IMPORTANTE

El primer capítulo es "El Diagnóstico", léanlo en orden (junio 2011 en adelante), será más fluido y entretenido para Uds. Que lo disfruten!!
Espero sus comentarios en cada entrada a este blog y trataré siempre de contestarles, apenas los lea lo haré, así que estén atentos... Cualquier consulta o lo que quieran decirme también pueden enviarme un mail a: doblepolaridad@gmail.com, síganme en Twitter: @DoblePolaridad, envía una solicitud de amistad a "Doble Polaridad" en Facebook (http://facebook.com/doblepolaridad), pongan "me gusta" a mi página en facebook: DoblePolaridad o síganme en Instagram @doblepolaridad.

martes, 22 de mayo de 2012

Capítulo 23 "El Mañío" 2° parte... "Los protagonistas"

Ciudad Marina "Fondo de Bikini" =  "El Mañío"

Antes de empezar este capítulo debo recordarles que lo mejor sería es que primero hayan leído las siguientes entradas: Son cosas del fútbol... ¿no? y Capítulo 23. "El Mañío" 1° Parte: "La Elección".  Aclarado esto ahora podemos continuar con esta segunda parte del capítulo 23. Solo puedo decirles que es largo y fue difícil de redactar, se los advierto desde ya.


Esta historia no sé porque la relaciono como si hubiera vivido unos días en la ciudad marina "Fondo de Bikini", de la serie Bob Esponja, donde cosas locas suceden,,, donde Bob Esponja, la protagonista soy yo, y el resto todos los demás habitantes de dicha ciudad... La media vola' que me mandé, jajajajajajaja...!!!

El día sábado 28 de abril me interné finalmente en la Clínica "El Mañío". Me llevaron allá mi papá, mi mamá y mi hermano Ignacio, casi como si me fuese a ir de viaje por mucho tiempo, jajajajajaja... Ya empezó chistosa la cosa. Llegamos tempranito pues Dr. Emmet pasaría por ahí tipo 9:30 am. Entrar ahí y saber que serás parte de ese lugar por unos días fue todo un mundo nuevo... Me revisaron toooooodoooooo, absolutamente todo, hasta cuantos calzones, sostenes y calcetines llevaba. Me confiscaron otras tantas, además del celular y el computador. Me mostraron mi habitación, bueno... la verdad es que la que me querían dar no me gusto, principalmente por su distribución porque en realidad eran todas iguales en cuanto a estructura. Yo pedí la que me habían mostrado el día que fui a conocer la clínica, aquella que tenía el ventanal con vista al bosquecillo frente a la cama y lo logré. Finalmente, esa habitación pasó a ser mi dormitorio.

Casi terminada toda esa parafernalia, llegó Dr. Emmet, a la hora acordada. Nos instalamos el familión completo en la que sería mi habitación. El Doc. explicó porque estaría ahí, solo sería para una evaluación farmacológica, como reaccionaría a ella. Pues que quieren que les diga, se encargó de cambiarme absolutamente tooooodooos los medicamentos. La idea era que todos los que trabajaban en la clínica, enfermeros, fueran informando como iba mi evolución. Ahí aprovechó de decirnos, a mi y mi familia, que si esto ya no funcionaba el siguiente paso iba a ser "meter los dedos en el enchufe", esto es, la terapia electroconvulsivante. En palabras más conocidas y chocantes, el electroshock. Explicó de que se trataba y que con los avances de hoy en día era una muy buena opción. Ahí le contamos que a una prima mia se la habían hecho (a quien quiero mucho) y su vida cambió del cielo a la tierra, así que malas referencias de eso no teníamos. Finalizada la conversación, salimos de la pieza, Dr. Emmet terminó de dar todas las instrucciones en enfermería sobre mis medicamentos, algunas otras cosas, tales como, dejarme sin llamados telefónicas (así que mi celular quedó bieeeen confiscado) y ni si quiera llamados para mi a la clínica. Lo único que me permitió fue usar internet, era difícil porque no tenían WI-FI, pero les expliqué que yo tenía un "módem" especial para usar internet (más adelante les contaré la pillería que hice cuando ocupe mi "módem"). Bueno, Dr. Emmet no estuvo tan lejos cuando les dijo a los de enfermería que tuvieran cuidado conmigo porque yo era buena para muñequear (o sea para manipular y lo lograba, jajajajajajaj), que nada raro sería si alguna pillería hacía o los manipulaba. Dicho eso, se despidió y se fue. Minutos después, luego de terminar de llenar y firmar formulario tras formulario y reglamentos, con mi hermano Ignacio, quien firmó como mi representante legal ahí dentro, también se fueron ellos, claro que con mi madre con lágrimas en los ojos por dejar a su niñita ahí.

