IMPORTANTE

El primer capítulo es "El Diagnóstico", léanlo en orden (junio 2011 en adelante), será más fluido y entretenido para Uds. Que lo disfruten!!
Espero sus comentarios en cada entrada a este blog y trataré siempre de contestarles, apenas los lea lo haré, así que estén atentos... Cualquier consulta o lo que quieran decirme también pueden enviarme un mail a: doblepolaridad@gmail.com, síganme en Twitter: @DoblePolaridad, envía una solicitud de amistad a "Doble Polaridad" en Facebook (http://facebook.com/doblepolaridad), pongan "me gusta" a mi página en facebook: DoblePolaridad o síganme en Instagram @doblepolaridad.

lunes, 15 de diciembre de 2014

Sssshhhh... silencio, la enfermedad está dormida...

Estamos terminando la primavera y estamos ad portas de iniciar el verano... Y ¿saben? No sufrí nada con la primavera este año, ello pese a estar sin estabilizadores del ánimo, tal como les comenté en la entrada anterior. Hace casi un mes fui donde Dr. Emmet y me dio su nuevo diagnóstico: LA ENFERMEDAD ESTÁ DORMIDA!! Así es, tal como lo leyeron. Ahora siento como si nunca hubiera estado enferma, como si todo hubiese sido un gran invento de los psiquiatras o una negligencia médica. ¿Por qué? Porque ¿Cómo te explicas que esta condición genética que se relaciona con la química de tu cerebro con la cual te dicen debes convivir por el resto de tu vida y por siempre medicada, desaparezca? ¿Cómo ahora puede estar dormida? ¿Será así o en verdad nunca tuve esta enfermedad? Es que me parece sospechoso que este trastorno del ánimo sin cura que iba a ser de por vida se encuentre en pausa. Raro, ¿no? La verdad es que todo me indica que a lo mejor se equivocaron en el diagnóstico y nunca tuve trastorno bipolar... Que loco sería, no creen?? Pero saben? No, mi teoría es absurda, si no hubiese tenido la enfermedad no se podrían explicar muchas de mis conductas que solo se pueden entender a la luz de ella. Hay muchas cosas que solo tienen explicación porque tengo trastorno bipolar. Yo creo que me bastaría darme una vueltecita por este blog para darme cuenta que el diagnóstico si era el correcto. Debe ser porque hace como 2 años y medio que no siento el vaivén de la enfermedad, entonces lo veo todo tan lejano que ya ni recuerdo lo que es estar en uno u otro polo.

Como ya les he ido comentando, cada vez son menos los medicamentos que tomo. Cuando vaya en enero al psiquiatra me sacara el antidepresivo y solo quedaré con uno que es para dormir (pero solo con uno, porque el más fuerte y adictivo estoy bajando la dosis hasta suprimirlo completamente). De hecho siempre olvido tomarme el antidepresivo y he llegado a pasar hasta 5 días sin él y no he sentido nada extraño. La verdad es que añoro el día en que me retiren todos los medicamentos, ese día me sentiré libre. Ahora, tal como Dr. Emmet dice, a rezar y a encomendarse a todos los santos para que todo se mantenga así de bien.

Y ahora que la enfermedad está dormida, sobre qué escribiré?? ¿Tendré que cerrar este blog y crearme uno nuevo con una temática completamente distinta?? o sigo con este?? A mi me gusta escribir pero siento que con este nuevo diagnóstico ya no tendré tema para escribirles en este espacio. Qué difícil... 


Bar de la piscina donde pasábamos la tarde entera disfrutando.
Por ahora les contaré que lo pasé increíble en Punta Cana con toda la familia, estuve a punto de traerme un dominicano para Chile, jajajaja... (tuvimos nuestros flirteos pero que no pasaron más allá de eso). Tomé mucho sol, pero para colmo de males me vino una fotoalergia (alergia al sol) espantosa que me llevó a que un médico me tuviera que ver en el hotel (todo gracias a un seguro contratado), me pincharan (me pusieran una inyección), me dieran medicamentos para la alergia y me prohibieran tomar sol. Los últimos 3 días tuve que estar a la sombra, cero contacto con el sol, fue horroroso, pero me lo terminé tomando con humor. Nadie puede ir al Caribe y que le dé alergia el sol!!! Ese fue el único punto oscuro del viaje el resto fue puro pasarlo bien. En las mañanas solcito en la playa (cuando pude), en las tardes piscinita, en las noches show del hotel y bailoteo con los animadores de éste y casi todos los días parranda en la discotheque del hotel.  Durante el día participábamos en todas las competencias, bingos y clases de baile que hacían los animadores del resort (uno de ellos era mi dominicano, el que me quería traer a Chile) en el sector de la playa y la piscina. Lejos los más motivados para participar en todo fueron mi hermano Matías junto con las niñitas y en ocasiones Mateo, el hijo de mi cuñada Josefa. Se ganaron todos los premios habidos y por haber y eramos famosos en el recinto como los chilenos. Luego en las noches, después de compartir todos en familia en el sector del anfiteatro del hotel (donde hacían shows y se bailaba), nos íbamos o con Mateo o con mis sobrinas, la Ignacia y la Jesús, a la Discotheque "Pata´a". Los últimos 3 días terminé carreteando con ellas, pero era complicado porque tengo mucha diferencia de edad con ellas, La Ignacia tiene 18 años y la Jesús 14 y debo asumir que ya no tengo la misma cara de baby que tenía antes porque varias veces me preguntaron si yo era la mamá de ellas, cuuuueeeecckkk!!!. Na' que hacer, el paso del tiempo ya se está notando.  Además, les tuve que andar sacando los jotes de encima a ellas y tenía mi súper frase para ello "No me molesten a las sobrinas", frase que mis sobris jamás olvidaron y hoy es parte de nuestro código. Igual la sufrí porque cuando estás en estas no sabes si comportarte como la tía amiga o la tía bruja para que no se pasaran de la raya. Al final opté por la tía amiga con algunos tintes de bruja... de esa forma es como me he ganado siempre la confianza de ellas. La verdad es que lo pasamos genial.... Y solo queremos volver, no sabemos si al mismo lugar o a otro destino. El grupo de personas que fuimos fue muy ameno, no hubo roces ni malas caras. Por eso, ahora a juntar plata para el próximo viaje que espero sea el año que viene.

