Ayayayayyyyyyyyyayyyyyy!!! Esto que les contaré si es del terror. De hecho este relato lo escribí desde el lugar terrorífico en que me encontraba, ahora solo se los traspasaré... Y bueno, quizás el lugar no era el terrorífico sino las circunstancias y el estado que me llevaron a caer ahí.
Antes de contarles lo que les comenté, primero les haré una introducción, con un resumen de lo último que había estado viviendo, antes de "caer"... Partamos por decir que mi vida estaba marchando sobre ruedas, demasiado bien para mi gusto, ja! El último tratamiento que me armó Dr. Emmet durante mi estadía en "El Mañío" fue acertadísimo, le "achuntó" medio a medio, andaba como avión (y no porque estaba subiéndome en la nube hipomaníaca, simplemente porque me sentía y estaba bien). Todo me estaba resultando increíble...
Antes que partiera todo tan pero tan bien, luego de mi licencia prolongada y mi paso por el Mañío, algunas cosas indeseables me sucedieron, cosas tales como que mi hermano Máximo prescindiera de mis servicios profesionales. No me despidió directamente pero lo hizo sutilmente... me dijo que no había trabajo en la oficina para mi así que no valía la pena que siguiera yendo, así que adiós sueldo e idas a un lugar fuera de mi casa. A cambio de ello me ofreció un subsidio semanal para tener con que moverme y me dedicara solamente a estudiar para mi examen de grado. Para que les cuento cuanto lloré, lo hice como una Magdalena para variar, sentía que una vez más en mi familia me estaba invalidando. Si bien Máximo no estaba obligado a darme trabajo tampoco era para que después de haberme recontratado y reconciliado, en cuanto a tema de pega se trataba, durara menos que un candy trabajando en la oficina. Pero eso ya es historia pasada. Hoy agradezco lo que hizo pues o sino hubiese seguido quejándome de la vida tediosa que llevaba en la pega y hoy le dedico 100% de mi tiempo al estudio.
Luego de ese suceso tuve un pequeño peregrinaje por otro trabajo, de asistente de producción en una productora de eventos, H2O, con mi amiga Collette... les digo pequeña pues no duró mucho nuestra relación laboral ya que ella no podía seguir pagándome el sueldo. Con Collette nos hicimos amigas gracias a Jack, ella necesitaba un "servicio de utilidad pública" y yo intenté dárselo. Así nos conocimos. Ella es muy divertida. Tenemos en común esa eterna búsqueda del príncipe verde que no aparece por ningún lado. Yo busco que busco que ese cuento de hadas que nos enseñó Disney se vuelva realidad, pero nada, todo fue un engaño de Walt y con ella mientras trabajábamos nos sentábamos a ver como podíamos solucionar esta "terrible" situación.
Para seguir con este pequeño resumen y a propósito de lo que escribí les cuento la super anécdota que tuve con un personaje que creí salido de Disney. Hace como 2 meses, cuando mi relación con Jack estaba pésima, no existía, una persona me invitó a salir. Yo siempre lo había encontrado guapo a él. Cuando se concertó la cita yo juré que ese sería mi príncipe verde (recuerden que los azules no existen). Me lo imaginé en colores casi llegando, él, en un maravilloso carruaje a buscarme. Estuve toda una semana pelando el cable con él y con esta salida, según yo ÉL era el indicado para mi. Pero todo se derrumbó. Lamentablemente, llegado el día, una vez que puse un pie fuera de su "carruaje" cuando me pasó a dejar a mi casa, me di cuenta que mi príncipe verde se había convertido en ¡¡¡SAPO!!! (el protagonista de esta historia ha sido mencionado en este blog pero le prometí no mencionar quien es, así que cumpliré). Fue una cita muy extraña, solo les puedo decir que me hizo sentir que tenía en mi frente escrito "Solo sirvo para tener sexo" en letras gigantes. No fue ni una pizca de lo que yo esperaba. Me sentí defraudada, pero uno se defrauda cuando tiene expectativas y parece que las mías fueron muy altas, y de eso, él no tiene la culpa, solo yo. Lo siento "sapito" pensé que seríamos la pareja perfecta pero toooooodooooo mal con esa salida, ni a la esquina contigo, a menos que me demuestres lo contrario y lo dudo, jajajajajaajaj!!! Imagínense que cuando me volvió a ver, porque a él lo tengo que ver de vez en cuando de pasadita, se puso tan nervioso que trató de esconderse y su voz en vez de sentirse cercana, desde donde realmente venía, de pronto comenzó a alejarse hacia el fondo del pasillo. No he vuelto a saber de él excepto por un intercambio de mails que tuvimos después de esa engorrosa situación para él y ahora hace poco en que después de otros mails logró verme a la cara y saludarme (claro, considerando que han pasado como 2 meses desde nuestro fraude de salida, jajajajaajjaja!!). Bueno simplemente no fue, tuve que decirme a mi misma: NEXT (que venga el próximo y esperemos que no sea tan pastel como este). Pero por otro lado, me reconcilié con Jack, luego de una pelea del terror que tuvimos, así que no odio tanto a los hombres. De hecho nuestra relación, después del impasse a muerte que vivimos, se tornó más especial, pero no sentimentalmente hablando, sino porque nos empezamos a entender mejor que antes, el cariño que nos tenemos siento que creció y nos empezamos a respetar mucho más.
