Capítulo 14. "El tour del carrete, farra, parranda y/u/o bacilón un día de semana cualquiera..."

El miércoles pasado me mandé un carrete de aquellos... solo que sin alcohol, ese fue el único elemento que falto en mi cuerpo, el resto fue muy entrrrrrretenido... Esa noche, al menos para mi no deparaba nada muy auspicioso, sería como cualquier noche de miércoles de los últimos 5 meses y medio, ni un brillo. De visita en la capital andaba mi primo Martín visitando a su madre, la tía Marie (recuerden que está en mi casa por su operación) y jugándose sus últimos petardos para ver si Camille (una de mis amigas Sucupéntricas) lo aceptaba de vuelta (habían terminado hacía un par de meses y recién mi primo, hombre que es, se había pegado el alcachofazo que la estaba perdiendo de verdad). Sin planearlo y sin ningún tipo de expectativas en mente salió este carretito...

Antes de contar los por menores de esta salida, les contaré un par de anécdotas que tuve ese día con mi sobrina menor... Mi primo Martín estaba desde el día anterior alojando en mi casa. Ese día miércoles desperté tarde, almorzamos y a las 5 de la tarde debía llevar a mi tía al doc. (donde mi mismisimo Dr. Emmet). Antes de ello debía ir a buscar al colegio a mi sobrina de 11 años, la Jechu (Ma. Jesús, que de Santa no tiene mucho pero bueno). A las 4 y cuarto debía estar en su colegio que está a unos 7 minutos de mi casa. Salí a a las 4, por el tráfíco llegué un poco pasada la hora de salida. Me bajé, empecé a buscarla y no aparecía. No era muy difícil encontrarla pues sobresale del resto de sus compañeritas, tiene 11 años y es de mi porte (bueno no es muy dificil, pero mide un 1.60 ya a su edad). Le pregunté al conserje por ella, me mandó a hablar con la Inspectora y me dijo que tenía que andar por ahí con su cara pintada ¡ROJA! Oh Dios!!! Dando la nota alta!!! y la mandó a llamar por su aparato tipo walkie-talkie. Me di ocho mil vueltas. El conserje me preguntaba a cada rato si la lograba encontrar. La busqué, la fueron a buscar, la llamé a su celu porque estaba apurada pues debía llegar a la hora para llevar a mi tía al doc. De repente, con su calma la veo aparecer con una amiguita y su cara pintada casi entera con tinta roja (si no hubiera sido mi sobrina no lo hubiera creído, jajajaja...). Habían iniciado una guerra de tinta y había sido reprendida "injustamente" pues creían que ella había sido la precursora y ya habían mandado a llamar a su padre (menos mal que su padre tiene el carácter afable que tengo yo y no la retó). Ella dijo había sido su mejor amigo el que había comenzado todo. Nos subimos al auto, vamos saliendo y aquí viene lo chistoo... se asoma el conserje por la ventana del copiloto, lanza una carcajada y me dice "Y ¿¿era ella a quien buscaba???" Le contesto que si y me dice muerto de la risa "pero si ella es muy conocida, ¡¡porque no me dijo antes!!" ¡¡PLOP!! Yo me agarré la cabeza y solo me reí. Mi sobrina con cara de inocente solo me miró y yo me dije, "Parece que en algo se parece a la tía, ja!".... Nos fuimos escuchando reggaeton y conversando del percance de la tinta para la casa. Fue muy chistosa toda la situación.

Llegué al filo de la hora a buscar a mi tía. Bajó del depto y partimos, obvio, ya había un pequeño taco. Nos acompañó Martín. Salió todo bien, a la vuelta pasamos al super y volvimos a casa. La Jechu, estaba feliz metida en internet, no quería irse a su casa pero tenía que ir a dejarla tipo 8pm y mi primo me acompañó. Nos llevó escuchando reggaeton toooooodo el camino y pelando el cable de lo que hace la "juventud" de ahora. Se sabía tooooodoooosss los reggaetones que salían en la radio, Justin Bieber, Britney Spears, Miley Cyrus, en fin... radio Disney era la que escuchabamos... llegando a su casa empezó el que para ella era el mejor reggaeton y dijo que no se bajaría del auto hasta que terminara. Terminamos los 2 bailando con ella en el auto. Muy prendidos. Nos dejo listos con todas las pilas pa' salir a carretear ¡¡¡eh- eh-eh-eh-eh!!! No dejamos que la canción terminara y la hicimos bajar del auto, era muy larga, pero si quedamos con el bichito de salir a bacilar!!! Una niña de 11 años, cual pasto seco, nos hizo prender con agua, jajajajajajajajajaj... !!! Dicho y hecho, nos dejó listos pa' la farra...

