IMPORTANTE

El primer capítulo es "El Diagnóstico", léanlo en orden (junio 2011 en adelante), será más fluido y entretenido para Uds. Que lo disfruten!!
Espero sus comentarios en cada entrada a este blog y trataré siempre de contestarles, apenas los lea lo haré, así que estén atentos... Cualquier consulta o lo que quieran decirme también pueden enviarme un mail a: doblepolaridad@gmail.com, síganme en Twitter: @DoblePolaridad, envía una solicitud de amistad a "Doble Polaridad" en Facebook (http://facebook.com/doblepolaridad), pongan "me gusta" a mi página en facebook: DoblePolaridad o síganme en Instagram @doblepolaridad.

jueves, 16 de agosto de 2012

Capítulo 24: "Otra vez caí pero esta vez no en el mismo lugar..."

Ayayayayyyyyyyyyayyyyyy!!! Esto que les contaré si es del terror. De hecho este relato lo escribí desde el lugar terrorífico en que me encontraba, ahora solo se los traspasaré... Y bueno, quizás el lugar no era el terrorífico sino las circunstancias y el estado que me llevaron a caer ahí.

Antes de contarles lo que les comenté, primero les haré una introducción, con un resumen de lo último que había estado viviendo, antes de "caer"... Partamos por decir que mi vida estaba marchando sobre ruedas, demasiado bien para mi gusto, ja! El último tratamiento que me armó Dr. Emmet durante mi estadía en "El Mañío" fue acertadísimo, le "achuntó" medio a medio, andaba como avión (y no porque estaba subiéndome en la nube hipomaníaca, simplemente porque me sentía y estaba bien). Todo me estaba resultando increíble...

Antes que partiera todo tan pero tan bien, luego de mi licencia prolongada y mi paso por el Mañío, algunas cosas indeseables me sucedieron, cosas tales como que mi hermano Máximo prescindiera de mis servicios profesionales. No me despidió directamente pero lo hizo sutilmente... me dijo que no había trabajo en la oficina para mi así que no valía la pena que siguiera yendo, así que adiós sueldo e idas a un lugar fuera de mi casa. A cambio de ello me ofreció un subsidio semanal para tener con que moverme y me dedicara solamente a estudiar para mi examen de grado. Para que les cuento cuanto lloré, lo hice como una Magdalena para variar, sentía que una vez más en mi familia me estaba invalidando. Si bien Máximo no estaba obligado a darme trabajo tampoco era para que después de haberme recontratado y reconciliado, en cuanto a tema de pega se trataba, durara menos que un candy trabajando en la oficina. Pero eso ya es historia pasada. Hoy agradezco lo que hizo pues o sino hubiese seguido quejándome de la vida tediosa que llevaba en la pega y hoy le dedico 100% de mi tiempo al estudio. 

Luego de ese suceso tuve un pequeño peregrinaje por otro trabajo, de asistente de producción en una productora de eventos, H2O, con mi amiga Collette... les digo pequeña pues no duró mucho nuestra relación laboral ya que ella no podía seguir pagándome el sueldo. Con Collette nos hicimos amigas gracias a Jack, ella necesitaba un "servicio de utilidad pública" y yo intenté dárselo. Así nos conocimos. Ella es muy divertida. Tenemos en común esa eterna búsqueda del príncipe verde que no aparece por ningún lado. Yo  busco que busco que ese cuento de hadas que nos enseñó Disney se vuelva realidad, pero nada, todo fue un engaño de Walt y con ella mientras trabajábamos nos sentábamos a ver como podíamos solucionar esta "terrible" situación. 

Para seguir con este pequeño resumen y a propósito de lo que escribí les cuento la super anécdota que tuve con un personaje que creí salido de Disney. Hace como 2 meses, cuando mi relación con Jack estaba pésima, no existía, una persona me invitó a salir. Yo siempre lo había encontrado guapo a él. Cuando se concertó la cita yo juré que ese sería mi príncipe verde (recuerden que los azules no existen). Me lo imaginé en colores casi llegando, él, en un maravilloso carruaje a buscarme. Estuve toda una semana pelando el cable con él y con esta salida, según yo ÉL era el indicado para mi. Pero todo se derrumbó. Lamentablemente, llegado el día, una vez que puse un pie fuera de su "carruaje" cuando me pasó a dejar a mi casa, me di cuenta que mi príncipe verde se había convertido en ¡¡¡SAPO!!! (el protagonista de esta historia ha sido mencionado en este blog pero le prometí no mencionar quien es, así que cumpliré). Fue una cita muy extraña, solo les puedo decir que me hizo sentir que tenía en mi frente escrito "Solo sirvo para tener sexo" en letras gigantes. No fue ni una pizca de lo que yo esperaba. Me sentí defraudada, pero uno se defrauda cuando tiene expectativas y parece que las mías fueron muy altas, y de eso, él no tiene la culpa, solo yo. Lo siento "sapito" pensé que seríamos la pareja perfecta pero toooooodooooo mal con esa salida, ni a la esquina contigo, a menos que me demuestres lo contrario y lo dudo, jajajajajaajaj!!! Imagínense que cuando me volvió a ver, porque a él lo tengo que ver de vez en cuando de pasadita, se puso tan nervioso que trató de esconderse y su voz en vez de sentirse cercana, desde donde realmente venía, de pronto comenzó a alejarse hacia el fondo del pasillo. No he vuelto a saber de él excepto por un intercambio de mails que tuvimos después de esa engorrosa situación para él y ahora hace poco en que después de otros mails logró verme a la cara y saludarme (claro, considerando que han pasado como 2 meses desde nuestro fraude de salida, jajajajaajjaja!!). Bueno simplemente no fue, tuve que decirme a mi misma: NEXT (que venga el próximo y esperemos que no sea tan pastel como este). Pero por otro lado, me reconcilié con Jack, luego de una pelea del terror que tuvimos, así que no odio tanto a los hombres. De hecho nuestra relación, después del impasse a muerte que vivimos, se tornó más especial, pero no sentimentalmente hablando, sino porque nos empezamos a entender mejor que antes, el cariño que nos tenemos siento que creció y nos empezamos a respetar mucho más.