Miren todo lo que he alargado este relato para contarles la situación crítica en la que estuve, pero habían algunas cosas que contar antes. Bueno, ahora iré al grano... Creo que ni se imaginan en que estuve ni donde. Estuve como dicen con una pata aquí y otra en el más allá... Solo puedo partir por contarles que me enfermé con cuática y paré en la clínica, ya no en una psiquiatrica, como la anterior, sino que en una de aquellas normales que todos conocemos. SIIIIIII, FUE HORRIBLE ¡¡ESTUVE 11 DÍAS INTERNADA!! Tres de esos los pasé en la UCI (Unidad de Cuidados Intensivos). ¿El Diagnóstico? Ni les cuento: un poco de neumonia, la pelura inflamada (tela que recubre al pulmón) y lo peor: ¡¡Un TROMBOEMBOLISMO PULMONAR!!! Un coagulo en mi pulmón!! Suena terrible, ¿¿verdad?? Bueno lo fue. Todos los médicos me han recalcado que me salve de la muerte: los médicos de la clínica, mi cardiólogo y mi Dra. experta en trombofilia. La verdad que eso es algo que uno piensa que jamás le va a pasar pero me pasó y aquí estoy vivita para contarlo, gracias a Dios, a todos los santos y ángeles que me cuidaron.
¿Cómo fue esa estadía en la clínica? Como les comenté estuve 3 días internada en cuidados intensivos, principalmente, porque tenían que pasarme por vía intravenosa un anticoagulante específico para parar el cuadro lo más rápido posible (además de tenerme monitoreada constantemente). Ahí estuve metida entre ruidos de monitores y de hospital, con visitas restringidísimas y en horarios muy reducidos esos primeros 3 días. Me quitaron hasta el celular pues podía hacer interferencia con las máquinas que me medían constantemente (eso fue espantoso, incomunicada ¿¿yo?? fue como quedarme de una en pelotas). Igual mi mamá me lo dejó así que a ratos, jurando que nadie me veía (teniendo frente a mi una gran cámara vigilándome), me metía a Facebook a relatar mi proceso y leer tooooodooosss los saludos que recibía (agradecidísima pues se nota que me quieren).
Esos días en la clínica aprendí a perder el pudor (casi perdí mi dignidad). En la UCI me ponían unas batitas donde mostraba todo, así que no le dejaba nada a la imaginación a quien entrara a verme. Todas las mañanas una enfermera o enfermero entraba a hacerme un lavado por presas en la cama pues tenía prohibido levantarme. No me quedó otra que entregarme... Pero lo que más me costó acostumbrarme y sufrí como china fue a hacer mis necesidades en lo que llaman "chata", en la cama. Los 6 días que estuve con prohibición de levantarme estuve estítica, entenderán por qué, no?? Y el pipí estaba fruncido entero, se cohibía para salir, tenía que hacer todo un ritual para que fuera saliendo de a poco. ¡¡¡Fue horrorosísimo!! Lo otro que me tuvo mal, sobretodo en la UCI fueron mis intentos por conciliar el sueño por las noches. Tuvieron que llamar a Dr. Emmett quien dió las indicaciones pertinentes para que yo lograra dormir.
Finalmente, pasé 3 días en la UCI, llegué un jueves en la noche y el domingo como a la misma hora me pasaron a pieza normal. Fue lo máximo. Al fin televisión con cable, una pieza grande y espaciosa... El anticoagulante vía venosa ya no me lo tenían que seguir pasando así, por eso fue que me liberaron de ese claustro. Ahora el anticoagulante me lo darían vía oral y mediante inyecciones en mi estómago (Siiiii, que fuerte suena esto último, pero lo tuve que soportar). Así que así llegué al tercer piso, a un lugar más normal. De todas maneras, tuve que mantener ahí mi reposo absoluto durante 3 días más así es que me contrataron una enfermera para que se quedara cuidándome durante las noches. Así fue como llegó mi querida Marcela que fue quien me cuidó hasta la última noche que pasé ahí, se portó un 10 conmigo, excelente.