Llegamos a la casa y a las 9pm, el carrete ya estaba armado... saldríamos con Camille, mi prima Amanda y su marido Akram (líder de una conocida banda chilena de música reggae). Pedí el auto de mamá, pues el mío sigue sin papeles. Partimos con Martín a buscar a Camille a la salida de sus clases de inglés. Primer destino a comer comida koreana y japonesa!!! La Amanda con Akram, ya nos estaban esperando ahí. Llegamos, estacioné el auto en una calle perpendicular a media cuadra del restaurant (sin cuidador, ERROR). Nos bajamos, entramos y había una hermosa mesa servida con todo tipo de comida excéntrica, luego llegó el sushi. Hacía varios meses que no veía a mi prima Amanda y su marido (ella es de la zona de Sucupira y Chiriwest) así que fue muy lindo reencontrarme con ellos. Comimos, tomamos (yo y la Amanda Coca Light, el resto un trago japonés, tipo vodka aguado) y conversamos... de la vida, de mi bipolaridad, de Sucupira, Chiriwest, proyectos de vida, la familia, negocios, en fin... De pronto, entró un cuidador de autos, el de la calle frente al restaurant, ya era medianoche y decía que debía irse (venía por su money) y que en la calle perpendicular, a un auto blanco le habían tratado a robar. Yo salté pegando el grito en el cielo "EL AUTO DE MI MAMÁ, ME VAN A MATAR!!!!" Muy exagerada, como soy, jajajaja... y me dijeron "Ya no seas exagerada si están hablando de oooootras veces que han robado no de ahora"... Me hicieron burla por exagerada, que se estaban refiriendo a otra oportunidad, me llegaron a hacer sentir ridícula por pensar que era mi auto. Así que me quedé sentadita tranquilita sin chistar, me convencieron, ¿que más iba a hacer?? ¿¿más escándalo?? no po!!... Me quedé con "su linda" explicación y seguimos un rato más en el restaurant. Llegó la hora de cierre tipo 12:30am. Sospechosamente frente al restaurant había una cuca de pacos ("van" de policias). Yo muy chora dije dentro de mi "Jaja, que me paren estos pacos ..., no he tomado ni una gota de alcohol, ja!". Caminamos al auto, Martín, Camille y yo... cuando me voy acercando casi, como una ilusión óptica, veo un millón de vidriecitos rotos al lado de la puerta trasera del copiloto... ¡¡¡DEL AUTO DE MI MAMÁ!!! ¡¡¡ESE ERA EFECTIVAMENTE EL AUTO QUE HABÍAN TRATADO DE ROBAR!!!! Palidecí y corrí al auto... ¡¡Lo último que me faltaba!! (recuerden que soy la reina del condoro). Con todo lo que peleo por el auto con mi mamá me estaba pasando eso!! Martín y Camille me gritaron "¡¡¡Anda, corre a decirle a los pacos antes que se vayan!!!"... Corrí, llegué donde ellos y me dijeron "Hace como media hora que la estabamos buscando"... Claro, cuando entraron al restauant y me asustaron fue para avisar si el auto era de alguno de nosotros. Los Carabineros se dieron la vuelta... La verdad es que los ladrones no pudieron robarse nada porque la radio, que era lo único que podían sacarle, se esconde solita cuando se apaga el auto. Mi cabeza solo pensaba "¡¡¡¡El problemón que se me viene con mi madre!!!!" Dejé estampada la denuncia con la policia, para seguir el procedimiento normal y para que se hiciera la pega justiciera como debía ser. Ese procedimiento no iba a llegar a ninguna parte pues el daño había sido menor y justicia no se haría lamentablemente. Eso me reclamaron los mismos carabineros al pregunatrme cuales eran mis estudios para llenar la denuncia y vieron que era egresada de derecho. Reclamaron contra el sistema judicial y me pidieron que por favor hiciera algo al respecto porque las víctimas de delitos siempre terminaban cargando con ellos...

