jamás pensé que me iba a hacer dudar de lo que tan firmemente estaba segura. Nunca creí que mi decisión de no volver jamás podía llegar a convertirse en una idea tan frágil. No sé que hizo, despertó en mi algo que estaba profundamente dormido, que yo no recordaba y que ni sé si alguna vez había existido. Es tan extraño todo... es como si con una varita mágica hubiesen cambiado en mi todo lo que yo creía. Cómo si de un momento a otro hubiese sido tocada por algo mágico que me hizo verlo y sentirlo a él desde otro cristal.

Sentí que lo nuestro no estaba muerto como lo creí por mucho tiempo... Nació una nueva ilusión en mi, la que nunca sospeché aparecería. La que siempre soñé que existiera una vez más para no tener que dejarlo ir.  Y, lo mejor, es que no fue por una convención, tampoco por el deber ser, ni porque es más fácil diablo conocido que por conocer simplemente porque así lo siento!!!  Lo descubrí esa noche y me gusta sentirlo así... Es un empezar de nuevo, una reconquista, algo que por años le pedí silenciosamente a gritos y ahora lo está logrando.

Ahora no sé que pasará... no he tenido noticias de él, quizás está esperando que yo le dé el "vamos" a una nueva oportunidad... Él ya tiró todas sus cartas en la mesa. Ahora me toca a mi pronunciarme, parece... Tengo miedo. Miedo a equivocarme de nuevo y meter las patas hasta el fondo. ¿¿Será bueno darme una segunda oportunidad?? Han pasado 2 años y medio de nuestra separación ¿¿Podrá recomponerse lo que una vez se rompió en mil pedazos?? Ayyyy, que difícil, estoy en la encrucijada de cambiar mi libertad por una nueva oportunidad. ¿¿Valdrá la pena arriesgarse?? Es posible que no tenga nada que perder, bueno si, mi preciada libertad. Pero ¿que más da si ya sé que en cualquier momento la puedo recuperar?? Las cosas ya no son todo o nada como antes. He aprendido a que hay matíces, que uno se puede arrepentir y dar pie atrás... ¿Nada es definitivo, todo es relativo?? Así es y hoy por fin entendí su significado real. Gracias Dr. Emmet por mantenerme con la mente clara para pensar y tomar decisiones. Para ver cosas que antes no veía y dejarme llevar por el momento más que por lo que vendrá... Todo eso se lo debo a mi estabilización... Eso creo, a menos que la medicación me esté haciendo ver y sentir cosas que no son... esperemos que no sea esta última opción, jajá.

Ya les contaré más adelante en que quedó esto de Vicente... Si le di una oportunidad o simplemente lo volví a dejar volar... Lo sabrán cuando mi cabecita loca se desconfunda y ponga en orden sus sentimientos. Mientras sigo viviendo mi vida loca tal como está (y creánme que no me desagrada como está ¿¿no es cierto Jack??).