Miren todo lo que he alargado este relato para contarles la situación crítica en la que estuve, pero habían algunas cosas que contar antes. Bueno, ahora iré al grano... Creo que ni se imaginan en que estuve ni donde. Estuve como dicen con una pata aquí y otra en el más allá... Solo puedo partir por contarles que me enfermé con cuática y paré en la clínica, ya no en una psiquiatrica, como la anterior, sino que en una de aquellas normales que todos conocemos. SIIIIIII, FUE HORRIBLE ¡¡ESTUVE 11 DÍAS INTERNADA!! Tres de esos los pasé en la UCI (Unidad de Cuidados Intensivos). ¿El Diagnóstico? Ni les cuento: un poco de neumonia, la pelura inflamada (tela que recubre al pulmón) y lo peor: ¡¡Un TROMBOEMBOLISMO PULMONAR!!! Un coagulo en mi pulmón!! Suena terrible, ¿¿verdad?? Bueno lo fue. Todos los médicos me han recalcado que me salve de la muerte: los médicos de la clínica, mi cardiólogo y mi Dra. experta en trombofilia. La verdad que eso es algo que uno piensa que jamás le va a pasar pero me pasó y aquí estoy vivita para contarlo, gracias a Dios, a todos los santos y ángeles que me cuidaron.

¿Cómo fue esa estadía en la clínica? Como les comenté estuve 3 días internada en cuidados intensivos, principalmente, porque tenían que pasarme por vía intravenosa un anticoagulante específico para parar el cuadro lo más rápido posible (además de tenerme monitoreada constantemente). Ahí estuve metida entre ruidos de monitores y de hospital, con visitas restringidísimas y en horarios muy reducidos esos primeros 3 días. Me quitaron hasta el celular pues podía hacer interferencia con las máquinas que me medían constantemente (eso fue espantoso, incomunicada ¿¿yo?? fue como quedarme de una en pelotas). Igual mi mamá me lo dejó así que a ratos, jurando que nadie me veía (teniendo frente a mi una gran cámara vigilándome), me metía a Facebook a relatar mi proceso y leer tooooodooosss los saludos que recibía (agradecidísima pues se nota que me quieren).

Esos días en la clínica aprendí a perder el pudor (casi perdí mi dignidad). En la UCI me ponían unas batitas donde mostraba todo, así que no le dejaba nada a la imaginación a quien entrara a verme. Todas las mañanas una enfermera o enfermero entraba a hacerme un lavado por presas en la cama pues tenía prohibido levantarme. No me quedó otra que entregarme... Pero lo que más me costó acostumbrarme y sufrí como china fue a hacer mis necesidades en lo que llaman "chata", en la cama. Los 6 días que estuve con prohibición de levantarme estuve estítica, entenderán por qué, no?? Y el pipí estaba fruncido entero, se cohibía para salir, tenía que hacer todo un ritual para que fuera saliendo de a poco. ¡¡¡Fue horrorosísimo!! Lo otro que me tuvo mal, sobretodo en la UCI fueron mis intentos por conciliar el sueño por las noches. Tuvieron que llamar a Dr. Emmett quien dió las indicaciones pertinentes para que yo lograra dormir.

Finalmente, pasé 3 días en la UCI, llegué un jueves en la noche y el domingo como a la misma hora me pasaron a pieza normal. Fue lo máximo. Al fin televisión con cable, una pieza grande y espaciosa... El anticoagulante vía venosa ya no me lo tenían que seguir pasando así, por eso fue que me liberaron de ese claustro. Ahora el anticoagulante me lo darían vía oral y mediante inyecciones en mi estómago (Siiiii, que fuerte suena esto último, pero lo tuve que soportar). Así que así llegué al tercer piso, a un lugar más normal. De todas maneras, tuve que mantener ahí mi reposo absoluto durante 3 días más así es que me contrataron una enfermera para que se quedara cuidándome durante las noches. Así fue como llegó mi querida Marcela que fue quien me cuidó hasta la última noche que pasé ahí, se portó un 10 conmigo, excelente.

El reposo absoluto me tuvo con los nervios de punta. La Marcela lo primero que hizo en mi segundo día de pieza normal fue lavarme mi pelo, no sucio, extremadamente tieso de lo cochino que estaba por tantos días sin poder lavármelo. Lo hizo en la cama, al igual como eran mis baños con ese reposo sin levantarme que tenía. Ya el día miércoles me levantaron el castigo y pasé a reposo relativo, podía levantarme al baño sola y ducharme vigilada por mi enfermera. Pasé lunes, martes, miércoles y jueves entre visitas y el aburrimiento de estar enclaustrada en una clínica ya que el viernes me darían de alta, estaba todo listo y dispuesto... estaba feliz... Pero como nada es definitivo y todo relativo algo salió mal... ese día viernes no me pude ir... La razón: el rango terapéutico óptimo de mi INR (sigla internacional para medir el nivel de coagulación en la sangre) había bajado. Éste debía estar entre 2.0 y 3.0 (lo normal es que todos tengamos la coagulación en rango 1) y el 2.6 que tenía el día anterior había bajado a 1.2, casi a nivel de una persona normal. Cero posibilidad de darme de alta ese día. Me tuve que resignar, solo podría salir cuando mi rango fuera el óptimo para salir a la vida nuevamente. Ese viernes lo tuve que pasar en la clínica. Me tuve que resignar, así como también lo tuve que hacer el sábado y el domingo por la misma razón, mi INR no subía...

Hasta que por fin llegó el día, luego de 11 días en la clínica, el día lunes mi rango subió a 2.7, perfecta para ser dada de alta y así ocurrió. Antes que llegará la enfermera jefe a darme la noticia, la Marcela ya me había contado cual había sido el resultado de mi examen. Supe muy temprano que ese sería el día de mi partida. Luego se hizo todo el protocolo pero ya antes, incluso que el Dr. viniera a darme el alta, había llamado a mi casa para que me fueran a buscar. Una vez que el doc. firmó todos los papeles correspondientes, me hizo todos mis certificados médicos, me dio las últimas indicaciones y se fue, me levanté raudamente de la cama, me vestí y ordené todo lo que tenía dando vueltas por la habitación. Me hicieron entrega de mis exámenes, ¡¡¡estaba lista!!!! Mi padre se demoró un poco en llegar así que estaba muuuuuuy inquieta, solo quería largarme de ahí. Hasta que por fin apareció. Junto con él lo hizo mi querida enfermera Marcela con la silla de ruedas lista para llevarme fuera del recinto, al auto que me llevaría de vuelta a mi casa.