Ahora teníamos que pensar como cresta íbamos a resolver el embrollo. Yo una cesante sin ni uno en el bolsillo para pagar un vidrio eléctrico. Yo media hipomaníaca ya a esas alturas me reía y el resto medio arriba de la pelota tenían el plan semi urdido... la idea era levantarse muy temprano, ir a un lugar cerca de mi casa, antes que mi madre se diera cuenta de lo sucedido, involucrar a mi tía (la que nos guarda más secretos que un cura) para que nos prestara un cheque y listo. El problema ya estaba solucionado... Con todo "resuelto" en nuestras cabecitas ¿¿¿cómo ibamos a arruinar el tresto de la noche de parranda??? Of course not!!! ¡¡¡SIGAMOS EL CARRETE!!! ¿¿A DÓNDE??? Dónde fuera, ¡¡la noche santiaguina nos esperaba!!! y todavía quedaba muuuucha noche... Primero, había que buscar un lugar donde estacionar el auto sin que corriera riesgos de ser robado por completo con un vidrio menos... el estacionamiento privado de mi prima y Akram frente a su local, cerrado con reja de metal y su buen candado, solo para nosotros, era la solución... me sentí importantísima, jajajajajajaj.... ¡¡¡Problema resuelto!!!

Ahora si que si, la siguiente parada de la noche ¡¡¡YEAH!!!... Una aventura nueva, inmiscuirnos en una "Noche árabe"... Nos meteríamos en ese submundo donde personas de descendencia o nacionalidad árabe (nacionalidad de mi abuelo y por ende descendencia mía) celebraban con orquesta, música, baile y comida, sus orígenes. Todos compartíamos la pasión familiar por esa cultura, menos Camille, pero que ya casi, por rebote por, estar de polola (novia) un tiempo con mi primo Martín (y pronta a volver, como que me llamo DoblePolaridad, ja!) también la compartía. Fue genial. Personajes "extrambóticos" que tienen la misma cultura que nosotros disfrutando con pasión de sus raíces. Era como estar en una de nuestras clásicas fiestas occidentales, solo que al más puro estilo árabe. El whisky corría por doquier. Mujeres vestidas de odaliscas, no tan destapadas pero si con harto escote y moneda colgando. Hombres con mucho anillo y joyas y hartas narices grandes. Mucho ruido y risotadas. Recordemos que los paisanos somos gritones. Cómo habría gozado mi abuelo y mi familión estando ahí. Yo nunca había ido a una que no fuera en nuestra propia casa familiar en Sucupira cuando se juntaba el familión (hoy la casa cayó parcialmente tras el terremoto). Solo recuerdo haber ido a una noche árabe en Miami cuando era muy pequeña. Nos quedamos hasta que terminó tipo 3:30am. Conocimos al dueño traído directamente de Jordania, al parecer. Personas extrañas, un jote paisano que se sentó solo en un lugar estratégico, con un vaso de whisky y un pucho en la mano sin quitarme la vista de encima toda la noche (en un principio me dió un poco de miedo, después lo tomé con humor). Por otro lado, una mina más loca que una cabra que se hacía pasar por española, que juraba que todos creíamos que lo era, pero en verdad todos de alguna forma sabíamos su verdadera historia de prosti encubierta en Chiriwest (el mundo es un pañuelo). Ah, y no paró de joder al marido de mi prima Amanda (lo que la terminó sacando de quicios, lo cual entiendo, pero el argumento con que Akram, quien era el famoso del grupo, defendió la situación le terminó dando el punto sabio a él). Fue muy chistoso como todos hilamos por lados diferentes su triste historia... y ella tratando de sacar su mejor acento español para hacernos creer su nacionalidad española pensando que la mitad de nosotros no la conocíamos, poooobre, hay cada loco en este mundillo...