El resto de mi vida sigue igual. Hace unas 3 semanas fui a presentar mis papeles a la Corte Suprema para abrir carpeta para jurar. Me dieron fecha estimativa para marzo. Esperemos que todos los papeles estén en orden y efectivamente me llamen a jurar en marzo para poder por fin tener el tan ansiado título de abogado en mis manos. Por otro lado, mi corazoncito sigue solitario, está difícil el mercado allá afuera y además con esto de no tener auto (me lo robaron hace como 3 meses y no tenía seguro) me ha costado más recomponer mi círculo social. No niego que echo de menos a Clemente y mi secreta ilusión es volver con él, pero tengo que moverme de ahí, él no va a volver (lo conversamos hace poco y no lo hará por las mismas razones por las que terminamos)... 

En fin, en esto estoy y veamos, ahora que mi enfermedad está dormida, como evolucionamos y sobre qué escribiré de ahora en adelante.


viernes, 17 de octubre de 2014

Primavera sin estabilizadores del ánimo y... SIN DEPRESIÓN!! Eeeeehhhh!!


Hace 11 años, creo yo, que no pasaba una primavera sin un estabilizador del ánimo y es mi primera vez después del diagnóstico sin uno y, ¿¿que creen?? ¡¡¡Estoy BIIIIEEENNN!!! Si bien no soy la persona más feliz de la tierra eso no tiene que ver con la primavera, esa es una sensación que vengo sintiendo hace mucho tiempo, desde antes de mi examen de grado, recuerden que después que lo di y fui a ver a Dr. Emmet me dijo que estaba pasando por una depresión. De ahí no me he recuperado bien, entre medio terminé con Clemente, tuve mi pequeño oasis con Valentino pero más que una depresión es mi vida la que es fome, la que no ha tenido mucho sentido... no, eso está sonando muy depresivo... cómo les cuento lo que me pasa sin que suene así?? Porque no ando llorando por los rincones, no tengo angustia ni pena, hace meses que no me cae una lágrima y ni ganas tienen de caer. Más que una depresión siento que es mi modo de enfrentar la vida últimamente, como que nada me mueve, nada me motiva, mi trabajo es aburrido, no me gusta lo que estudié, siento que no sé nada, que mi memoria está vacía que no tengo ni siquiera recuerdos, es como si me hubieran borrado todo lo que tenía en mi cabeza incluidas mis emociones... nada me produce tristeza ni felicidad, placer, menos. Soy como un disco duro en blanco, sin sentimientos, sin nada. Cuático, no? Me puse a analizar los medicamentos que tomo y no sé porque presiento que uno de los que uso para dormir me está produciendo todo esto, en especial lo de la pérdida de la memoria. Se lo he preguntado en reiteradas oportunidades a Dr. Emmet esto de la sensación de no tener memoria pero nunca lo hemos relacionado con algún medicamento. Cuando vaya el próximo mes le preguntaré. Volviendo al punto de esta entrada, sin perjuicio de esa sensación plana que tengo, no estoy deprimida como solía estarlo siempre en primavera. 