El reposo absoluto me tuvo con los nervios de punta. La Marcela lo primero que hizo en mi segundo día de pieza normal fue lavarme mi pelo, no sucio, extremadamente tieso de lo cochino que estaba por tantos días sin poder lavármelo. Lo hizo en la cama, al igual como eran mis baños con ese reposo sin levantarme que tenía. Ya el día miércoles me levantaron el castigo y pasé a reposo relativo, podía levantarme al baño sola y ducharme vigilada por mi enfermera. Pasé lunes, martes, miércoles y jueves entre visitas y el aburrimiento de estar enclaustrada en una clínica ya que el viernes me darían de alta, estaba todo listo y dispuesto... estaba feliz... Pero como nada es definitivo y todo relativo algo salió mal... ese día viernes no me pude ir... La razón: el rango terapéutico óptimo de mi INR (sigla internacional para medir el nivel de coagulación en la sangre) había bajado. Éste debía estar entre 2.0 y 3.0 (lo normal es que todos tengamos la coagulación en rango 1) y el 2.6 que tenía el día anterior había bajado a 1.2, casi a nivel de una persona normal. Cero posibilidad de darme de alta ese día. Me tuve que resignar, solo podría salir cuando mi rango fuera el óptimo para salir a la vida nuevamente. Ese viernes lo tuve que pasar en la clínica. Me tuve que resignar, así como también lo tuve que hacer el sábado y el domingo por la misma razón, mi INR no subía...
Hasta que por fin llegó el día, luego de 11 días en la clínica, el día lunes mi rango subió a 2.7, perfecta para ser dada de alta y así ocurrió. Antes que llegará la enfermera jefe a darme la noticia, la Marcela ya me había contado cual había sido el resultado de mi examen. Supe muy temprano que ese sería el día de mi partida. Luego se hizo todo el protocolo pero ya antes, incluso que el Dr. viniera a darme el alta, había llamado a mi casa para que me fueran a buscar. Una vez que el doc. firmó todos los papeles correspondientes, me hizo todos mis certificados médicos, me dio las últimas indicaciones y se fue, me levanté raudamente de la cama, me vestí y ordené todo lo que tenía dando vueltas por la habitación. Me hicieron entrega de mis exámenes, ¡¡¡estaba lista!!!! Mi padre se demoró un poco en llegar así que estaba muuuuuuy inquieta, solo quería largarme de ahí. Hasta que por fin apareció. Junto con él lo hizo mi querida enfermera Marcela con la silla de ruedas lista para llevarme fuera del recinto, al auto que me llevaría de vuelta a mi casa.
Entré un 28 de junio del 2012 a la clínica y salí un 9 de julio (del mismo año, obvio) y comenzó la segunda etapa, la recuperación en casa. Hoy 16 de agosto, solo puedo decirles que aún me queda un largo período de tratamiento anticoagulante, de 6 meses a un año, tengo que controlarme el INR cada cierto tiempo, no puedo fumar (lo dejé hace ya casi 2 meses y ha sido complicado sobretodo cuando salgo de carrete o hacer vida social, me como un "coyak" en reemplazo), ni puedo tomar trago (porque la sangre se licúa más con el alcohol), no podré volver a usar pastillas anticonceptivas nunca más en mi vida (eso dicen), tengo que tener cuidado con las caídas pues los moretones con tratamiento anticoagulante son complicados y ni hablar de cortarme, tengo que tener mucho cuidado porque me puedo desangrar, bueno y el dolor en la pleura que me acompañará por unos meses más. Mi vida ha cambiado, de hecho siento que mi trastorno bipolar ha pasado a segundo plano pues mi coagulo, es decir, mi tromboembolismo pulmonar (TEP) me acompañara por bastante tiempo y me ha dejado menos tiempo para pensar que sufro de ese trastorno... Y como además el tratamiento de Dr. Emmet me ha hecho muy bien, muchas veces hasta olvido que tengo esta doblepolaridad...
Estos han sido los últimos acontecimientos que tenía en el tintero por contarles... quizás quedan algunos más pero quedarán para otra ocasión, ahora quedo tranquila con haberlo puesto de nuevo al día con mi vida.
Hola
ResponderEliminarSaludos desde Colombia, me entero de tu dolencia y de todo lo que sufriste en estos días, espero te recuperes por completo de esta.
Si es bien complicado estar con el TB tener un problema por otro lado es mucho más, pero en esta vida todas son oportunidades que se deben superar.
Me gustaría hablar contigo mas privadamente, pues quisiera compartir ideas sobre como mejorar escritos, pues soy aficionado a escribir pero no lo hago muy bien en cambio tu escritura es muy fluida y entretenida, tambien podría colaborarte en cambio con algo que pueda, no se, hablando podría haber algo en lo que te pudiese servir.
CÓMO QUE PASTEL ?????????????????????...
ResponderEliminarY mis visitas a la clínica ????
Y el Toblerone ????
Ya verás... Ya verás... Y ESTUDIA !!!!
Que bueno saber que estas bien vivita y coleando... yo esperando lo que me prometistes... y también te tengo una primicia... me decidí escribir un blog... espero que lo leas... se llama MIS 3 CARAS Soy Bipolar dos y medio... te espero pronto ... cariños... Kaliani..
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