IMPORTANTE

El primer capítulo es "El Diagnóstico", léanlo en orden (junio 2011 en adelante), será más fluido y entretenido para Uds. Que lo disfruten!!
Espero sus comentarios en cada entrada a este blog y trataré siempre de contestarles, apenas los lea lo haré, así que estén atentos... Cualquier consulta o lo que quieran decirme también pueden enviarme un mail a: doblepolaridad@gmail.com, síganme en Twitter: @DoblePolaridad, envía una solicitud de amistad a "Doble Polaridad" en Facebook (http://facebook.com/doblepolaridad), pongan "me gusta" a mi página en facebook: DoblePolaridad o síganme en Instagram @doblepolaridad.

viernes, 17 de octubre de 2014

Primavera sin estabilizadores del ánimo y... SIN DEPRESIÓN!! Eeeeehhhh!!


Hace 11 años, creo yo, que no pasaba una primavera sin un estabilizador del ánimo y es mi primera vez después del diagnóstico sin uno y, ¿¿que creen?? ¡¡¡Estoy BIIIIEEENNN!!! Si bien no soy la persona más feliz de la tierra eso no tiene que ver con la primavera, esa es una sensación que vengo sintiendo hace mucho tiempo, desde antes de mi examen de grado, recuerden que después que lo di y fui a ver a Dr. Emmet me dijo que estaba pasando por una depresión. De ahí no me he recuperado bien, entre medio terminé con Clemente, tuve mi pequeño oasis con Valentino pero más que una depresión es mi vida la que es fome, la que no ha tenido mucho sentido... no, eso está sonando muy depresivo... cómo les cuento lo que me pasa sin que suene así?? Porque no ando llorando por los rincones, no tengo angustia ni pena, hace meses que no me cae una lágrima y ni ganas tienen de caer. Más que una depresión siento que es mi modo de enfrentar la vida últimamente, como que nada me mueve, nada me motiva, mi trabajo es aburrido, no me gusta lo que estudié, siento que no sé nada, que mi memoria está vacía que no tengo ni siquiera recuerdos, es como si me hubieran borrado todo lo que tenía en mi cabeza incluidas mis emociones... nada me produce tristeza ni felicidad, placer, menos. Soy como un disco duro en blanco, sin sentimientos, sin nada. Cuático, no? Me puse a analizar los medicamentos que tomo y no sé porque presiento que uno de los que uso para dormir me está produciendo todo esto, en especial lo de la pérdida de la memoria. Se lo he preguntado en reiteradas oportunidades a Dr. Emmet esto de la sensación de no tener memoria pero nunca lo hemos relacionado con algún medicamento. Cuando vaya el próximo mes le preguntaré. Volviendo al punto de esta entrada, sin perjuicio de esa sensación plana que tengo, no estoy deprimida como solía estarlo siempre en primavera. 