Hace un par de semanas fingí que estaba pasando por una crisis primaveral, creí que lo estaba pero en verdad no era eso, era que quería terminar de alguna forma mi relación con Valentino. Se preguntarán por qué si en mi entrada anterior ya había terminado con él, bueno, no fue así... él leyó un mail que le envié y mi entrada al blog y me desbloqueó de Facebook y Whatsapp y me volvió a hablar. Eso si, debo admitir que cuando terminé definitivamente con él, la semana pasada, le hice algunas modificaciones a la entrada porque no era necesario mostrarlo todo a la comunidad y, además que, no todo era verdad. Si lo pienso bien yo solo buscaba el perdón, quería volver, pero no porque estuviera enamorada sino porque no quería estar sola... Bueno, les cuento que después de ese impasse duramos 3 semanas más pero yo estuve con la angustia constante de querer terminar durante todo ese tiempo, lo único que me frenaba a no hacerlo eran mis ganas locas de ser madre y yo a él lo veía como un semental, y el no querer estar sola. ¿¿Cuándo me inventé una crisis primaveral?? Un día que él estaba mal y yo no fui capaz de contenerlo. No es que no haya sido capaz es que no quise hacerlo, me dio lata, realmente no lo quería lo suficiente. En esa oportunidad físicamente sentía la angustia en mi cabeza, sentía que me iba a estallar la cabeza. Así que le escribí y en resumen le dije que no me sentía bien, que estábamos en primavera, que yo estaba sin estabilizadores del ánimo y que no lo podía ayudar. Le dije que dos personas con trastorno del ánimo, sobretodo bipolares, no podían estar juntos porque necesitábamos mucha contención y nosotros no podíamos darnos esa contención si estábamos mal. Se indignó, tuvimos algunos cambios de opinión y al otro día como no había logrado terminar intenté hacerlo de nuevo sutilmente y me fui de bloqueo nuevamente. Terminamos y en la tarde volvimos pero esta vez a andar, ya no a pololear. Salimos el viernes, el sábado y el domingo la cosa ya se puso extraña porque me dejó de hablar, el lunes tampoco y el martes cuando le pregunté qué le pasaba me respondió que era complicado que los dos fuéramos inestables emocionalmente y que uno por lo menos tenía que serlo... ¿¿¿Qué estaba leyendo??? ¿¿Lo mismo que le había dicho yo la semana anterior y por lo que él había puesto el grito en el cielo??!! Quería que nos juntáramos a hablar, que no lo hiciéramos por Whatsapp. Al final cruzamos un par de palabras el miércoles y el viernes me llamó por teléfono, no nos juntamos, me llamó para decirme lo que ya todos sabíamos, que ya había terminado nuestra relación y que quieren que les diga, aunque yo me sentía terminada desde el lunes... desde entonces me sentí aliviada, con un peso menos, más feliz y liviana... Con esto aprendí 3 lecciones: Primero: Los padres saben más por viejos que por diablos. Debo asumir que en algo tuvieron la razón mis viejos respecto a esta relación. Segundo: No siempre estar acompañada es signo de felicidad. De repente la soledad no es tan mala compañía. La tercera queda pendiente, quizás más adelante la comparta con Uds., solo puedo decirles que es muy importante, no la olvidaré nunca y vale para todos no solo para los que tenemos trastorno bipolar... Lo que además rescato de esta relación es que me hizo más llevadera mi primavera y me sacó de la tragedia en que me tenía sumergida el término de mi relación con Clemente.

En conclusión y respondiendo al título de esta entrada, hoy 17 de octubre de 2014 puedo decirles que he sobrevivido estoicamente esta primavera 2014. Hoy me siento muy bien (solo como siempre me cuesta levantarme por las mañanas, pero yo creo que eso ya no es parte de la enfermedad, es parte de mi), nos estamos cambiando de casa con mis papás. Nos estamos yendo a vivir al mismo edificio que mi hermano Matías con mi cuñada Josefa, padres de mis sobrinas Ignacia y María Jesús, lo cual encuentro topísimo porque me llevo demasiado bien con ellos (ya me había tocado vivir en el mismo edificio que ellos cuando estuve casada con Vicente). Vamos a pasar de asado en asado porque a Matías le encanta parrillar, tocar la guitarra y hacer "junteos" en su casa que son demasiado entretenidos. Además la próxima semana, el domingo 26 de octubre, nos vamos toda la familia, excepto Máximo con su polola, a Punta Cana a un All Inclusive a pasarlo "mal" por 7 días, eso para celebrar los 50 años de casados que mis padres cumplirán el 26 de diciembre de este año. Y el 15 de noviembre iré a una "juntación" de ex alumnos de mi colegio donde veré a mis ex compañeros que no veo desde la última junta hace 4 años... hace 19 años que salimos del colegio, hace mucho tiempo... Igual esta reunión me asusta porque soy de las pocas que están sin hijos y eso es una frustración para mi y, además, sin su vida resuelta, en esto último creo que soy la única... Espero sobrevivir a esto. Bueno tengo bastante panorama de aquí a un mes mas, al menos no me aburriré y no me quejaré de estar sola...

Pero lo más importante de todo, y es lo que nos convoca, es que sobreviví a la primavera sin un puto estabilizador del ánimo!!!

sábado, 13 de septiembre de 2014

Capítulo 25: Valentino...

Hace un mes y medio conocí a un personaje que me ha traído en las nubes, tanto así que la retirada del Normatol, el estabilizador del ánimo, no me ha producido ningún efecto adverso. Eso ocurre, tal como me lo explicó una vez Lucienne, porque uno al comenzar una relación se pone un poco más eufórico de lo normal y creo que eso es lo que me está pasando pues ese brote depresivo que tenía desapareció. Es como si me hubieran inyectado una dosis de antidepresivo a la vena de un momento a otro. El problema es que no sé si está bien todo esto. Si me estaré yendo muy rápido, pues ha pasado muy poco tiempo desde que terminé con Clemente. Tengo miedo de estar pasando por una fase hipomaníaca y estar distorsionando la realidad. Hace dos meses lloraba por Clemente y hoy vivo en función de otra relación... es extraño, ¿no creen? Todo esto ha sucedido muy rápido... Pero síntomas hipomaníacos no estoy teniendo: no estoy hablando hasta por los codos, sigo más bien con mi síndrome de andar callada (que yo se lo atribuía al Normatol, pero parece que él no era el que me tenía así), no ando acelerada, me cuesta mucho levantarme en las mañanas (aunque cuando por fin lo hago, lo hago sintiéndome bien, no depresiva), no soy el centro de atención en el carrete, no ando tomando en exceso, no ando ansiosa ni inquieta... hace tanto tiempo que no me pongo hipomaníaca que hasta olvidé sus síntomas. Sin embargo, me estoy acercando a la primavera, que me produce el efecto contrario a la hipomanía, así es que sería raro estar pasando por un estado más bien eufórico. Pensemos que estoy en mi justo equilibrio y esto es algo normal que le pasaría a cualquier persona... CUECK!! Jaja!!