Entré un 28 de junio del 2012 a la clínica y salí un 9 de julio (del mismo año, obvio) y comenzó la segunda etapa, la recuperación en casa. Hoy 16 de agosto, solo puedo decirles que aún me queda un largo período de tratamiento anticoagulante, de 6 meses a un año, tengo que controlarme el INR cada cierto tiempo, no puedo fumar (lo dejé hace ya casi 2 meses y ha sido complicado sobretodo cuando salgo de carrete o hacer vida social, me como un "coyak" en reemplazo), ni puedo tomar trago (porque la sangre se licúa más con el alcohol), no podré volver a usar pastillas anticonceptivas nunca más en mi vida (eso dicen), tengo que tener cuidado con las caídas pues los moretones con tratamiento anticoagulante son complicados y ni hablar de cortarme, tengo que tener mucho cuidado porque me puedo desangrar, bueno y el dolor en la pleura que me acompañará por unos meses más. Mi vida ha cambiado, de hecho siento que mi trastorno bipolar ha pasado a segundo plano pues mi coagulo, es decir, mi tromboembolismo pulmonar (TEP) me acompañara por bastante tiempo y me ha dejado menos tiempo para pensar que sufro de ese trastorno... Y como además el tratamiento de Dr. Emmet me ha hecho muy bien, muchas veces hasta olvido que tengo esta doblepolaridad...

Estos han sido los últimos acontecimientos que tenía en el tintero por contarles... quizás quedan algunos más pero quedarán para otra ocasión, ahora quedo tranquila con haberlo puesto de nuevo al día con mi vida.

domingo, 8 de julio de 2012

Capítulo 23: "El Mañío", 3° y última parte: "MI estadía"




En esta tercera parte de mi capítulo solo les contaré mi experiencia estando ahí, lo que viví, por las que pasé, MI ESTADÍA. Este es mi parte del capítulo, jajajajajaja... pero con el aditivo de los protagonistas de quienes ya les hablé.... Eso si, no me extenderé contando todos los detalles porque ya ha pasado su tiempo y mi memoria es frágil (además que tengo otras cosas que contarles, tanto así que esta tercera parte está siendo mi piedra en el zapato para continuar contándoles mis aventuras).

En la segunda parte del capítulo anterior ("El Mañío" 2° parte) quedamos en la linda convivencia que tuvimos con los hijos de Hulk celebrándole el cumpleaños del mayor de ellos. Pero llegó la hora que ellos partieran y que nosotros siguiéramos nuestras vidas en ese lugar. Nos quedamos un rato más afuera conversando hasta que decidimos jugar cartas. Las posibilidades Carioca o póker, obviamente mi fuero interno lo único que quería era que jugáramos póker. Pero yo era pajarito nuevo, no podía imponer mi voluntad, ¿¿verdad?? Nos entramos a la sala de terapia ocupacional y nos sentamos en la mesa a jugar, lo que fuera. Finalmente nos decidimos por el póker. Había que enseñarles a algunos pero ya otros eran bala para el juego, Justin Bieber, obviamente. Nos instalamos, explicamos las reglas del juego los que sabíamos y nos instalamos a jugar, hasta que llegó la hora de la cena. Dejamos nuestro juego ahí y pasamos al comedor. Más tarde instalamos nuestra garita y fue muy entretenido jugar porque hasta una enfermera muy chistosa, la del turno de la noche del sábado, se instaló a jugar con nosotros (pero a la pobre la hice sufrir ese día por no poder quedarme dormida, ya les contaré).

Primero partiré contando mi experiencia con la comida de ese lugar. Ese primer día para la "cena" ni me acuerdo que había solo que muy rica no estaba... insisto, para esas 5 estrellas que estabamos pagando, la comida dejaba mucho que desear. Él único regalón era Don Vito Corleone, con todas sus regalías en las comidas, claro que él mismo mandaba a comprar y pedía que se las pusieran en la mesa. La verdad es que, como les explico, me iré directo al grano... un día me creerán que nos dieron ¡¡croquetas de "jurel tipo salmón"!!! Lejos lo más ordinario que hay (perdonen a los que les guste y lo comen, pero no correspondía para el valor que estábamos pagando. Vito, fue el que me advirtió de esta aberración, me dijo "Prueba las croquetas", con cara de sospecha... Jaaaaaa!!! Yo no podía creer lo que estaba saboreando y le señalé mi molestia. Ni en mi casa como jurel tipo salmón, con eso les digo todo. No lo podiamos creer, era insólito pero era verdad. Otro día, imagínense que hubo hasta una revolución en la cocina. ¡¡Ya era el colmo!! Por querer irse temprano, las trabajadoras, un día nos dieron el té,  y a la hora y media ya nos tenían sentados comiendo. A nadie le alcanzaba el estómago para tanta comida, menos tan seguida. De a uno tuvimos que partir a la enfermería a pedir permiso para que nos guardaran el plato para más tarde y nos dejaron. Pero las de la cocina hicieron un escándalo con los pacientes, que en un lugar, donde se paga esa suma de dinero, no se debía dar. Pésimo. Ellas no podían reclamar como lo hicieron, era su pega quedarse hasta determinada hora y lavar el último plato hasta antes de irse. Habíamos sido autorizados para comer más tarde, así que el problema con la plana mayor estaba resuelto, los trabajadores solo tenían que acatar. No es que yo sea una persona totalitaria, pero encontré insólito que ellas, trabajadoras de la cocina quisieran imponer sus reglas en un lugar donde insisto pagamos harto por noche. Vito y yo solo observábamos esta situación y pelábamos lo que ocurría. Yo no me metí porque no tenía porque andar enfrascándome en discusiones con trabajadores de ahí y a mi ya me habían permitido guardar mi comida y mientras ellas acataran la orden todo bien (el plato de esa noche, que era una chuleta con puré, podría decir que fue lo mejor que nos dieron, pues me la comí al día siguiente a la hora de almuerzo y la disfruté en vez del pollo verde desabrido que habían dado ese día de almuerzo). Por otro lado, los desayunos eran monotonamente del terror de fomes: pan, jamón, mantequilla, a veces queso, otras veces mermelada, otras veces quesillo y los bebestibles correspondientes. Lo peor es que en la tarde a la hora del te se repetía el mismo menú, del te-rror. La falta de imaginación la tenían a flor de piel. Vuelvo a insistir, el precio diario de ese lugar estaba para que al menos nos dieran un desayuno tipo buffet, donde pudiésemos elegir nuestro propio desayuno con cosas variadas, como cereales, yogurt, huevos, palta (aguacate), queques y todo lo que se pudiese agregar a ello. Pero no fue así y obviamente había que conformarse porque no estábamos precisamente en un hotel 5 estrellas (solo pagando como si fuese tal) si no más bien en una clínica psiquiátrica. ¡CUECK!