Bueno, llegó el momento de quedar sola y enfrentarme a ese nuevo mundo... Pasé por la sala de televisión, no recuerdo quien me llevó allí, solo sé que ahí fue donde primero me instalé. Aquí al primero que conocí fue a Vito (si, su nombre proviene del mítico Vito Corleone, "El Padrino", más adelante se irán dando cuenta por qué). Al otro extremo del sillón, tirado durmiendo estaba Justin (si, tal como lo están pensando, fue bautizado así por "Justin Bieber", no por mi, aunque tenía toda la pinta). Era un niño de 14 años que de ahí les contaré su historia. Vito fue mi primer amigo (y siguió siendo mi fiel amigo hasta el final y hoy)... Primero nos introdujeron, nos dijimos nuestros nombres y mandó de una Justin a dormir a su pieza para que dejara espacio para sentarme y me senté junto a mi nuevo amigo. De ahí en adelante nadie me paró con mi verborrea... (ya saben me gusta interactuar con la gente así que lo hice increíble, jajajajajajaj). Empezamos a conversar con Vito y él me fue explicando todo lo que se hacía ahí adentro (actividades y toda esa parafernalia), también todo lo que sucedía allí adentro y todo lo que se tejía ahí. Lo sabía toooooodooooo (¿van entendiendo porque es Vito Corleone, "El Padrino"???). Hicimos buenas migas de inmediato. Conversamos sobre las razones que nos tenían en ese lugar, algo importante para conocerse. Él estaba ahí porque se estaba haciendo un tratamiento para dejar el alcohol. Entró en forma voluntaria a través de la institución del Dr. Chukrut (todo un personaje este doctorcillo, ya les iré contando también). Llevaba un mes ahí internado el pobre, porque por muy 5 estrellas que haya sido el lugar (igual dejaba mucho que desear esas 5 estrellas...), estar encerrado ahí tanto tiempo sin poder salir es para volver loco a cualquiera (bueno encerrado en cualquier lugar tiene que ser del terror). Él me contó de su vida, como llegó hasta donde llegó y estaba ahí porque había tocado fondo. Él fue DJ durante mucho tiempo, 6 años en una discotheque, en su tierra, en el sur, en un pueblito llamado Timbel. En ese ambiente era fácil caer en la dinámica del alcohol, el problema fue que por culpa de ese manejo que ya tenía del destilado, cuando dejó de trabajar ahí, siguió tomando... Él tenía una pareja y tuvo conflictos con ella por este motivo. Sin darse cuenta había entrado en la dinámica del alcoholismo y perdió hasta a su pareja de años, de la cual aún sigue enamorado. Me contaba que el último tiempo lo único que hacía era encerrarse en su depto. con un pack de chelas (cervezas para los internacionales), solo, más aún con la pena de que lo dejaron y señalaba que con esa cantidad de cervezas, estamos hablando de un six pack, se curaba (emborrachaba)... Como podrán ver, ya "tenía la sopaipilla pasa'" , esto es, cuando ya estás con el alcohol hasta las masas, y tomar un poco de él hace que te emborraches más rápido de lo normal. Ahí pidió esta ayuda, la que les estoy contando, la que me hizo conocerlo y tenerlo hoy día como amigo. A él, entre sus medicamentos le daban el llamado Antabus (en forma oral y no como pellet incrustado en la piel), el cual si se le ocurría mezclarlo con alcohol le produciría rash cutáneo (alergia), taquicardia, respiración entrecortada, náuseas y vómitos, y en algunos casos podía llegar a causar hasta la muerte. Al menos eso lo tenía muy consciente y sabía que ambas cosas no las podía mezclar. Por otro lado, también me contó, otras cosas de su vida, tales como que antes era un gordo obeso que se opero el estómago, se hizo una manga gástrica. Ahora tú lo vez delgado, normal, jamás se te podía pasar por la mente que había sido tan gordo como decía. Pero me contaba que llegó a pesar 140 kilos, todo un obeso de verdad pero hoy está perfecto en su peso. Por eso, amigo mío, así como tuvo solución tu gordura, tu adicción al alcohol también la tendrá, no te preocupes, te tengo fe Vito Corleone.

De ahí le pregunté si fumaba pues yo tenía ganas de fumarme un cigarrito, con tanta vida social lo necesitaba, jajajajajaj... Me dijo que si y salimos al espacio fumador que les describí en la primera parte de este capítulo (Capítulo 23. 1° parte). Nos sentamos en una de las mesitas y apareció un tercer integrante del grupo, a él le diremos Hulk, por la historia que lo llevó a internarse ahí (bueno lo de él fue absolutamente contra su voluntad). Estaba nervioso debido a que sus hijos (3 de ellos porque son 5) vendrían a verlo pues uno de ellos estaba de cumpleaños. Caminaba de un lado para otro (bueno después me fui dando cuenta que era ultra-hiperquinético). Llevaba casi un mes adentro también y estaba añorando ese momento de reencontrarse con parte de su familia. Su historia es más cuática, o sea, más compleja de explicar, que todas las otras, pero ya se las contaré. Con Vito nos sentamos a fumar tranquilamente nuestro pucho y seguimos conversando. Él me iba contando como funcionaban las cosas en ese lugar y un breve resumen del por qué estaban algunos pacientes ahí y me resolvía algunas dudas que se me presentaban mientras íbamos conversando. 