Conocí a Valentino de una de las maneras más insólitas que uno puede conocer a alguien, que no lo voy a contar aquí (se cuenta el milagro pero no el santo). Elegí conocerlo por guapo, solo por su apariencia (y cuando digo que es guapo es porque es muuuuuy guapo). Hablamos primero por chat y al otro día en la mañana nos estábamos juntando en un café para conocernos. Por chat, la noche anterior, él ya había sido intenso, me llegó a bloquear del Whatsapp cuando recién nos veníamos conociendo... Si, así de intenso... después entendí por qué él era así pero en un comienzo me dejó plop. Nos conocimos esa mañana y nunca más nos despegamos... Salimos al día siguiente, fuimos a un bar primero, ahí hablamos y nos conocimos más. Fue aquí cuando no aguanté más y quise contar mi verdad, si se iba a espantar que lo hiciera en ese mismo momento. Tal como lo había echo con la mayoría de los pretendientes que había tenido desde el diagnóstico, me confesé. La pensé un poco y la largué: "No quiero que te espantes pero tengo trastorno bipolar"... no recuerdo bien cuales fueron mis palabras exactas solo sé que la respuesta de vuelta fue algo que jamás pensé escuchar: "Yo también"... QUÉEEEEEE??? TAMBIÉN ES BIPOLAR??? No lo podía creer. No sé si al final esa confesión me terminó asustando más a mi o qué. Otro como yo??? Será muy difícil convivir con un igual a mi?? Eso me cuestioné pero finalmente me relajé porque no lo había logrado espantar. Ahora entienden por qué es tan intenso?? Bueno después de esa confesión y de conversar un rato más, del bar nos fuimos a un karaoke y se subió a cantar una canción de Elvis Presley, "Suspicious minds"... Ahí ME MA-TÓ, este era el hombre que andaba buscando, me dije... guapo, inteligente, buena voz... un poco loco pero eso lo hacía más encantador. 

Ese fin de semana fui a Viña a ver a mi amiga Dominga y su guagüita: Facundo, y Valentino, como era de esa ciudad, decidió que iría a ver a sus padres y juntarse conmigo, así que nos vimos ese sábado también. Todo fue sucediendo muy rápido y se fueron dando las cosas, salimos, me fue presentando a sus amigos (de hecho entre medio para un fin de semana largo nos fuimos al campo de un amigo de él)... Todo viento en popa hasta que el 19 de agosto, en un carrete, de otro de sus amigos, me pidió pololeo (que fuéramos novios para los extranjeros). Si, tal como lo leyeron, intenso hasta decir basta. Llevábamos 20 días saliendo!! Cuando me lo propuso de primera me asusté y solo atiné a decirle que no, que era muy pronto para empezar una relación. Tuvimos un intercambio de palabras e incluso de mensajes por whatsapp en esa reunión y terminé accediendo. En todo caso lindo él que haya querido ponerle nombre a la relación, no me lo esperaba, fue una grata sorpresa.

Ahora empezaba el proceso más difícil, decirle a mis padres que habiendo terminado dos meses antes una relación estaba comenzando una nueva, bueno, y esto es lo que más problemas me ha traído: mi falta de independencia. Algo que les he comentado en variadas oportunidades y que me sigue trayendo conflictos. Con mi papá, aunque no lo crean, la cosa ha sido más fácil, él me ha dado el espacio para confiar en él y hablarle las cosas... El problema es mi mamá, como no, como siempre haciéndome la vida complicada... Se le metió en la cabeza que no le gusta mi relación, la compara con mi anterior pololeo y me hace la vida de cuadritos. Vivo en una constante angustia porque tengo que hacerme cargo de mi vida, comportarme como adulta pero le sigo temiendo a mis padres. Me siento igual que como cuando tenía 15, 20, 25, 30, 35 años, estoy al borde de los 40 y me sigo sintiendo igual, qué lamentable... Y lo peor es que yo sé que por esto mi relación va a fracasar. Y no tengo ni la más puta idea de como sacarme esa mochila de encima...

Igual él ha sabido entrar en la familia porque es encantador y muy culto, sabe de todo, es una verdadera enciclopedia. Se puede hablar cualquier tema con él y en las reuniones sociales (de mi lado) ha sido el centro de atención. A mi cuñada y mi hermano Matías les cae de maravillas y mi papá aunque no lo dice yo sé que le cae bien.

Hoy mi relación ya no existe, por inseguridades mías... digo inseguridades porque aunque di a entender que había sido por todo el show que habían montado mis padres (ayer me hicieron un show de aquellos, principalmente mi mamá), la cosa iba más allá de eso... si yo hubiera hubiera estado enamorada me habría importado un soberano pepino lo que pensaran mis padres. Hoy ya no tenemos comunicación alguna porque me bloqueó de todo, Whatsapp y Facebook, lo podría llamar por teléfono pero sé no me contestará, lo único que me queda es mandarle un mail... Pero ¿saben qué? Me lo merezco, dejé que mis padres me amedrentaran y eso no está bien. Me da mucha pena que todo haya terminado como terminó. Sé que no hay vuelta atrás y, la verdad, debo confesarles que lo extraño, pero es mejor así... Terminó con la misma intensidad con la que comenzó...