Mis noches sin poder quedarme dormida.... Ocurrió el primero y el último día, fue del terror, a las(os) enfermeras(as) los dejé locos, porque para mi no poder quedarme dormida es una de las peores cosas que me pueden pasar. La primera noche, como ese había sido un día bastante activo, de conocer gente nueva, hablar hasta por los codos, celebración de cumpleaños, garita de póker, en fin. Y lo peor vino cuando veo mi nueva medicación de la noche... la pastilla ordinaria que me dieron para dormir... no lo van a creer... Me dieron mi nuevo estabilizador del ánimo y ¡¡UN RAVOTRIL de 2mg!! ¡¡Querían hacerme dormir con eso!! Lo que siempre tomaba era una quetiapina que me tumbaba a dormir y me ¡¡la habían sacado de circulación!! Y a mi el Ravotril, que quieren que les diga, es como una pastillita de menta, nunca me ha hecho dormir... Demasiado ilusos, como si ese clonazepam me fuese a ser útil para algo. ¡¡NADA!! Ese medicamento solo me quita la angustia pero ¡¡jamás me ha dado sueño como al común de los mortales!!! Más encima que yo sabía que estaba pasada de revoluciones. Lo vi venir... y fue una noche complicada... Nos mandaron a acostar tipo 23hrs. (nos dejaron más tarde porque era sábado). Yo hice caso. Me puse mi pijama e hice el intento de irme a dormir, pero yo solo sentía mis ojos más abiertos que sostenidos con palillos de fósforos. Ni siquiera quise prender la TV pequeñísima que me habían dado autorización para que me trajeran de mi casa, no quería que nada me estimulara para quedarme más despierta de lo que estaba. Apagué todas las luces (si, el problema es que ni lámpara de velador hay en esos lugares, yo creo que por el rollo de que alguien quisiese suicidarse con el cordón de la lámpara, y eso me habría ayudado a conciliar el sueño leyendo algo fome como mi Código Civil que tenía ahí, jajajajajajajaja). Esperé una media hora para avisar a enfermería de que no lograrían hacerme dormir con los cambios que había hecho mi Dr. Emmett. Yo estaba fresca como una lechuga, estaba como tuna, casi lista para salir a carretear. Tal cual se los dije a las enfermeras de turno. Se miraron entre ellas y me dijeron que no les quedaba otra que pinchar mi trasero, o sea, ponerme una inyección. El problema era que el compuesto era otra benzodiacepina como mi Ravotril y lo único que logró fue dejarme el cachete adolorido... nada más... de dormir ni hablar... Pasaron otros 40 minutos (la droga hacía rato que debía haber hecho efecto) y no pasaba nada con su efectividad. Así que no me quedó otra que volver donde la enfermera jefe y su compañera, con la misma cara de póker, porque la cosa no me estaba resultando. Me vendió la pomada que tenía que esperar un poco más de rato para que hiciera efecto. Me devolví al dormitorio, ya angustiada porque nada me daba sueño y me acosté. De pronto, unos 20 minutos después se asomó por mi puerta la enfermera, con un vaso y 2 pastillitas blancas en un pastillero, me dijo "Te traje esto, tómatelas con harta fe y te vas a dormir." Y eso hice me entregué.... (al pobre Dr. Emmett eso si lo tuvieron que llamar a las 2 de la mañana para ver que hacían conmigo y ahí dió la orden de las pastillitas mágicas). Pasó media hora más y logré conciliar el sueño, eso ya fue a las 2 de la mañana, y en una clínica psiquiatrica eso es tarde porque al día siguiente te hacen madrugar. Todas las mañanas te toman la presión y te ven la oxigenación de la sangre con esa cosa que te ponen en el dedo índice. Temprano al día siguiente llegaron a hacerlo. Con esa noche del terror que había tenido yo me quería matar porque tenía mucho sueño. Entonces una vez terminado el procedimiento solo atiné a ponerme mis pantuflas, cruzar con mis ojos semiabiertos a la enfermería para pedir dormir un poco más. La enfermera que me atendió toda la noche me vio asomarme y con la cara que tenía me mandó con viento fresco de vuelta a la pieza para que durmiera más y, además, me llevarían el desayuno a la pieza. Menos mal se compadecieron de mi, porque aunque no logré dormir de nuevo recibí mi desayuno en la cama y pude vagar más rato. Esa fue la primera noche, las siguientes me siguieron dando las pastillas milagrosas y lograba dormirme. Pero también la última noche que estuve allí fue del terror. Ese día estaba de turno un enfermero nuevo en el lugar. Muy buena persona él. Esa noche cuando me fui a dormir sabía que estaba pasada de revoluciones y esta vez le tocó a este pobre escucharme y verme como entraba y salía de mi pieza para decirle que no podía dormir. Me querían pinchar de nuevo, les dije que no funcionaría, porque ya lo habían hecho una vez y nada había pasado. Pero esa era la única instrucción que tenían para mi. Lo hinche tanto al pobre enfermero... jajajajajaja!!! Finalmente, tuvo que llamar a Dr. Emmet y lo que hicieron fue doblarme la dosis de las pastillitas mágicas y eso es lo que funcionó. Hoy eso es lo que tomo para dormir, 4 pastillas de esas todas las noches, como dice un amigo, tengo guata (estómago) de sandía, pero no de gorda sino de tanta pepa que me tengo que echar para adentro cada día, jajajjajaj!! Y no está fuera de la realidad lo que dice, pero hoy me estoy sintiendo tan bien que me da lo mismo llenarme el estómago de pastillas.


Ahora les contaré como matábamos los días... Cómo yo entré un día sábado a la clínica, ni ese día ni el domingo ni el feriado que me tocó entre medio, el día martes, habían actividades programadas para los internos. Por eso teníamos que ingeniarnóslas para que la cosa no se nos pusiera tediosa. Hacíamos mucha vida social afuera en el sector fumadores. Algunos como Hulk se daban 65 vueltas al recinto para aplacar su hiperquinesia. Era muy chistoso, porque más encima andaba con un chaperón que lo tenía que perseguir por donde anduviera. De repente yo lo acompañaba en sus caminatas (porque me pedía que lo hiciera porque con lo floja que soy me daba una lata salir a caminar...). Eran entretenidas nuestras conversaciones. Hablábamos de la vida, de sus amores, de como iba a hacer para salir de ahí luego y los complots que tenía en mente para que ello ocurriera. Un día me pidió que le hiciera masaje en el cuello y ¡uuuuuuyyyyyy, me puso en aprietos!! Me costó decidirme a hacerlo. Yo no soy una persona de piel, por lo tanto, eso era como invadir mi espacio. Primero le dije que no por lo que les conté, hasta que accedí. Debo confesar que fue una difícil misión, él era un desconocido para mi, llevaba un par de días conociéndolo pero rompí la barrera. Luego se ofreció hacerme masaje a mi y ¡¡NOooooooo.... otra vez invadiendo mi proxémica!! Pero no lo quise hacer sentir mal y lo deje, pero me puso tan tensa que no saben lo tiesa y rígida que me puse. Pero créanme que de ahí nunca más hice masajes, era una tortura para mi. Amigo Hulk, no te sientas mal con esto que escribí, el problema no era que fueras tú, el problema estaba en que para mi ser muy de piel me cuesta y sufrí un poco masajeándote, nada más... Un día tuvimos una tertulia sobre religión con su chaperón haitiano, bien moreno por no decir negrito, él era un sol (de hecho ese día de la tertulia me tejió una pulsera de lana con unas piedras que todavía guardo). Él era Evangélico y nos contaba como para él Dios una vez le había salvado la vida de una enfermedad muy grave. Hasta la Biblia partió a buscar Hulk para que Taqui, así se llamaba, me mostrara porque ellos no veneraban las figuras hechas por el hombre Y aprendí algo nuevo, ¡¡¡eso de verdad sale en la Biblia!!! Fue muy interesante conversar con él. Bueno, finalmente siempre teníamos nuestras conversas con Hulk, él era mayor que yo, yo le calculó unos 48 años, pero filosofábamos sobre la vida o nos contábamos nuestras cosas. Hicimos muy buenas migas también con él.