Llegó el momento de irse... pero la cosa no terminaba ahí... Siguiente destino, darse una vuelta por el local del que es dueño el marido de mi prima (yo ceo que a estas alturas también ella), un clasicón del reggae (yo recuerdo en mi época de antes de los veinte haber ido mucho ahí). Yo cual vieja, estaba adolorida entera, me dolía la espalda como si me hubieran apaleado, pero hasta ahí lo había pasado chancho, hasta me seguía riendo del percance del vidrio del auto de mamá. Cerraron el lugar, los jefes pusieron orden a sus subalternos y nos fuimos. Pero Uds. creen que la cosa termino ahí???? NOOOOO!!! El clásico bajón de hambre se apoderó de los carreteros... Próxima parada: un lugar muy conocido, de antaño, (no para mi, me daclaré ignorante, de hecho me molestaron con el hecho si conocía la "Plaza Italia" los chilenos entenderán la talla). Es un clasicón, con historia: "La Casa de Cena". Se abrió a principios de los 80 en plena dictadura y tiene toda su historia. Se caracteriza por estar abierto toda la noche y servir comida, comida, a toda hora. Primera vez que iba y me encantó conocer esa parte de la historia. Estar sentada ahí y ver como se manejaban las relaciones y los asuntos era como un clandestino de los años 20, muy interesante y chistoso. Primero llegamos, y Mr. Importante Akram y su Sra. mandaron a llamar al guardia del lugar, quien salió de inmediato, especialmente a la calle a cuidar mi auto con la ventana rota (obviamente post pago de un billetito). Entramos, el lugar era muy estiloso, lleno de pinturas chilenas, ambiente chilenísimo, mozos al muy estilo chilensis y si sus paredes y mozos hablaran uffffffff.... la de historias que saldrían de ahí. La cosa es que en un instante la mesa se llenó de sopaipillas, pan amasado, empanadas fritas, machas a la parmesana, camarones al pil pil para Akram, un pedazotote de lomo para Amanda, whisky sour, vinito y Coca Light para las abstemias prendidas sin alcohol. Nos reímos demasiado, tooooooda la noche....

Lo pasamos increíble, debo decirlo, con todas sus letras, fue un GRAN TOUR DIFERENTE por la noche santiaguina... A las 5:30 de la mañana nos fuimos de vuelta a casa con el par de curahuillas que llevaba de pasajeros en el auto echando la talla, arriba del balón (yo me acoplaba a ellos con mi hipomanía potenciada con toda la cafeína de la Coca light). Había que ordenarse para llevar a cabo el plan de reponer el vidrio y pasar piola con mamá y el estado etílico ponía la pista pesada, ja! Camille, debió irse a alojar a mi casa y mi primo Martín de un principio se quedaría ahí. El problema sería levantarnos temprano a hacer el trámite: despertar a mi tía Marie, pedir el cheque y partir sin que papá y mamá se dieran cuenta (cual niña de 15 arreglando las maldades). Llegamos a la casa, Martín con su botella de vino en la mano que había sobrado en la Casa de Cena, jajajaja, le pasé un saco de dormir para que durmiera en el living y Camille dormiría conmigo. Los dejé  a cada uno acomodaditos en su lugar. Camille solo repetía que nuestro salvador sería su despertador y su cabeza obediente que despertaba al primer sonido de aquel, y él sonaría en aproximadamente 2 horas más pues ya eran casi las 6 de la mañana. Yo sabía que eso del despertador no era buena idea. Yo si tomaba mis pastillas para dormir, pues es la única forma que duermo, no desperatría ni con un bombo en la oreja. Di un par de vueltas por el depto, me embriagué con el olor a cantina que tenían este par entre el living y mi pieza, jajajajajaja... (esa sensibilidad olfativa uno la tiene cuando uno no toma, jajajajajaj). Pasé al baño a lavarme los dientes, medité un rato, volví a la pieza y le dije "Camille no te preocupes por el despertador, yo me encargo de que nos depertemos, me aprovecharé de mi enfermedad y seguiré de largo" (si sigo de largo, me pongo hipomaníaca y ando fresca como una lechuga al otro día, si bien es algo que no debo hacer, la ocasión lo ameritaba). Primero me reclamó un rato diciendome que no debía sacrificarme, pero para mi no lo era, pues sueño no me iba a dar. Me puse mi pijama, me acosté en la camita y prendí mi computador, para matar el tiempo. Mientras, rápidamente Camille se quedó dormida (hasta roncó la loquilla, jajajaj, peldón por delatarte amiga, ja!). Había olvidado que a las 6 de la mañana a mi madre le encantaba ya empezar a dar vueltas por la casa y yo con toda la Coca Light que había tomado, al baño fui mil veces... Obvio que en una de mis idas, tipo 7 me encontré con ella en el pasillo. La pregunta de cajón se vino de inmediato "¿¿Vienen recién llegando????", acercándose bien a mi a ver que tal andaba mi olor a copete, ja! Yo para seguirle su juego y no tuviera nada que decir me acerque mucho y le dije con todo mi tufo en la cara "No y la que duerme ahí es Camille", repitiéndoselo 2 veces, jajajajaja.... (mis viejos son un caso, todavía creen que tengo 15 añitos y me tratan como adolescente)..