Después de esto volvimos, pero no duramos mucho más allá porque yo no estaba enamorada, a mi me había dejado de gustar y busqué la forma para que me pateara él, soy muy cobarde para terminar una relación, así que así fue, él terminó conmigo y mi alivio fue gigante, jajajajaj...


miércoles, 23 de julio de 2014

Medicamentos en retirada...

Hace 12 días fui a ver a Dr. Emmet. Si bien debía ir a verlo por todo lo que estaba pasando, mi mamá me llevó pues ella quería preguntarle al Doc. si su "pobre hija enferma" iba a poder ser madre alguna vez. Entiendo su aprensión pues me ha visto llorar por el novio que me dejo ir para que yo cumpliera mi sueño. Ella quiere asegurarse de que yo no esté cometiendo un error dejando ir a quien para sus ojos era el mejor candidato para estar conmigo. Pero si bien la entiendo como ya dije, me molesta profundamente que me trate como "la enferma" cuando mi trastorno lo heredé de ella. El tema es que ella no lo sabe o no lo quiere ver. Ella no tiene claro por qué toma medicamentos como yo, ella cree que es algo menor, que no tiene nada que ver con una enfermedad y menos con la mía. 

Volviendo a mi cita con Dr. Emmet, él contestó su pregunta señalándole que ser bipolar no es un impedimento para tener hijos, no es una restricción  para quedar embarazada. Lo que está contraindicado es embarazarse sin la supervisión del psiquiatra. Luego de esa respuesta y de un par de comentarios desatinados de mi mamá sobre mi al psiquiatra me quedé yo con Dr. Emmet para tratar de resolver lo que estaba viviendo.

Partió preguntándome por el pololo y si había alguna posibilidad de que yo volviera con él. Le contesté que no pues él no quiere tener hijos y su decisión es irrevocable. Pensamos la fórmula para que yo pudiera convertirme en madre, cosas tales como de a donde sacaría al padre, por ejemplo, porque estamos contra el tiempo. Finalmente, solo concluyó que yo tenía que dar por cerrado el capítulo de Clemente y la única forma de hacerlo era borrando todos sus rastros: sacarlo de mis contactos, de Facebook, Whatsapp, etc. Cortar el lazo de una y vivir el sufrimiento no más, pues cree que en 5 meses ya estaré recuperada tanto de lo emocional como de lo laboral (pues también le comenté que estaba super chata laboralmente hablando). Finalmente, le indiqué los reparos que tenía respecto al estabilizador del ánimo que estoy tomando. La verdad es que yo creo que ese medicamento me tenía en estado hipnótico, sin hablar, sin chispa, etc. Por ello Dr. Emmet decidió que era momento de retirarme ese estabilizador. La retirada debía ser lenta cada 10 días ir disminuyendo una pastilla hasta llegar a cero. Tomaba 3 de esas pastillas al día. Hace 4 días que estoy tomando una cápsula al día, he retirado 2 y ¿saben? Me siento a morir. No quiero hacer nada, no me quiero levantar, no me quiero arreglar, no quiero salir, me molesta que la gente me hable, me cae mal hasta la teleserie que veo en las noches. Siento como si algo me oprimiera la cabeza y me sintiera atrapada en este agónico estado de ánimo. Si hoy estoy escribiendo es gracias al San Ravotril que me tomé antes de venir a trabajar. Eso me subió el ánimo mágicamente. Además de una aliviadora conversación con mi papá (eso creo que también me ayudo).

Que esto me esté pasando con la retirada del medicamento me pone triste porque eso significa que quizás nunca podré sacarme los medicamentos y, por ende, jamás podré ser madre. Hago mi máximo esfuerzo para sentirme bien y sobrellevar mi vida con menos medicamentos pero siento que me la está ganado, no puedo. Tan mal me siento que hoy en la mañana fui a despertar a mi papá para contarle lo que me estaba pasando, lo mal que me sentía y me dijo que él ya lo había notado hace unos días. En la mañana no quería ir a trabajar, me pesaba la cabeza hacerlo y ducharme y arreglarme ni que decirlo, era lo que menos quería hacer. Mi cabeza da vueltas y vueltas y no para y se siente cada vez peor... ¿Por qué estaré deprimida y no hipomaníaca, por qué?

Qué pasará con todo esto, podré resistir estar sin el medicamento o tendré que volver a la consulta de Dr. Emmet, con el rabo entre las piernas diciéndole que no resultó?? Qué hacer?? Necesito ayuda!!

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Les cuento que han pasado 7 días desde que ya no tomo ni media cápsula del medicamento que estaba en retirada. Debo confesarles que ya no me siento nada de mal, ni la sombra de lo que sentía. Claro que tuve que llamar a Dr. Emmet para que me dijera que hacía con esa agonía que estaba sintiendo. Me dijo que me tomara una dosis partida en 2 del San Ravotril mientras se me pasaba la angustia por el retiro del medicamento y en la próxima consulta me diría como continuamos con el tratamiento.