El último día que me tocó estar ahí, se nos ocurrió armar un carrete, jajajajaja... Fue muy chistoso. Empezamos tipo 4 de la tarde y cada uno se puso con algún comestible o bebestible que le pertenecíera. Vito fue nuestro Vj, conectó su computador al televisor (plasma) y de ahí salió la música para afuera, pero cada canción con su respectivo video. Estuvo muy entretenido, estábamos todos e invitamos a los chaperones y el enfermero que estaba de turno. Al único que nos costó sacar de su pieza fue a Axl, con los medicamentos que le estaban dando dormía todo el día. Pero lo logramos, fuimos todos a buscarlo y se levantó a compartir con nosotros. Fue muy ameno todo y nada más jocoso que hacer un carrete en una clínica psiquiatra, a puro juguito y nada de Coca Cola porque estaban prohibidas en ese lugar. La razón que me dieron de ello fueron 2: 1° que la Coca Cola tiene cafeína y exalta a los pacientes y 2° que como hay pacientes con problemas de alcoholismo ahí, ver una Coca Cola es como ver el vasito de copete listo para tomárselo y eso les puede generar angustia. Ambas explicaciones me parecieron válidas, así que no reclamé mucho porque no me podían tener Coca Cola Light al lado, que es mi vicio. Comimos Hasta paté de fuá, con eso les explico todo... Chocolates, galletas, papás fritas, hasta torta había, del cumpleaños del sábado (que obviamente refrigerada no se había echado a perder). Yo hasta baile, sola pero lo hice muy paradita en mi puesto, si era fiesta la cosa, así que había que ponerle color. Pero de repente al enfermero se le ocurrió llamarnos uno por uno para hablar sobre nuestros males y nos dejaba hacerle las preguntas que quisiéramos. Ahí perdí harto tiempo, cuando volví el carrete ya se había funado (si el problema es que yo me fui por un rato y no les seguí avivando la fiesta, jajajajajaaj). Nos tocó ordenar todo y esa noche le tocaba a Dr. Emmet hacerme mi visita, ahí me diría si me quedaba unos días más o me iba al día siguiente tal como estaba programado. Esto se los cuento al final.

Bueno, no es mucho más lo que les puedo contar de mi estadía en "El Mañío", estuve repoco en comparación a los otros pacientes que conocí. El día lunes que me tocó normal en cuanto a las actividades que se hacían con los pacientes por no ser feriado ni fin de semana, fui a yoga (claro que me despertaba tan drogada que me costaba mucho hacerlo). Luego se me ocurrió ir a terapia ocupacional. Ahí la encargada era una terapeuta ocupacional llamada Consuelo, muy simpática ella. La idea era que yo ocupara mi tiempo haciendo alguna manualidad. Me costó decidirme hasta que vi una caja cuadrada, justa para poner mis lápices y plumones para estudiar. Era una caja común de madera que yo debía decorar para que quedara linda. La idea era ocupar una técnica con servilletas. Primero tuve que lijar mi caja hasta que quedara parejita y como era la única tenía sus pifias así que ahí me las ingenie para que quedara PRO. Ese día solo alcance a lijarla y taparle unos hoyitos que tenía con plasticina. Al día siguiente hice lo mismo, porque como era feriado la Consuelo no iba a la clínica a trabajar y no podía terminarla aún. Al final les cuento en que quedó mi manualidad.

Bueno, la mayor parte del tiempo la pasábamos afuera fumando y conversando, matando el tiempo como quien dice. Llegó un momento que ¡¡hasta jugué pin pon!!! Primero lo hice con Pedro que le encantaba jugar ese tenis de mesa, jajajajaja... y luego peloteamos un rato con Hulk esa vez. Con Vito era con quien más confianza tenía pues fue él el que me recibió cuando llegué y siempre me acompañó.

Aaaaah se me olvidaban... las visitas, jajajajajajaaj!!! A mis papás les encantaba ir a visitarme, fueron todos los días, un día fue hasta mi hermano Ignacio. Bueno fue 2 veces porque una vez lo hice levantarse para que me comprara toallitas higiénicas pues ese era el único teléfono de mi casa que teníamos a mano y el lindo llegó rápidamente con mi encargo. Yo creo que ni se duchó por ir a dejarme mi encargo, lindo él (ese encargo iba junto con el mousse para el pelo con el cual no puedo vivir si me lavaba el pelo). Eran chistosas las visitas. Llegaban mis papás, nos sentábamos en el living de visitas y nos poníamos a conversar, como nunca, ni en la casa lo hacíamos, jajajajajaja... Ellos hicieron migas con Hulk, porque un día él se quedó sin cigarros y mi papá que tuvo que salir a buscarme algo a mi, le compró unos cigarros a él. (Supongo Hulk que todavía sigues agradecido, jajajajajajajaaj). De ahí siempre lo saludaban y entablaban algo de conversación con él.

Para no alargar más este relato les cuento lo último que viví en ese lugar. La noche del martes me tocaba visita con Dr. Emmett quien llegó muy puntual tipo 8:30 de la noche. Llegó, nos fuimos a mi pieza para mi sesión, vio mi ficha, me evaluó y encontró que estaba regio. Yo hiperventilada que andaba y con lo feliz que me sentía en ese lugar, traté de decirle por todos los medios que si no era "mejor" que me quedara un día más. No hubo caso, para él la labor farmacológica ya estaba finalizada, todo estaba en marcha, así que el alta fue rotundo... Al otro día volvería a mi casa. Con sentimientos encontrados me dejó mi Dr. Emmett, por lo que les mencioné, que en el fondo de mi ser no me quería ir todavía. Salí de mi sesión, se fue Dr. Emmett y fui a anunciar que me iba al día siguiente. Noté la desilusión en los presentes con quienes ya habíamos empezado a generar lazos (enfermeras, chaperones, pacientes, etc.) pero, por otro lado, me felicitaron porque me iba, la noticia más que mal era buena.