Entramos de nuevo a la sala de TV y por alguna razón yo fui a mi dormitorio, quizás a guardar los cigarros. Cuando volví me encontré con una nueva paciente, la gran Pamela Xu sentada en el sillón (ella quiso que la nombrara así en mi blog, de echo era "Chu" y la verdad no sé por qué quería ese nombre, yo ahora solo cambié la "CH" por la "X" para darle más glamour).  Ella era un personaje muy histriónico que llegaba a ser graciosa. Con sus grandes y expresivos ojos nos contaba sus anécdotas y era muy buena para hablar, casi tanto como yo. Y, Obvio, que las dos nos preguntamos que hacía cada una allí. Ella me cuenta que estaba ahí por un problema de adicción a la morfina generada por lo que ella denominaba una fibriomialgia (enfermedad en la que sufres fuertes dolores en cualquier parte del cuerpo pero no sé sabe de donde proviene, es muy psicológica para mi entender). Tomando derivados de la morfina ella mitigaba los dolores. Me contó con lujo de detalles la crisis que la llevó a encontrarnos en ese lugar.  Al parecer, por sus dolores empezó a consumir niveles de morfina cada vez más altos, hasta inyectarse o ponerse unos parches de morfina pura para aplacar el dolor, lo que la llevó a la adicción a esa droga. Ella, a diferencia de los otros pacientes que fui conociendo, tenía algo distinto, sus zapatillas no tenían cordones (se los habían sacado en la clínica).... La razón exacta de ello no la sé, quizás para no cometer suicidio, pero ella misma me mostró esa particularidad. En fin, Pamela fue muy simpática. Luego, como a todo el que me preguntó (ella no fue la excepción) le conté, por qué yo había llegado también a parar ahí. Bueno, y la razón ya la sabemos, porque por mi trastorno bipolar me harían una evaluación farmacológica por 4 días. Esa respuesta dio pie para que con todos los allí presentes, chaperonas incluidas, se generara una conversación acerca de mi enfermedad. ¿¿Se preguntarán quienes son estas que yo llamo "chaperonas(es)"?? Ellas(os) son unos personajes denominados verdaderamente A.T., cuya sigla significaba al parecer "asistente técnico", cuya labor consiste en seguir al paciente que les asignaban, por todo el recinto, por donde se movieran, sin perderlos de vista (...cuático, que quieren que les diga, jajajajajajaaj). Bueno, una de las A.T. ahí presentes era la chaperona de Pamela. Hasta el momento, de los que ya llevaba conociendo solo Vito y yo estábamos libres de un A.T. Bueno, y volviendo al tema anterior debo decirles que yo fui feliz hablando, contándoles de que se trataba todo esto que me pasaba, mi diagnóstico hace un año, mis síntomas, vivencias, etc. Los conté además que me dedicaba a plasmar mis vivencias en un blog. Yo estaba en mi salsa hablando, fascinada haciendo lo que más me gusta hacer: socializar. Me puse ¡¡¡Verborreíca total!! Jajajaajajajajaj...!! Ahí la Pamela me confesó que su Dr. le había dicho que existía la posibilidad de que ella tuviera lo mismo que yo y se lo estaban evaluando. Ella era paciente del psiquiatra dueño de "El Mañío". Los otros, Vito, Hulk, Justin Bieber y Axl (de quien les hablaré más adelante), eran parte de la cofradía del Dr. Chukrut. Con Pamela Xu y Pedro, de quien les hablaré más adelante, eramos los únicos que nos salvábamos de aquélla "secta" psiquiátrica.

Hasta que llegó la hora de almorzar, 13:30 clavadas. Nos hicieron pasar al comedor y yo me senté frente a Vito. Lo primero que veo frente a su puesto fue una ensalada distinta a la del resto. Luego, poco después, llegó a sus manos ¡¡¡¡UN FRASCO DE MAYO KRAFT, CON SU NOMBRE!!! (ni siquiera la Hellman's Supreme, que fuera, era la mayo Kraft, ¡¡lejos la mejor que existe!!!)... Ahí empecé a comprender todo, estaba sentada frente al mismisimo ¡¡Padrino!! ¡¡El Sr. Vito Corleone!!! Jajajajajajajaj...!!! Fue un almuerzo muy ameno, (no de hotelería 5 estrellas, como debió ser... con lo que se paga en esa clínica, digamos más bien que cayó en las 2 estrellas, si es que, porque mi presita de pollo arverjado era enano igual que el del resto, acompañado de un arroz bastante corriente, creo que la comida en una picada en el centro habría sido bastante mejor, jaaaaa!!). Yo escuchaba a Vito reclamar que eso no era lo que habían dicho que habría de almuerzo, sino que eran chuletas, estaba indignado pero no le dieron ninguna explicación. Pero la justificación estaba clara, había llegado una paciente nueva (yo) y había que echarle más agua a la olla para que alcanzara (y parece que el pollo está siendo el plato preferido para no escatimar en gastos extra, últimamente). Finalmente el almuerzo consistió en ensalada, plato de fondo, postre y jugo de sobre (entero 5 estrellas ¿¿no creen? Del terror, jajajajajaaj!!) Ahí nos hicimos más amigos con Vito, pues después se volvió un clásico pelar la comida de nuestro recinto "5 estrellas". Por otro lado, a otra mesa llegó Hulk junto con sus 3 hijos a almorzar, comida que le trajeron aparte por esta celebración que les comenté.

Terminamos de almorzar y partimos todos los viciosos a fumarnos un pucho afuera. Yo estaba agobiada porque llevaba como 2 semanas sin fumar (por mi propia voluntad) y no tenía cigarros, no había comprado hacía días y como a mi la cosa social me enciende el vicio me empecé a desesperar. Mi mamá de buena onda en la mañana me dejó sus 4 últimos cigarros para que me quedara con algo y en la tarde, cuando me llevaran unos medicamentos que necesitaban para mi, me traerían una cajetilla. No podia mostrar la hilacha tan luego, recién llegada y pechando cigarros al resto, ¡¡hooooorrrooorrr!! Igual, finalmente, tuve que hacerlo y Vito fue el gentil caballero que me convidó de sus cigarros mientras llegaban los míos.