Bueno, hoy 5 de agosto de 2014, solo puedo decirles que me siento más feliz, es más hace tiempo no me sentía así. Me pone muy contenta el estar aprendiendo a sobrellevar de lo más bien mi vida sin el estabilizador del ánimo, que era el medicamento estrella de mi tratamiento. Y lo mejor de todo es que ya no tengo que recurrir al San Ravotril pues... ¡¡se acabó la angustia!! Eeeeeeeehhhhhh!! Me vuelve el alma al cuerpo saber que ya no será tan difícil dejar toda la farmacia que una vez tomé de lado.

lunes, 7 de julio de 2014

Cosas del corazón...

Han pasado 4 semanas desde la última vez que escribí y solo puedo decirles que estoy destruida... Después que volví del sur el viernes 13 de junio, me junté a conversar con Clemente el sábado. Me pasó a buscar fuimos a comer a su club de Golf, comimos rico y conversamos. Él me trató de explicar su punto de vista de que no quería hijos y yo lo único que hacía era pedirle que volviéramos, lo iba a hacer a cualquier precio quizás renunciando entre comillas a mi deseo de ser madre. Volvimos pero con la condición de que él me había dejado claro su punto de vista y yo para sentirme mejor le agregué que él tenía su posición pero yo podría eventualmente convencerlo de lo contrario. Tuvimos una gran reconciliación...

Yo los fines de semana a partir de los jueves hasta el domingo inclusive solía irme a dormir a su casa. Ese sábado amanecí en su casa y el domingo tuve que partir a mi casa pues era el día del padre y yo tenía que celebrar al mío y sus hijos se lo celebrarían a él, esa noche, como era usual los domingos, no me quedé en su casa a dormir. La semana se me hizo eterna hasta que llegara el jueves y que él me pasara a buscar para irnos a su casa. Esa semana mi cabeza se cuestionaba una y mil veces si estaba bien lo que estaba haciendo... mis deseos de ser madre eran mayores... Ese fin de semana estuvo bien solo que a diferencia de lo que hacía hasta hace un tiempo atrás él ya no me estaba incluyendo en sus planes futuros (como lo había hecho en enero que me había dicho que me fuera a vivir con él), claro, porque seguro él tenía la idea que esto era momentáneo, hasta que a mi me volvieran las ganas de ser madre y lo volviera a dejar. Esa fue la lectura que logré darle a todo ello. El domingo en la noche entablé una conversación con él y le pregunté por qué él ya no hacía planes a futuro conmigo, y chan! salió el tema de los hijos de nuevo. Dijo que no me veía feliz por el hecho de no ser madre y el lo notaba en los comerciales de bebé que daban en la TV, en las fotos de mis amigas con hijos, en como miro yo la dinámica que él tiene con sus 3 hijos, etc. Me dijo que él me observaba y veía cuanto anhelaba eso y él no estaba dispuesto hacer el obstáculo a mis sueños. Sin terminar la conversación me dormí pero al otro día desperté con una angustia inmensa, presentía lo que se venía... Está vez terminó él y yo no tenía nada que rebatirle a sus argumentos porque tenían razón... Sollocé mientras me daba su discurso de despedida que terminó con su frase final de que "siempre podrás contar conmigo"... Lloré todo el camino a mi casa, que no es mucho, pues somos casi vecinos. Me dejó afuera de ella y me dio un abrazo diciéndome que siempre estaría para mi para lo que lo necesitara... Entré destruida a mi casa, lloré toda la mañana, tratando, además, de cranear como recomponía mi vida tras el quiebre...

Ya ha pasado una semana de ello y aunque sobreviví este fin de semana sin él, he tenido el corazón apretado, como si doliera... las lágrimas se me caen solas a pesar que he tratado de mantenerme ocupada. Mi cabeza no para de darse vueltas por un lado pensando que quiero volver con él y por otro si podré ser madre, porque a lo mejor no puedo y estoy dejando ir al amor de mi vida... Hasta que decidí llamarlo, quise jugarme la última carta, lo único que quería era volver con él, pero sabía que la única forma de hacerlo era renunciando a mi anhelo de ser madre. Nos juntamos el viernes, pero todo fue un fracaso pues no me creyó... Le dije que él era parte de mi felicidad que quería volver con él al costo que fuera. Pero como les dije no me creyó nada. Dijo que era muy pronto como para que yo tomara una decisión, que me faltaba tiempo para pensar si realmente lo que quería era estar con él sin tener hijos pues él no estaba dispuesto a fracasar otra vez si a mi se me ocurría nuevamente terminar por querer tenerlos. Me dijo que yo tenía 15 años menos, quince años más que él para desperdiciar pues a él ya no le quedaban años para ello, ya no tenía tiempo para perder... Y entendí que no podía volver con él para que en un par de años más, con el dinero en mis manos, hacerme una fertilización y dejarlo, una vez más... Hoy quedamos en que nos estamos dando un tiempo para que yo piense mi decisión, no sé cuanto tiempo durará. Solo sé que llegué destruida, llorando como una Magdalena, una vez más, a mi casa... Y sentí unas ganas irracionales de tomarme un frasco de pastillas para dejar de sentir (partí tomándome 2 pastillas pero me frené), me sentía muy mal, reconozco que me asusté porque ello no me ocurría desde hacía mucho tiempo...

viernes, 6 de junio de 2014

Independencia?? Sí, por favor!!!