Bueno, esa noche fue la segunda noche del terror en términos de conciliar el sueño, lo que ya les conté más arriba. Pero al otro día bien temprano ya estaba en pie, medio drogada con todo lo que me habían dado la noche anterior para dormir, pero paradita. Tenía que hacer el check-out antes de las 12pm del día, así que una vez terminado mi desayuno partí donde la Consuelo (la terapeuta ocupacional) para que termináramos mi famosa caja de lápices (que hoy me acompaña en mis estudios). Además se me ocurrieron mil cosas más que hacer antes de partir: tejer pulseras, hacer aros de pluma, hacerle un anillo a lo Vito Corleone (para regalárselo a mi amigo a quien nombre así aquí) y escribir un gran cartel despidiéndome de quienes ya había conocido y promocionando la lectura de este blog a los que pasaran por ese recinto. Mi padre llegó un poco antes de la hora del check out a buscarme. Mientras el cerraba todos los asuntos financieros y administrativos con la clínica yo seguía en estado casi eufórico terminando todas mis tareas. Todos los presentes me ayudaron en alguna parte de mis tareas. Al final, ninguna de ellas las terminé yo sola salvo mi cartel (de ahí que mi papá pensando en mis "capacidades" manuales es que me compró toda clase de materiales para hacer artesanía y principalmente aros de pluma por doquier, jajajajaja!!). Llegó la hora de almuerzo de los pacientes y ya tocaba irme. La enfermera jefe máxima tuvo una larga conversación conmigo luego de ver la encuesta que llené de la clínica (Uds. comprenderán que ni una pifia me la guardé). Quería saber más de mis puntos de vista pues quería contárselos al Directorio de la Clínica "El Mañío" que al día siguiente tenía reunión y ella estaría. Según ella la paciente de un amigo del accionista mayoritario era un buen punto de vista que llevar (no sabía nada que ya Dr. Emmet estaba enterado de todas las pifias pues ya yo se las había contado, ja!).


Finalmente llegó la despedida, los pacientes estaban almorzando, como les comenté, así que para el comedor partí con mi cartel con la dirección de mi blog y el mensaje que les había dejado en la mano. Les di un pequeño discurso (bueno unas palabritas a todos) y luego me despedí uno por uno de ellos. Ahí partí de vuelta a mi casa... dicen que a comenzar, al fin, una vida normal... (lo digo por el cambio de medicamentos)....

martes, 22 de mayo de 2012

Capítulo 23 "El Mañío" 2° parte... "Los protagonistas"

Ciudad Marina "Fondo de Bikini" =  "El Mañío"

Antes de empezar este capítulo debo recordarles que lo mejor sería es que primero hayan leído las siguientes entradas: Son cosas del fútbol... ¿no? y Capítulo 23. "El Mañío" 1° Parte: "La Elección".  Aclarado esto ahora podemos continuar con esta segunda parte del capítulo 23. Solo puedo decirles que es largo y fue difícil de redactar, se los advierto desde ya.


Esta historia no sé porque la relaciono como si hubiera vivido unos días en la ciudad marina "Fondo de Bikini", de la serie Bob Esponja, donde cosas locas suceden,,, donde Bob Esponja, la protagonista soy yo, y el resto todos los demás habitantes de dicha ciudad... La media vola' que me mandé, jajajajajajaja...!!!

El día sábado 28 de abril me interné finalmente en la Clínica "El Mañío". Me llevaron allá mi papá, mi mamá y mi hermano Ignacio, casi como si me fuese a ir de viaje por mucho tiempo, jajajajajaja... Ya empezó chistosa la cosa. Llegamos tempranito pues Dr. Emmet pasaría por ahí tipo 9:30 am. Entrar ahí y saber que serás parte de ese lugar por unos días fue todo un mundo nuevo... Me revisaron toooooodoooooo, absolutamente todo, hasta cuantos calzones, sostenes y calcetines llevaba. Me confiscaron otras tantas, además del celular y el computador. Me mostraron mi habitación, bueno... la verdad es que la que me querían dar no me gusto, principalmente por su distribución porque en realidad eran todas iguales en cuanto a estructura. Yo pedí la que me habían mostrado el día que fui a conocer la clínica, aquella que tenía el ventanal con vista al bosquecillo frente a la cama y lo logré. Finalmente, esa habitación pasó a ser mi dormitorio.

Casi terminada toda esa parafernalia, llegó Dr. Emmet, a la hora acordada. Nos instalamos el familión completo en la que sería mi habitación. El Doc. explicó porque estaría ahí, solo sería para una evaluación farmacológica, como reaccionaría a ella. Pues que quieren que les diga, se encargó de cambiarme absolutamente tooooodooos los medicamentos. La idea era que todos los que trabajaban en la clínica, enfermeros, fueran informando como iba mi evolución. Ahí aprovechó de decirnos, a mi y mi familia, que si esto ya no funcionaba el siguiente paso iba a ser "meter los dedos en el enchufe", esto es, la terapia electroconvulsivante. En palabras más conocidas y chocantes, el electroshock. Explicó de que se trataba y que con los avances de hoy en día era una muy buena opción. Ahí le contamos que a una prima mia se la habían hecho (a quien quiero mucho) y su vida cambió del cielo a la tierra, así que malas referencias de eso no teníamos. Finalizada la conversación, salimos de la pieza, Dr. Emmet terminó de dar todas las instrucciones en enfermería sobre mis medicamentos, algunas otras cosas, tales como, dejarme sin llamados telefónicas (así que mi celular quedó bieeeen confiscado) y ni si quiera llamados para mi a la clínica. Lo único que me permitió fue usar internet, era difícil porque no tenían WI-FI, pero les expliqué que yo tenía un "módem" especial para usar internet (más adelante les contaré la pillería que hice cuando ocupe mi "módem"). Bueno, Dr. Emmet no estuvo tan lejos cuando les dijo a los de enfermería que tuvieran cuidado conmigo porque yo era buena para muñequear (o sea para manipular y lo lograba, jajajajajajaj), que nada raro sería si alguna pillería hacía o los manipulaba. Dicho eso, se despidió y se fue. Minutos después, luego de terminar de llenar y firmar formulario tras formulario y reglamentos, con mi hermano Ignacio, quien firmó como mi representante legal ahí dentro, también se fueron ellos, claro que con mi madre con lágrimas en los ojos por dejar a su niñita ahí.