Sentados en esas mesitas con unos quitasoles que estaban del terror de carreteados (sigamos pelando el recinto 5 estrellas, jajajajaja) me encontré cara a cara con Justin Bieber. Él sentado tomándose lo que más tarde me di cuenta era su clásico tecito y fumándose su cigarrito, cual adulto mayor de edad. Ahora le tocaba el turno a él de ser interrogado por mi. Tenía que saber por qué estaba ahí de su propia boca, porque igual algo me había comentado Vito. Justin, este adolescente de 14 años, desde los 13 años fuma marihuana, pero no uno o dos los fines de semana quizás, pasaba tooooodooooo el día pegado al techo. Fumaba caño tooooodoooo el día, pasaba vola'o y lo único que añoraba era salir de ahí para ir a fumarse un "cañon" afuera. Sinceramente a él no le vi un buen futuro de recuperación. Él estaría encerrado ahí meses porque aún no era capaz de entender qué la razón por la que estaba ahí era contundente. Para que alguien pueda recuperarse de una adicción tiene que darse cuenta de ella y él no tenía noción de ella y para más remate era un "Chukrut" más, así que su estadía sería aún más larga, porque algo me hacía intuir que su problema no estaba siendo bien atacado. Era un adolescente muy hábil e inteligente pero su adicción a la marihuana iba a ser muy difícil quitársela, de verdad. Contaba sus historias con lujo de detalles y lo hacía como grandes aventuras. De hecho su familia es argentina y nos contó como pasó su verano allá, hizo de todo, además de pitear, jaló coca, consumió LSD, se copeteaba, entraba a las discotheques para mayores (él los coimeaba para entrar), en fin hizo de todo. Nos relató además como iba consiguiendo dinero para financiar su adicción a la marihuana... ¡¡fue vendiendo las cosas de su casa, hasta un reloj de oro que le había regalado su abuelo!! Obviamente se notaba que su familia era de lucas, por las cosas que vendía... recibía mucha mercancía a cambio de lo que le llevaba a los dealers (bueno, en realidad cualquiera que pudiera estar más de un mes en esa clínica y atendido por el Dr. Chukrut tenía que tener bastante dinero). Justin estaba más carreteado que yoooooo!!! Yo en un comienzo veía como el resto de los que estaban allí le celebraban y aplaudían sus historias. A mi me daba rabia porque no lo estaban ayudando en nada. Yo en cambio le seguía la corriente pero siempre le tiraba algo subliminal para que se diera cuenta que algo no andaba bien. De hecho, más adelante, cuando entró más en confianza (no en ese mismo momento porque entre medio Hulk y sus hijos salieron a compartir con nosotros), logré que me contara la clave de su problema. No recuerdo bien en que minuto fue, pero el lugar en que estábamos y que hacía cada uno en ese momento, sí. Estaban todos alrededor pero fue una conversación casi entre nosotros dos. Le pregunté clara y directamente que lo había llevado a consumir marihuana (y los agregados cuando pudo) y me contestó algo que me conmovió mucho porque sentí que si bien su adicción a la marihuana era su problema ése no era el de fondo y no estaban atacando el problema de raíz de este niño. ¿Qué fue lo que me contó? Me contó que antes de empezar a consumir él, como niño, era una foto, no molestaba a nadie, era super piola y solo era reconocido en el colegio por sus hermanos y no por él mismo. De ahí vino la confesión clave, me señaló que en ese momento sintió que estaba pasando por una depresión, eso creía, y fue en ese mal momento de su vida que apareció la marihuana en su camino. Me dijo que cuando descubrió la marihuana sintió que había sido ella quien lo sacó de ese estado depresivo. Cuando comenzó a consumirla, se empezó a gustar él mismo, como se vestía, como hablaba, como se desenvolvía, en fin... y como ese ÉL con marihuana encima, fue lo que le gustó de sí mismo, y no quiso dejarla más. Sentía que así la "estaba llevando", nada que ver a como ese otro yo deprimido lo estaba haciendo. Para él el pito había sido la solución a todos sus problemas interiores. Repito, esa parte de su historia me conmovió. Y no muchos la escucharon, me la contó a mi, pero nos interrumpieron y no pude seguir conversando ese tema tan importante con él. Ahí entendí que el problema de raíz de este adolescente no lo estaban combatiendo, solo se estaban avocando a su adicción pero no al por qué llegó a consumir tanto. Les aseguro que esa depresión todavía debe llevarla dentro de él y no se están haciendo cargo de ella. Él también tenía asignado un A.T., chaperón, claro que este ni tonto y coquetón que era, le tiraba los cortes a una de ellas.