Hace un par de semanas fingí que estaba pasando por una crisis primaveral, creí que lo estaba pero en verdad no era eso, era que quería terminar de alguna forma mi relación con Valentino. Se preguntarán por qué si en mi entrada anterior ya había terminado con él, bueno, no fue así... él leyó un mail que le envié y mi entrada al blog y me desbloqueó de Facebook y Whatsapp y me volvió a hablar. Eso si, debo admitir que cuando terminé definitivamente con él, la semana pasada, le hice algunas modificaciones a la entrada porque no era necesario mostrarlo todo a la comunidad y, además que, no todo era verdad. Si lo pienso bien yo solo buscaba el perdón, quería volver, pero no porque estuviera enamorada sino porque no quería estar sola... Bueno, les cuento que después de ese impasse duramos 3 semanas más pero yo estuve con la angustia constante de querer terminar durante todo ese tiempo, lo único que me frenaba a no hacerlo eran mis ganas locas de ser madre y yo a él lo veía como un semental, y el no querer estar sola. ¿¿Cuándo me inventé una crisis primaveral?? Un día que él estaba mal y yo no fui capaz de contenerlo. No es que no haya sido capaz es que no quise hacerlo, me dio lata, realmente no lo quería lo suficiente. En esa oportunidad físicamente sentía la angustia en mi cabeza, sentía que me iba a estallar la cabeza. Así que le escribí y en resumen le dije que no me sentía bien, que estábamos en primavera, que yo estaba sin estabilizadores del ánimo y que no lo podía ayudar. Le dije que dos personas con trastorno del ánimo, sobretodo bipolares, no podían estar juntos porque necesitábamos mucha contención y nosotros no podíamos darnos esa contención si estábamos mal. Se indignó, tuvimos algunos cambios de opinión y al otro día como no había logrado terminar intenté hacerlo de nuevo sutilmente y me fui de bloqueo nuevamente. Terminamos y en la tarde volvimos pero esta vez a andar, ya no a pololear. Salimos el viernes, el sábado y el domingo la cosa ya se puso extraña porque me dejó de hablar, el lunes tampoco y el martes cuando le pregunté qué le pasaba me respondió que era complicado que los dos fuéramos inestables emocionalmente y que uno por lo menos tenía que serlo... ¿¿¿Qué estaba leyendo??? ¿¿Lo mismo que le había dicho yo la semana anterior y por lo que él había puesto el grito en el cielo??!! Quería que nos juntáramos a hablar, que no lo hiciéramos por Whatsapp. Al final cruzamos un par de palabras el miércoles y el viernes me llamó por teléfono, no nos juntamos, me llamó para decirme lo que ya todos sabíamos, que ya había terminado nuestra relación y que quieren que les diga, aunque yo me sentía terminada desde el lunes... desde entonces me sentí aliviada, con un peso menos, más feliz y liviana... Con esto aprendí 3 lecciones: Primero: Los padres saben más por viejos que por diablos. Debo asumir que en algo tuvieron la razón mis viejos respecto a esta relación. Segundo: No siempre estar acompañada es signo de felicidad. De repente la soledad no es tan mala compañía. La tercera queda pendiente, quizás más adelante la comparta con Uds., solo puedo decirles que es muy importante, no la olvidaré nunca y vale para todos no solo para los que tenemos trastorno bipolar... Lo que además rescato de esta relación es que me hizo más llevadera mi primavera y me sacó de la tragedia en que me tenía sumergida el término de mi relación con Clemente.

En conclusión y respondiendo al título de esta entrada, hoy 17 de octubre de 2014 puedo decirles que he sobrevivido estoicamente esta primavera 2014. Hoy me siento muy bien (solo como siempre me cuesta levantarme por las mañanas, pero yo creo que eso ya no es parte de la enfermedad, es parte de mi), nos estamos cambiando de casa con mis papás. Nos estamos yendo a vivir al mismo edificio que mi hermano Matías con mi cuñada Josefa, padres de mis sobrinas Ignacia y María Jesús, lo cual encuentro topísimo porque me llevo demasiado bien con ellos (ya me había tocado vivir en el mismo edificio que ellos cuando estuve casada con Vicente). Vamos a pasar de asado en asado porque a Matías le encanta parrillar, tocar la guitarra y hacer "junteos" en su casa que son demasiado entretenidos. Además la próxima semana, el domingo 26 de octubre, nos vamos toda la familia, excepto Máximo con su polola, a Punta Cana a un All Inclusive a pasarlo "mal" por 7 días, eso para celebrar los 50 años de casados que mis padres cumplirán el 26 de diciembre de este año. Y el 15 de noviembre iré a una "juntación" de ex alumnos de mi colegio donde veré a mis ex compañeros que no veo desde la última junta hace 4 años... hace 19 años que salimos del colegio, hace mucho tiempo... Igual esta reunión me asusta porque soy de las pocas que están sin hijos y eso es una frustración para mi y, además, sin su vida resuelta, en esto último creo que soy la única... Espero sobrevivir a esto. Bueno tengo bastante panorama de aquí a un mes mas, al menos no me aburriré y no me quejaré de estar sola...

Pero lo más importante de todo, y es lo que nos convoca, es que sobreviví a la primavera sin un puto estabilizador del ánimo!!!