Bueno, llegó el momento de quedar sola y enfrentarme a ese nuevo mundo... Pasé por la sala de televisión, no recuerdo quien me llevó allí, solo sé que ahí fue donde primero me instalé. Aquí al primero que conocí fue a Vito (si, su nombre proviene del mítico Vito Corleone, "El Padrino", más adelante se irán dando cuenta por qué). Al otro extremo del sillón, tirado durmiendo estaba Justin (si, tal como lo están pensando, fue bautizado así por "Justin Bieber", no por mi, aunque tenía toda la pinta). Era un niño de 14 años que de ahí les contaré su historia. Vito fue mi primer amigo (y siguió siendo mi fiel amigo hasta el final y hoy)... Primero nos introdujeron, nos dijimos nuestros nombres y mandó de una Justin a dormir a su pieza para que dejara espacio para sentarme y me senté junto a mi nuevo amigo. De ahí en adelante nadie me paró con mi verborrea... (ya saben me gusta interactuar con la gente así que lo hice increíble, jajajajajajaj). Empezamos a conversar con Vito y él me fue explicando todo lo que se hacía ahí adentro (actividades y toda esa parafernalia), también todo lo que sucedía allí adentro y todo lo que se tejía ahí. Lo sabía toooooodooooo (¿van entendiendo porque es Vito Corleone, "El Padrino"???). Hicimos buenas migas de inmediato. Conversamos sobre las razones que nos tenían en ese lugar, algo importante para conocerse. Él estaba ahí porque se estaba haciendo un tratamiento para dejar el alcohol. Entró en forma voluntaria a través de la institución del Dr. Chukrut (todo un personaje este doctorcillo, ya les iré contando también). Llevaba un mes ahí internado el pobre, porque por muy 5 estrellas que haya sido el lugar (igual dejaba mucho que desear esas 5 estrellas...), estar encerrado ahí tanto tiempo sin poder salir es para volver loco a cualquiera (bueno encerrado en cualquier lugar tiene que ser del terror). Él me contó de su vida, como llegó hasta donde llegó y estaba ahí porque había tocado fondo. Él fue DJ durante mucho tiempo, 6 años en una discotheque, en su tierra, en el sur, en un pueblito llamado Timbel. En ese ambiente era fácil caer en la dinámica del alcohol, el problema fue que por culpa de ese manejo que ya tenía del destilado, cuando dejó de trabajar ahí, siguió tomando... Él tenía una pareja y tuvo conflictos con ella por este motivo. Sin darse cuenta había entrado en la dinámica del alcoholismo y perdió hasta a su pareja de años, de la cual aún sigue enamorado. Me contaba que el último tiempo lo único que hacía era encerrarse en su depto. con un pack de chelas (cervezas para los internacionales), solo, más aún con la pena de que lo dejaron y señalaba que con esa cantidad de cervezas, estamos hablando de un six pack, se curaba (emborrachaba)... Como podrán ver, ya "tenía la sopaipilla pasa'" , esto es, cuando ya estás con el alcohol hasta las masas, y tomar un poco de él hace que te emborraches más rápido de lo normal. Ahí pidió esta ayuda, la que les estoy contando, la que me hizo conocerlo y tenerlo hoy día como amigo. A él, entre sus medicamentos le daban el llamado Antabus (en forma oral y no como pellet incrustado en la piel), el cual si se le ocurría mezclarlo con alcohol le produciría rash cutáneo (alergia), taquicardia, respiración entrecortada, náuseas y vómitos, y en algunos casos podía llegar a causar hasta la muerte. Al menos eso lo tenía muy consciente y sabía que ambas cosas no las podía mezclar. Por otro lado, también me contó, otras cosas de su vida, tales como que antes era un gordo obeso que se opero el estómago, se hizo una manga gástrica. Ahora tú lo vez delgado, normal, jamás se te podía pasar por la mente que había sido tan gordo como decía. Pero me contaba que llegó a pesar 140 kilos, todo un obeso de verdad pero hoy está perfecto en su peso. Por eso, amigo mío, así como tuvo solución tu gordura, tu adicción al alcohol también la tendrá, no te preocupes, te tengo fe Vito Corleone.

De ahí le pregunté si fumaba pues yo tenía ganas de fumarme un cigarrito, con tanta vida social lo necesitaba, jajajajajaj... Me dijo que si y salimos al espacio fumador que les describí en la primera parte de este capítulo (Capítulo 23. 1° parte). Nos sentamos en una de las mesitas y apareció un tercer integrante del grupo, a él le diremos Hulk, por la historia que lo llevó a internarse ahí (bueno lo de él fue absolutamente contra su voluntad). Estaba nervioso debido a que sus hijos (3 de ellos porque son 5) vendrían a verlo pues uno de ellos estaba de cumpleaños. Caminaba de un lado para otro (bueno después me fui dando cuenta que era ultra-hiperquinético). Llevaba casi un mes adentro también y estaba añorando ese momento de reencontrarse con parte de su familia. Su historia es más cuática, o sea, más compleja de explicar, que todas las otras, pero ya se las contaré. Con Vito nos sentamos a fumar tranquilamente nuestro pucho y seguimos conversando. Él me iba contando como funcionaban las cosas en ese lugar y un breve resumen del por qué estaban algunos pacientes ahí y me resolvía algunas dudas que se me presentaban mientras íbamos conversando. 