Ya hemos hablado de Vito, de la Pamela Xu, de Justin Bieber, ahora toca el turno de conocer a Hulk (quien posteriormente se autobautizó "Viejo Lobo de Mar"). Su nombre ficticio cuando sepan la historia de por qué llegó ahí lo entenderán. Él viene de en una ciudad del sur del país llamada "Los Santos", es separado con 5 hijos. Ese mismo primer día, estando afuera en el sector fumadores, Hulk, que celebraba el cumpleaños de uno de sus hijos (como les comenté ya) apareció junto a ellos. Hulk nos presentó a sus hijos y se fue generando una linda convivencia a medida que pasaba la tarde. Unos jugaban pin pon, el resto fumábamos como carretoneros y conversábamos. Al rato, hasta le cantamos cumpleaños feliz al celebrado y nos invitaron a compartir de las 2 tortas que habían traído para celebrar. Lindo gesto, ¿no?. Yo lo pasé chancho conversando y compartiendo con todos los que estábamos ahí, irreconocible, ni parecido a lo mal que me había sentido los días previos a mi entrada a este lugar. Hasta yo me sorprendí. Bueno, sigamos con la historia de Hulk. A determinada hora se fueron los hijos. Ahí llegó el momento de preguntarle por qué estaba ahí. Les narraré la historia tal como la contó él. Es medio enredada porque hay cabos que nunca pude atar, como el de cierta resolución del Seremi de Salud que lo "obligaba" a estar ahí encerrado. Bueno, resulta que empieza a contar que un día, había invitado a unos amigos a su casa (que en realidad eran amigos de su hermano). Ellos no eran personajes muy conocidos para él pero por su hermano los había aceptado en su casa. De pronto vió que uno de ellos tomó por detrás a su niñita, de 10 años (la menor) por las pechugas (mamas senos, pechos, bustos... no quise poner tetas porque estamos hablando de una niñita). Él dice que vio eso, se la tragó en el momento, se quedó tranquilo y no hizo nada. Según lo que yo entendí, esperó al día siguiente, y desde su oficina, cada vez más indignado, partió con la firme decisión de ir a sacarle la cresta (una paliza) al tipo que había abusado de su hija frente a sus ojos. Y así lo hizo. Lo fue a buscar y se convirtió en Hulk, este hombre verde y violento que conocemos de la serie ochentera "El hombre increíble". Dice que lo golpeo varias veces, contó los combos (puñetazos), fueron 14, 4 con la izquierda y 10 con la derecha. El otro según contaba solo pudo defenderse con 4 golpes que parece no le llegaron a Hulk. Obvio que al "pedófilo"  lo dejó botado en el suelo, según su versión (bueno, no sabemos que tan objetivo es su relato). Logró defender la honra de su niñita (creo que cualquier padre lo haría) y se sintió bien, pero no sabía lo que le vendría después... El tipo ni lo demandó, parece que tenía sus desviaciones hacia niñas pequeñas, finalmente (según Hulk, tenía algunos antecedentes), así que no hizo nada y se quedó calladito. El problema vino después cuando en ese estado de ira llegó a su casa y echó a la nana. Imagínense como tiene que haber sido esa escena luego de la adrenalina con la que venía luego de pegarle al personaje en cuestión. Tiene que haberla despedido con una ira que se las encargo.... Uuuuufffff... ¡¡del terror!! Obviamente, en pueblo chico infierno grande (porque aunque sea una ciudad se sigue teniendo la mentalidad de pueblo en esos lugares), la nana, se encargó de divulgar que su ex patrón la había echado a pistolazo limpio de la casa... eso fue lo que el pueblo entero supo, al parecer... Producto de todo lo anterior, lo que ocurrió después fue casi de película... Dice que luego, él en su oficina, aparecieron sus hijos, con nada más y nada menos que unas esposas, pero no para mostrarlas como juguete nuevo ni nada por el estilo sino que para ponérselas a él e inmovilizarlo. Luego de ello no recuerda nada... Le pusieron una inyección y cuando abrió los ojos ya se encontraba en "El Mañio". Lo llevaron dopado desde su tierra, Los Santos, hasta la capital. Lejos la historia más terrorífica, ¿¿no creen?? Tal como lo contó, me conmovió y encontré que lejos lo peor que le pueden hacer a un ser humano era traerlo de esa forma, contra su voluntad a un lugar mediante el engaño de que había una orden del SEREMI de salud de por medio que le impedía salir de ese lugar hasta que el Dr. Chukrut (pues quedó en manos de él) le diera el alta... y todo por la noble causa de haber defendido a su hija de un supuesto pedófilo. Al pobre durante muchos días lo drogaron con Haldol, un antipsicótico, neuroléptico muy potente. Y le pusieron un chaperón (A.T.) también para que lo vigilaran día y noche. Yo recuerdo haberlo visto cuando fui a conocer la clínica. El pobre caminaba atrofiado y pensé "pobre, en esta clínica también hay discapacitados". Vi como arrastraba los pies para caminar. Cuando me contó que era por el Haldol que anduvo así, le dije que demandara a la clínica porque eso era demasiado fuerte, esa droga tan fuerte se la dan a personas que están muy mal, con psicosis y alucinaciones muy fuertes. Al menos, el día que llegué, ya caminaba mejor, pero le costaba todavía.  Ya habían dejado de dárselo y le estaban dando otro medicamento para atenuar los efectos residuales de ese medicamento. Yo encontré del terror que le hayan dado esa medicación, porque loco, loco, no se veía. Bueno, más adelante, me contó que el móvil de sus hijos para esposarlo y traérselo así es haber creído que lo que había hecho lo había hecho como consecuencia del consumo de cocaína. Él ya llevaba un mes recién cumplido en la clínica cuando yo llegué y ya debía irse, pero los desgraciados de Chukrut no le dieron el alta, al parecer lo dejarían al menos un mes más ahí. Los de la secta Chukrut se portaron pésimo, imagínense que le prometieron una salida un día viernes para viajar por el fin de semana a Los Santos (bueno con A.T. incluido) y los desgraciados recularon, no le permitieron la salida!!!... ¿¿¿lo pueden creer??? Esto ocurrió cuando yo ya estaba fuera de la clínica, nosotros mantuvimos comunicación por Facebook y a veces por teléfono por eso sabía lo que pasaba con él. Hasta que finalmente, no sé como, le cruje la idea, se desvincula de Chukrut y pide hora con mi queridísimo Dr. Emmet. Pidió una hora para que él lo fuera a ver. Y así fue. Mientras Chukrut no lo quería dejar ir, mi Dr. Emmet le dió su diagnóstico rápidamente: trastorno bipolar leve, que, gatillado por un estado hipomaníaco había actuado como lo había hecho (que se parece mucho a un estado eufórico producido por la cocaína, por eso, ahora puedo empatizar con que sus hijos creyeran que había actuado así por efecto de esa sustancia). Le dió el nombre de un psiquiatra discípulo de él en Los Santos para que lo fuera a ver y se tratara con él allá. De inmediato le firmó el alta y al día siguiente ya estaba fuera de "El Mañío"... Rápido y simple... Para que vean lo que hace el lucro, el Sr. Chukrut le inventaba trastornos de personalidad, le alargaba la estadía en el lugar y así crecían sus enormes honorarios y alguna comisión que le tenía que caer seguramente por meter pacientes en "El Mañío". ¡¡Grande Dr. Emmett!! Cada vez confío más en ti. En todo caso, pobre Hulk, lo compadezco, no saben cuanta plata tiene que haber salido pagando de ahí, entre la estadía (mes y medio a 140 lucas diarias), honorarios del Dr. Chukrut (se estimaba con mi amigo Vito en un palo nueve -un millón novecientos mil pesos-), el chaperón (46 lucas diarias), medicamentos, exámenes, etc.... uffffff... yo con eso me compro un auto y de los buenos. Pero haber llegado contra su voluntad, tener que pagar por algo que él no eligió, y todo por algo tan simple como ¡¡¡una crisis hipomaníaca y NADA MÄS!! ¡¡PEEEEEEEOOOOOORRRRR!!! En fin. Creo que ésta era lejos la historia más rara, cuática y sin sentido de todas... Yo creo que por eso le dediqué más líneas para exponérselas.