Me siento sola... Echo mucho de menos a mi ex (a quien llamaremos Clemente) y estoy aquí metida un fin de semana en Chiriwest, con temporal de viento y lluvia, encerrada en la casa, situación que no ayuda mucho a aplacar mi tristeza, ni cualquier cuadro depresivo que una persona pueda tener. ¿Qué hago en Chiriwest? Vine a finalizar los últimos trámites que no terminé de mi práctica cuando estuve en este pueblito en 2009 y 2010 (recuerden que estuve viviendo entre Sucupira y Chiriwest los primeros 6 meses). No terminé mi proceso en aquella oportunidad porque como recordarán me encontraba en medio de una crisis galopante de esta enfermedad, sin tratamiento adecuado, realmente, haciendo cualquier cosa con mi vida. Hoy, para titularme de abogado, necesito finiquitar este trámite. Esta es la segunda vez que vengo desde que di mi examen de grado, en ambas oportunidades he venido acompañada de mi padre.  Esto último me trae sentimientos encontrados porque si bien gracias a él he hecho todos los trámites de ir de un lado para otro (me ha llevado en auto entre ciudades) y me ha ayudado a hablar con diversos personajes claves para que no me ´pongan problemas en los trámites que me faltan pero siento que esto lo debí haber hecho yo sola, como mujer adulta que soy. No puedo seguir al alero de papá (y de mamá tampoco), tengo que crecer... A esto se refería Clemente cuando me decía que quería que me hiciera cargo de mi vida. Sigo siendo una niñita protegida con cero independencia. Con razón Clemente no confía en que yo me pueda hacer cargo de un hijo si lo traígo al mundo. Estoy cansada porque nuevamente un estado anímico (esta vez un cuadro depresivo) me tiene entrampada, estancada sin poder avanzar en mi proceso de independencia (antes fue mi examen de grado). Otra vez esta maldita enfermedad me está destruyendo la vida. Si yo no pasara por estos bajones hace rato que me habría comportado como un ser más independiente y no me hubieran juzgado como lo hicieron cuando terminé mi relación. No es que hayan terminado conmigo por mi falta de independencia, sino que el motivo fue el que les comenté en la entrada anterior (el bebé). Pero una cosa llevó a la otra pues él dice que no quiere hacerse cargo de un niño a estas alturas de su vida y menos si se tiene que hacer cargo de mi también. Lo cual no deja de tener razón pues nunca pude demostrar que yo podía desenvolverme en mi vida como una persona de mi edad, sin tanta protección y comodidad de por medio. Creerán que me echo la culpa del termino de mi relación, pero no es así... aunque pensándolo mejor parece que si, un poco, porque si bien me querían tal como era, él habría aceptado tener un hijo conmigo si de verdad se hubiese convencido que yo me podía hacer cargo de esa tremenda responsabilidad y, de ser así, no habría habido motivo alguno para que yo le pusiera fin a la relación. Qué lamentable... ¡¡¡quiero una oportunidad!!!

Odio esta enfermedad, me hace tan vulnerable, me hace tan frágil, tan incompetente, tan todo... Quizás veo todo esto con más pesimismo que el normal por mi depre... Si es así necesito que se me pasé esto YA!!

Ha pasado un par de horas desde que escribí esta entrada y la verdad ya no me siento tan mal. Tuve una conversación muy gratificante con mi tía Cecilia (hermana de mi papá y que vive en Chiriwest) que fue muy reconfortante. Le comenté de mi situación, de lo que sentía y ella me hizo ver muchas cosas que yo en mi estado anímico extraño no podía ver. Ya no veo las cosas tan mal como las veía hace un rato. Sé que saldré adelante y lograré todo lo que me proponga en la vida, con o sin Clemente a mi lado (aunque prefiriría que estuviera a mi lado). Sólo tengo que darle tiempo al tiempo y recuperarme de este estrés pre y post-traumático que me produjo el examen de grado y del cual no me repongo y que produjo una depresión en mi. Tengo que encontrar lo que me gusta en la vida, lo que me reconforta, lo que me hace vibrar pues ya olvidé todo eso con todos los sucesos que han ocurrido en mi vida en los últimos años, Voy a enfocarme en eso y siento que descubriéndolo lograré todo lo que anhelo en la vida, cumplir mis sueños, lograr mi tan deseada independencia y tener ese hijo que tanto espero tener entre mis brazos. Veamos como evoluciona todo...

miércoles, 4 de junio de 2014

No estaba muerta... andaba de parranda... (bueno no precisamente deparranda)

Hola, hace más de un año que no escribo, si muuuuuchooo tiempo, me había perdido... La verdad es que el estudio para el examen de grado me consumió y también un poco mi relación de pareja.