Hice hora twitteando y tipo 9 de la mañana sentí a mi tía Marie despertar. Me levanté rápidamente al cómodo sillón donde dormía Martín a decirle que era hora de hablar con su madre y comenzar el despliegue técnico. Uy, toda una tarea despertarlo!!! Entre el olor a condimento koreano y copete, quería huir rapidamente de ahí, pero había que hacerlo, jajajajaj... Pero mi cuerda hipomaníaca pensó que era mejor ir yo primero a hablar con ella y dejar al pobre acañado dormir un rato más. Ella ya estaba sentada en la mesa de diario de la cocina y con mi cara llena de risa le conté nuestra odisea.... Se lo conté tan chistosamente que no le quedó otra que reirse conmigo (ella es muy buena pa echar la talla, ¿por qué creen que la involucramos en todo??) y acordó hacerse parte de nuestra confabulación. A las 10 de la mañana ya los tenía a todos en pie. Todos nos levantamos "talco", (tal como nos despertamos) ninguno tuvo contacto con el agua, la ducha brilló por su ausencia. Con suerte una lavadita de cara y de dientes. Solo imagínense la carita que teníamos... para ir a pedir pega, jajajaja... Solo sé que mi "Pink" de Victoria's Secret bajó considerablemente para al menos andar bien olorosita, ja! Hubo una sola cosa que no previmos, mamá a esa hora ya estaría en pie de veradad no solo dando sus vueltecitas... Mientras me lavaba los dientes apareció detrás mío preguntando con cara de sospecha (me cacha altiro cuando hago algo). "¿Qué pasó? ¿A dónde van?" Obviamente estaba extrañadísima que todos estuviésemos en pie tan temprano listos para salir después de un carrete de los que ella ya conocía (obviamente que creía que habíamos llegado a las 7am cuando me vio de vuelta del baño más temprano). Nada le hacía sentido. Ella sabe cuanto dormimos después de un carrete porque somos peso pesado. No nos quedó otra, la conduje a la cocina donde estaba mi tía tomando desayuno (para que mi tía alivianara el impacto de lo sucedido) y le contamos... Al principio no reaccionó muy bien, después habló del seguro, pero el deducible salía más caro que el vidrio... Al final no fue tan terrible que supiera la verdad... Recordemos que todavía mis socios (Camille y Martín) andaban con efectos del alcohol (3 horas de sueño es muy poco) y yo con mi hipomanía, lo terminamos contando como aventura chistosa y riéndonos...

La gracia nos salió 40 lucas... lo pagaríamos a medias con Martín. Llevamos el auto al lugar donde le pondrían el vidrio y tendríamos que dejarlo hasta las 4 de la tarde. De ahí, de puro pelacables y aburridos, nos fuimos con cara de caña y carrete caminando al Mall "Alto Los Hidalgos" que quedaba cerca. Me acordé de mi época de veinteañera cuando con mi amiga Dominga seguíamos de largo del carrete y pa'l bajón de hambre terminábamos en ese mismo mall caminando como entes acañados, pelando el cable y riéndonos de todo lo que pasaba a nuestro alrededor. Lo pasábamos muy bien... Fue un flashback... lo mismo hicimosmos los 3 en ese lugar. Muy de anteojos de sol dentro del mall, nos tomamos un gran "Boost" con la Camille para la sed y mi primo un chancho "Kentucky Fried Chicken". Hablamos de todo. Hasta lloriquié porque hablamos de Sucupira y recordé cuanto odiaba, al menos por ahora, ese puto pueblo!!

Con esto termino... el relato fue largo, lo sé... Ese día estuve hipomaníaca todo el día, me mandé un par de pequeños llantitos... En la tarde tuve hora con mi psicóloga, la Lucienne, quien por primera vez en 7 años logró verme, en vivo y en directo, en ese estado pasada de revoluciones... solo logró decirme con una sonrisa en la cara, que yo era muy chistosa así, que debía aprovechar ese estado para hacer un STAND UP COMEDY (esos monólogos que hacen en el Club de la Comedia)... pues me iría regio contando las situaciones de la vida desde un punto de vista humorístico... eso me hizo sentir bien, pues significaba que la vida no siempre la veía tan grave...