Ya fue suficiente del Sr. Hulk, ahora nos vamos a la historia de Pedro... también apareció a compartir ese día con nosotros en este cumpleaños. Él era el más piola... a mi me costó descifrar por qué estaba ahí, se lo tuve que preguntar varias veces... de verdad, porque me costó entender... Él era algo así como mi colega,  pues estudió lo mismo, él ya había dado su examen de grado y hecho la práctica, solo le faltaba la memoria... a ambos nos faltaba un requisito para lograr ese "codiciado y odiado" título. Salió de mi misma Universidad, solo que era una generación más chica. A ver, como les explico la razón de su estadía ahí... Partió hablando de unos hongos y plantas alucinógenas que consumía con alguna frecuencia que lo dejaron pelando el cable. Tanto así que incluso cuando los dejó de consumir se empezó a psicosear... Parece que lo empezó a pasar muy mal, me imagino que hasta alucinaba en mala con sus hongos sin siquiera consumirlos... digo, para que haya terminado unas semanas en "El Mañío", algo así habría tenido que ocurrir. A los chilenos que leen este capítulo, supongo que habrán captado porque  bauticé a Pedro como lo hice... sí, exactamente, en honor al "San Pedrito" que es una infusión hecha de un cactus alucinógeno y por el "Peyote" que se produce con un hongo de las mismas características, ambos encontrados en el norte de nuestro país.  La verdad es que eso es lo que logré entender, Pedrito, si lees esta entrada, sorry si no logré comprender cual fue tu verdadera razón de estar ahí, pero con mi déficit atencional y todo hice lo mejor que pude entendiendo tu situación. Bueno, en nuestra convivencia con los hijos de Hulk, se dedicó a jugar pin pon o tenis de mesa, como les suene más bonito.

A todos los demás no nos paró la lengua conversando de todo y escuchando las historias estrambóticas de Justin Bibier, acerca de su vida con las drogas, sexo y Rock 'n roll. Tenía más historias que yo, con eso les digo todo, ¡¡era del terror!! Pero no alcanzabas a no quererlo, es más lograbas desarrollar un cariño especial y protector hacia él. Lo pasamos muy bien ese día. Los conocí a todos, excepto a uno. Un personaje misterioso que llegó el domingo en la noche y que al parecer enyuntaba mucho, a pesar de la diferencia de edad, con Justin. Ese fin de semana que yo llegué a él le habían dado permiso para ir a su casa. Por lo mismo, fue con quien menos compartí. A él le decían He Hans, por He Man (mezclado con otro nombre), por su parecido con él según ellos. Yo la verdad lo encontré más igual a Axl Rose, de Guns 'n Roses, así que para mi, en mi relato, se llamara Axl y punto. Bueno, él también estaba ahí por el Dr. Chukrut, su problema: la adicción al alcohol también, como mi amigo Vito. Llevaba harto tiempo ahí, con un A.T. que también lo seguía por todas partes. Fue muy poco lo que compartí con él porque además lo estaban medicando con algo que lo hacía dormir todo el día. El pobre estaba desesperado por eso. Yo la verdad entre más veía las estrategias de como lucraba el Sr, Chukrut cada vez me iba enojando más. Sentía que los enfermaba más para puro sacarles plata. Uyyyyy... del terror!! Bueno, fuera de este parésntesis, solo puedo decirles de Axl que lo encontré muy buena persona, divertido, bueno para la talla (bromas), pero lo vi poco como para llevarme una impresión más generalizada de él.

Bueno, estos son los protagonistas con quienes compartí mi estadía en "El Mañío"... Las aventuras y como viví mi experiencia ahí adentro vendrá en la tercera y última para te este capítulo.

Ah, olvidé contarles que Pedrito fue dado de alta el mismo día que yo. Y mi amigo Vito renunció a Chukrut, ambos nos dimos cuenta lo lucrativo que era su negocio y como entró por su propia voluntad no le fue difícil renunciar al tratamiento de la Institución del Dr. Chukrut. Hoy está de vuelta en su tierra natal, Timbel y continuará su tratamiento en una ciudad cercana que tiene buenos psiquiatras y psicólogos y, lo más importante, apoyado por su familia que estará a su lado.




sábado, 12 de mayo de 2012

Capítulo 23. "El Mañío" 1° Parte.... "La elección"



La idea de internarme surge un día domingo, un 22 de abril de 2012, ese día, por primera vez escuché a un Dr. o médico psiquiatra decirme que la única opción que quedaba para estabilizar mi cuadro era internarme (Siiiii, en una clínica psiquiátrica)... Claro, lo traté de ubicar todo el fin de semana y cuando lo logré estaba destruida, ya no le quedaba más opciones conmigo...