Primero que nada debo contarles lo que tanto anhelé contarles mientras escribí en este blog y que todos Uds. ya saben: SIIIIII, el EXAMEN DE GRADO!!!POR FIN DÍ EL FUCKING EXAMEN DE GRADO!!! Y lo mejor de todo es que LO LOGRÉ!!! LO PASÉ!! Ya soy una LICENCIADA EN CIENCIAS JURÍDICAS Y SOCIALES de la UNIVERSIDAD DE CHILE!! Al fin, al fin, al fin!! Ahora me queda solo un trámite de la práctica que hice cuando estuve en Chiriwest y ahí podré abrir carpeta en la Corte Suprema para jurar y finalmente ser ABOGADA!! Gran logro, no creen?? Apenas salí del examen me esperaron afuera con una botella de champagne y celebramos en el frontis mismo de la Facultad de Derecho. Fue increíble, fue sacarse una mochila de una tonelada de la espalda. Esos 8 años que me torturaron pensando todos los días que tenía que estudiar para el examen de grado ¡¡se acabaron!! El día 21 DE ABRIL DEL AÑO 2014 ha sido uno de los días más felices de mi vida, jamás lo olvidaré... Esas largas horas de estudio, de falta de vida social, de esas tediosas interrogaciones semanales con mis tutores (a quienes les agradezco enormemente lo que hicieron por mi) surtieron efecto y por fin se acabaron... ¡¡LO LOGRÉ!!



Luego de ese notición tan alegre tenía que venir algo de tristeza... Terminé con el pololo (novio) con el que llevaba 1 año y 8 meses... Estoy triste, muy triste, pero era la crónica de una muerte anunciada pues mientras estudiaba para el examen de grado terminamos 2 veces por el mismo motivo y yo volvía con él aplazando la decisión de si dejarlo o no para después que diera el examen de grado. No quería que nada interfiriera en mi estabilidad, la cual me tenía en óptimas condiciones para estudiar. Y llegó el momento, ha pasado poco más de un mes desde que dí mi examen de grado y el tema se volvió a tocar. Aparecieron nuestras diferencias irreconciliables... De que se tratarán se preguntarán, muy simple: Yo quiero ser mamá algún día y él no quiere bajo ninguna circunstancia ser papá. Pensarán que es raro todo esto si se tratara de un pololo (novio) de mi edad, pero no lo es, es 15 años mayor que yo, con una vida hecha y derecha y tres hijos: 1 mujer de 25 años y 2 hombres: uno de 22 y otro de 18 (todos a quienes quiero mucho). Ahora entienden?? Él ya crió a sus hijos y no quiere volver a pasar por lo mismo... Pero él no se pone en mi lugar, no quiere dejarme vivir la experiencia de tener mis propios hijos junto a él... ¿Será que no me ama  lo suficiente como para a hacer realidad mi anhelo de ser madre...? Siento que él está siendo terriblemente egoísta conmigo, yo también quiero vivir la experiencia que él ya tuvo de ser padre. Estoy desilusionada (además de triste). Sueño con que cambie de opinión, volvamos y que todo esto sea un mal sueño... Lo echo de menos, lo extraño y lo quiero a mi lado... Pero nadie muere de amor, eso dicen, así que creo que esta vez nuevamente sobreviviré... En todo caso eso me pasa por tener novios tan mayores, nunca más, aunque nunca hay que decir nunca porque el escupo puede caernos de vuelta del cielo, ja!



Acerca de mi estado de ánimo, he andado podríamos decir que de las mil maravillas, con algunos pequeños bajones como el que estoy atravesando ahora. La verdad es que no me había dado cuenta que estaba deprimida, me sentía así desde hacía mucho tiempo y yo le echaba la culpa a que estaba estudiando para el examen de grado pero esto continuó después del examen y se agudizó. Me sentía desganada; sin ganas de levantarme, de lavarme el pelo, de salir a cualquier parte: no quería salir de la casa, solo iba de mi casa a la casa de mi pololo y cuando empecé a trabajar iba al trabajo (esa era mi rutina). Me producía fobia ir a eventos sociales, de hecho odiaba hacer vida social, del verbo odiar odiar, era un suplicio para mi tener que conversar con la gente, estaba muy callada y todos lo notaban. Sentía que no tenía tema, que no tenía de qué hablar, que no aportaba en nada a las conversaciones por más que me esforzaba a hablar porque de verdad me forzaba, estaba todo el rato pensando "tengo que hablar", "tengo que hablar", pero no pasaba nada, no tenía nada que decir... También sentía que no quería ir a trabajar porque siento que no aporto, que no sé nada, me da miedo enfrentarme a la vida laboral, siento que sin la guía de mi hermano Máximo (que me contrató de nuevo para trabajar con él) soy un cero a la izquierda como abogado... mi presente y mi futuro lo veo nefasto... Pero no se preocupen que ya fui en busca de la ayuda de Dr. Emmet, él fue el que me advirtió que estaba con depresión y me subió un medicamento. De verdad creía que yo era así, que todo lo que les describí era parte de mi personalidad que había emergido de mi estado eutímico (estable) con los medicamentos. Menos mal que era un cuadro depresivo y que tiene solución, que se me pasará, que no me quedaré así para siempre porque no lo estaba pasando nada de bien. Quizás no descubrí esta vez que estaba deprimida porque no sentí angustia ni ganas de llorar todo el día, como me pasa siempre (excepto estos día que lloro por el pololo que se fue). Igual les hablo de mis síntomas casi todos en pasado porque ya me estoy sintiendo mucho mejor, de echo me dieron ganas de escribir y reabrir mi blog ya que lo había cerrado, creí que nunca más tendría ganas de escribir y aquí estoy, nuevamente escribiendo...

Cariños a todos, estoy de vuelta y espero seguir escribiendo como lo hacía antes...