Ese fin de semana traté de ubicarlo como loca, no lograba que me contestara... le enviaba mails y nada y yo que me quería morir... Lo que más me tenía preocupada fue la cantidad de Ravotril que me tomé el día viernes de ese fin de semana, fueron 9mg los que me tomé en un día (no todas juntas, obvio) junto a otro tanto de pastillas para dormir para apagarme un rato. En todo caso, no se preocupen, como verán no me pasó nada, estaba tan descompensada que esas benzodiazepinas pasaban como pastillitas de menta por mi cuerpo. Hasta ese día viernes, ya llevaba una semana con síndrome de retiro de la venlafaxina, que les conté 2 relatos atrás. Pero ese día particularmente había sido del terror. Ese día tenía hora con mi ginecólogo de cabecera, el Dr. Ramiro Schering. Hace 2 años que no lo iba a ver así  que ya me estaba echando de menos mi doc., me tocaba un control completo (y los míos son bastante completos porque además sufro de ovarios poliquísticos). Como les explico, yo con mi síndrome de abstinencia por retiro de medicamentos que me tenía lloooooroooonaaa, imagínense, embarazada que salía de su consulta hacía que me saltaran lágrimas por mis ojos (como ya saben, producto de mis ganas locas de ser madre algún día). Fuera de eso, cuando me tocó entrar a la sesión, ésta fue bien amena. Obvio, tuve que partir por contarle mi super diagnóstico bipolar y mostrarle todos los medicamentos que tomaba. Lo bueno es que mi Dr. Schering conoce muy bien a mi Dr. Emmett y de echo él le tiene tanta fe que es EL psiquiatra que él recomienda a sus pacientes cuando lo requieren. Conversamos larga y amenamente durante la sesión. Me hizo mis exámenes de rigor y me mandó a hacer otros tantos de laboratorio para que el chequeo fuera realmente completo. Estos últimos me los realicé una vez fuera de mi "internación" (Que por lo demás aprovecho de contarles que estoy tiqui taca, como avión, no tengo ni SIDA, jajajajajajajaj!!!).

Ese fue mi paso aquel día por la consulta de Dr. Schering. Bueno, para que les sigo contando el resto del día, obviamente fue del terror... terminé ingiriendo mi total de 9 mg de Ravotril en un día ese día. Lo mismo ocurrió el día sábado y rematé el domingo, claro que a esas alturas mi mamá me había quitado los ravotriles así que no tomé 9 mg, solo 4mg al día. Fue ese domingo cuando pude comunicarme con Dr. Emmett. El pobre venía llegando de un fin de semana de conferencias en Uruguay, con razón no me contestaba, y yo hinchándolo toooooooodo el fin de semana llamándolo al celular. Lo bueno fue que cuando llegó me devolvió mis llamados, en ese momento no alcancé a contestarle pero luego le devolví el suyo. Le hable llorando, ya saben como, si, como siempre, como una Magdalena. Escuchándome como estaba y señalándole que ya no aguantaba más y que por favor hiciera algo por mi, ahí me dijo tajantemente, "la única solución internarte". De primera me asusté, pensé que le estaba poniendo color a lo que estaba sintiendo y a lo mejor no era para tanto pero la verdad estaba necesitando algo a la vena para que se me pasara esa odiosa sensación que estaba sintiendo. Como la decisión de internarme no estaba en mis manos, por el tema económico, le pasé el teléfono a mi padre para que hablara con él sobre mi caso. Las opciones de lugares para internarme eran diametralmente opuestas. Por un lado, el Hospital Clínico de una Universidad, de la cual él es el director (del hospital psiquiátrica, no de la universidad, por si acaso) o de frentón una clínica de aquellas que parecen hoteles 5 estrellas. Para Dr. Emmett la mejor opción era internarme en su hospital clínico para tenerme vigilada durante toda la mañana, pero él tenía claro que la hotelería ahí dejaba mucho que desear y conociéndome él a mi, sabía que no lo iba a resistir. 

Mi padre al día siguiente se reunió con mi hermano Máximo (él que me auspicia la terapia) para ver que hacían conmigo. Llegaron a la conclusión que si no había otra, había que hacerlo... internarme. Antes de eso, junto a Dr. Emmett esperamos unos días para ver si podíamos manejar la situación de manera ambulatoria. Fui a mi sesión el día miércoles y aparte de llorar no hice mucho más durante la sesión. Me dió 2 opciones, la primera, ir durante un tiempo, todos los días, 5 minutos a su consulta, entre medio de sus pacientes, para ver mi evolución de manera ambulatoria o, la segunda, sencillamente, internarme. Yo le pedí la fórmula más rápida que me quitara todo lo que estaba sintiendo. La opción más eficiente, obviamente, era que me internaran en una clínica psiquiátrica unos días.

Al día siguiente, el jueves, partimos junto a mi padre con el "tour del centro psiquiatrica"... Partimos por el Hospital psiquiatrico de la Universidad donde Dr. Emmett trabaja y del cual es director. Llegamos, lo ubicamos y me hizo un tour por el lugar (mi papá no pudo acompañarme pues tenía que entrar al sector de mujeres)... Siendo bien sincera, fue del terror... el lugar era antiguo, las camas de ese metal de camas antiguas de hospital y ese color en las paredes tan clásico de los hospitales públicos de este país, os que también son del terror. Convengamos que en nuestro país la salud es cara y es poco lo que se le destina a lo público, por lo que por esto último la salud no termina siendo de muy buena calidad como en otros países. Aclaro para que no me consideren clasista que yo soy de las que cree firmemente que el estado debe hacerse cargo de la salud, la cual además debe ser gratis, porque aquí el que no tiene plata, lamentablemente, se muere. Bueno sigamos. Pegado en las paredes de las habitaciones habían una especie de decoración infantil que lo hacía ver más bien como película de terror. Por otro lado, las piezas eran compartidas y solo había una para una sola persona. Pero que quieren que les diga, hasta esa, era bastante deprimente. Pero lo que más me chocó fue ver a una de las pacientes, recién salida de la ducha con su toalla puesta, desde otro extremo del lugar, llegando a su habitación ... el baño era compartido con todas las internas... Eso terminó de matar cualquier posibilidad de internarme ahí. Dr. Emmett trató de convencerme un poco de quedarme ahí (claro para lo que él necesitaba que me internara él estaría cerca al menos toda la mañana) pero igual tuve que decirle, diplomáticamente, que parecía mucho hospital público y eso me traumaba un poco bastante. Él obviamente entendió...

El "tour del centro psiquiatrica" siguió... Nuestra segunda parada fue la Clínica psiquiátrica "El Mañío", al otro extremo de la capital, camino a la punta del cerro. Se preguntarán por qué nombré así a este lugar... Bueno, resulta que este lugar en la vida real tiene nombre de árbol y el Mañío también lo es, y  si hacemos un juego de palabras esto calza perfecto con la palabra "maña": dícese según la RAE (Diccionario de la Real Academia Española): destrezas, habilidades, artificios o astucias, vicios o malas costumbres y como bien sabemos con lo que más nos encontramos en estos lugares son con mañas y toooooodoooossss los que entran ahí vienen con una o varias de ellas. (Director creativo del nombre: mi padre).

Llegamos a este lugar y de entradita se vió la abismal diferencia con el otro centro psiquiátrico. Entramos, nos atendieron muy amablemente, Andrea, la recepcionista. Se acordaba de mi perfectamente porque un par de días antes había hablado con ella por teléfono para preguntarle los precios del lugar (que por cierto casi caí desmayada cuando me los dió). Luego lo primero que ella hizo fue llamar a la enfermera, la que la llevaba en el lugar, la manda más, Elisa. Ella nos hizo un tour por todo el lugar. Nos mostró las habitaciones tipo hotel con baño en suite (nada de compartida la cosa acá, alivio) y una preciosa vista al jardín tipo bosque que tiene el lugar. Nos contó todas las actividades que se hacían ahí pues los pacientes deben mantenerse ocupados. Habían canchas de tenis y basquetball, de criquet, una piscina vacía (que luego supe que jamás llenarían por esto de tener a mujeres en bikini y entrar a revolucionar las hormonas de los hombres, jajajajajajaja), sala de entrenamiento con personal trainer, Manuel (muy entusiasta él), profesora de yoga y una terapeuta ocupacional, la Consuelo (quien les organiza durante el día actividades manuales o recreativas para que hagan algo los internos). Tenía un gran jardín que parecía más bien un mini bosque, había un sector con mesitas donde se reunían a fumar sus cigarros los internos. Adentro, tenía además una sala de TV con plasma, cable y aparataje para poner películas y hacer tardes de cine. Tenía una gran sala de estar para recibir a las visitas y un comedor bastante cómodo, limpio y ordenado. La verdad es que todo se veía de lujo (a primera vista, en las otras partes de este capítulo se irán riendo conmigo de determinadas cosas que sucedían ahí).

Finalmente, la decisión fue tomada. El Mañío sería el lugar que acogería mi "internación". El valor diario ahí era más caro que una noche en el Hyatt, con comida incluida, pero yo estaría poquitos días y mi familia podía hacerse cargo de ese gasto gracias a Dios.

Al día siguiente, el día viernes, fui al control de 5 minutos entre pacientes que Dr. Emmet había solicitado para ver como estaba. Fui con mi papá. Entré primero yo y quedamos que la "internación"  sería un hecho y que para él lo mejor sería que me internara al día siguiente, el sábado, para terminar rápido con todo esto. Nada de esperar al día lunes para ello como se había pensado en un comienzo. Hizo entrar a mi padre, conversaron y quedó todo listo para internarme al día siguiente. Me entregó la orden para la clínica (supongo que sabrán cual fue la elegida). Estaría ahí de sábado (muy temprano) a miércoles antes de las 12 (hora del check out). Yo solo tuve que llegar a casa, hacerme la idea de esta nueva experiencia a la que me sometería y a hacer mi maleta para mi "viaje" por 4 días a este submundo...

Los dejo hasta aquí con este capítulo. Ya se vienen las otras partes, pues es un capítulo extenso y no menor en mi vida, pero no los quiero aburrir para que esperen con ansias las "aventuras" que se vienen...

miércoles, 2 de mayo de 2012

Son cosas del fútbol... ¿no?

Bueno y qué??? Lo tuve que hacer..., siiiiii, me internaron!!! Si tal como lo leyeron: Me internaron en una "clínica" ¡¡¡psiquiatrica!!! Suena horrible, ¿¿¿verdad??? Para mi también... Jamás pensé que iba a llegar a esto algún día... pero el día llegó pero precisamente no porque estoy "de patio", no he intentado suicidarme ni matar a nadie... solo estuve viviendo una depresión de la San Puta y muy descompensada y Dr. Emmett quiere hacerme un ajuste farmacológico vigilado, nada más.

Desde la penúltima entrada donde les comenté que estaba viviendo un síndrome de abstinencia por retiro de "droga" (venlafaxina) que he estado viviendo las peores pesadillas que se pueden tener por culpa de esta enfermedad... no las vivía hace tiempo, creo que la última fue hace un año. He pasado las últimas 2 semanas llorando desconsolada, como una verdadera María Magdalena. Tomando las benzodiacepinas como pastillas de menta, para apagar mi mente pues necesitaba que me dejara de atormentar, necesitaba que me dejara tranquila. Lo mismo hice con las pastillas para dormir, me las tomaba con la misma finalidad por las noches, y con la  misma facilidad porque la verdad el sufrimiento durante el día me tenía podrida. Los días previo podía pasar fácilmente de la tristeza profunda a la irritabilidad del terror. El mundo era completa y absolutamente espantoso. Al pobre Dr. Emmett lo tenía loco YOOOOOOOOOOOOO!!! Yo creo que está a punto de ir a internarse conmigo, aunque dudo que a la misma clínica que yo, jajajajajajajaja... Lo tapé de llamados y mails, uffffffff, hasta decir basta... pero la verdad es que mi desesperación no tenía límites, solo pedía auxilio y mi enfermedad está en sus manos.

Estuve 4 días y medio en ese lugar y tengo muchas aventuras y anécdotas que contar... No escribiré un  capítulo full extended porque puede que no acaben nunca de leerlo... Escribiré mi experiencia "internística" por partes, espero la disfruten... Ésta es solo la introducción de la historia que se viene...