Entramos de nuevo a la sala de TV y por alguna razón yo fui a mi dormitorio, quizás a guardar los cigarros. Cuando volví me encontré con una nueva paciente, la gran Pamela Xu sentada en el sillón (ella quiso que la nombrara así en mi blog, de echo era "Chu" y la verdad no sé por qué quería ese nombre, yo ahora solo cambié la "CH" por la "X" para darle más glamour).  Ella era un personaje muy histriónico que llegaba a ser graciosa. Con sus grandes y expresivos ojos nos contaba sus anécdotas y era muy buena para hablar, casi tanto como yo. Y, Obvio, que las dos nos preguntamos que hacía cada una allí. Ella me cuenta que estaba ahí por un problema de adicción a la morfina generada por lo que ella denominaba una fibriomialgia (enfermedad en la que sufres fuertes dolores en cualquier parte del cuerpo pero no sé sabe de donde proviene, es muy psicológica para mi entender). Tomando derivados de la morfina ella mitigaba los dolores. Me contó con lujo de detalles la crisis que la llevó a encontrarnos en ese lugar.  Al parecer, por sus dolores empezó a consumir niveles de morfina cada vez más altos, hasta inyectarse o ponerse unos parches de morfina pura para aplacar el dolor, lo que la llevó a la adicción a esa droga. Ella, a diferencia de los otros pacientes que fui conociendo, tenía algo distinto, sus zapatillas no tenían cordones (se los habían sacado en la clínica).... La razón exacta de ello no la sé, quizás para no cometer suicidio, pero ella misma me mostró esa particularidad. En fin, Pamela fue muy simpática. Luego, como a todo el que me preguntó (ella no fue la excepción) le conté, por qué yo había llegado también a parar ahí. Bueno, y la razón ya la sabemos, porque por mi trastorno bipolar me harían una evaluación farmacológica por 4 días. Esa respuesta dio pie para que con todos los allí presentes, chaperonas incluidas, se generara una conversación acerca de mi enfermedad. ¿¿Se preguntarán quienes son estas que yo llamo "chaperonas(es)"?? Ellas(os) son unos personajes denominados verdaderamente A.T., cuya sigla significaba al parecer "asistente técnico", cuya labor consiste en seguir al paciente que les asignaban, por todo el recinto, por donde se movieran, sin perderlos de vista (...cuático, que quieren que les diga, jajajajajajaaj). Bueno, una de las A.T. ahí presentes era la chaperona de Pamela. Hasta el momento, de los que ya llevaba conociendo solo Vito y yo estábamos libres de un A.T. Bueno, y volviendo al tema anterior debo decirles que yo fui feliz hablando, contándoles de que se trataba todo esto que me pasaba, mi diagnóstico hace un año, mis síntomas, vivencias, etc. Los conté además que me dedicaba a plasmar mis vivencias en un blog. Yo estaba en mi salsa hablando, fascinada haciendo lo que más me gusta hacer: socializar. Me puse ¡¡¡Verborreíca total!! Jajajaajajajajaj...!! Ahí la Pamela me confesó que su Dr. le había dicho que existía la posibilidad de que ella tuviera lo mismo que yo y se lo estaban evaluando. Ella era paciente del psiquiatra dueño de "El Mañío". Los otros, Vito, Hulk, Justin Bieber y Axl (de quien les hablaré más adelante), eran parte de la cofradía del Dr. Chukrut. Con Pamela Xu y Pedro, de quien les hablaré más adelante, eramos los únicos que nos salvábamos de aquélla "secta" psiquiátrica.

Hasta que llegó la hora de almorzar, 13:30 clavadas. Nos hicieron pasar al comedor y yo me senté frente a Vito. Lo primero que veo frente a su puesto fue una ensalada distinta a la del resto. Luego, poco después, llegó a sus manos ¡¡¡¡UN FRASCO DE MAYO KRAFT, CON SU NOMBRE!!! (ni siquiera la Hellman's Supreme, que fuera, era la mayo Kraft, ¡¡lejos la mejor que existe!!!)... Ahí empecé a comprender todo, estaba sentada frente al mismisimo ¡¡Padrino!! ¡¡El Sr. Vito Corleone!!! Jajajajajajajaj...!!! Fue un almuerzo muy ameno, (no de hotelería 5 estrellas, como debió ser... con lo que se paga en esa clínica, digamos más bien que cayó en las 2 estrellas, si es que, porque mi presita de pollo arverjado era enano igual que el del resto, acompañado de un arroz bastante corriente, creo que la comida en una picada en el centro habría sido bastante mejor, jaaaaa!!). Yo escuchaba a Vito reclamar que eso no era lo que habían dicho que habría de almuerzo, sino que eran chuletas, estaba indignado pero no le dieron ninguna explicación. Pero la justificación estaba clara, había llegado una paciente nueva (yo) y había que echarle más agua a la olla para que alcanzara (y parece que el pollo está siendo el plato preferido para no escatimar en gastos extra, últimamente). Finalmente el almuerzo consistió en ensalada, plato de fondo, postre y jugo de sobre (entero 5 estrellas ¿¿no creen? Del terror, jajajajajaaj!!) Ahí nos hicimos más amigos con Vito, pues después se volvió un clásico pelar la comida de nuestro recinto "5 estrellas". Por otro lado, a otra mesa llegó Hulk junto con sus 3 hijos a almorzar, comida que le trajeron aparte por esta celebración que les comenté.

Terminamos de almorzar y partimos todos los viciosos a fumarnos un pucho afuera. Yo estaba agobiada porque llevaba como 2 semanas sin fumar (por mi propia voluntad) y no tenía cigarros, no había comprado hacía días y como a mi la cosa social me enciende el vicio me empecé a desesperar. Mi mamá de buena onda en la mañana me dejó sus 4 últimos cigarros para que me quedara con algo y en la tarde, cuando me llevaran unos medicamentos que necesitaban para mi, me traerían una cajetilla. No podia mostrar la hilacha tan luego, recién llegada y pechando cigarros al resto, ¡¡hooooorrrooorrr!! Igual, finalmente, tuve que hacerlo y Vito fue el gentil caballero que me convidó de sus cigarros mientras llegaban los míos.

Sentados en esas mesitas con unos quitasoles que estaban del terror de carreteados (sigamos pelando el recinto 5 estrellas, jajajajaja) me encontré cara a cara con Justin Bieber. Él sentado tomándose lo que más tarde me di cuenta era su clásico tecito y fumándose su cigarrito, cual adulto mayor de edad. Ahora le tocaba el turno a él de ser interrogado por mi. Tenía que saber por qué estaba ahí de su propia boca, porque igual algo me había comentado Vito. Justin, este adolescente de 14 años, desde los 13 años fuma marihuana, pero no uno o dos los fines de semana quizás, pasaba tooooodooooo el día pegado al techo. Fumaba caño tooooodoooo el día, pasaba vola'o y lo único que añoraba era salir de ahí para ir a fumarse un "cañon" afuera. Sinceramente a él no le vi un buen futuro de recuperación. Él estaría encerrado ahí meses porque aún no era capaz de entender qué la razón por la que estaba ahí era contundente. Para que alguien pueda recuperarse de una adicción tiene que darse cuenta de ella y él no tenía noción de ella y para más remate era un "Chukrut" más, así que su estadía sería aún más larga, porque algo me hacía intuir que su problema no estaba siendo bien atacado. Era un adolescente muy hábil e inteligente pero su adicción a la marihuana iba a ser muy difícil quitársela, de verdad. Contaba sus historias con lujo de detalles y lo hacía como grandes aventuras. De hecho su familia es argentina y nos contó como pasó su verano allá, hizo de todo, además de pitear, jaló coca, consumió LSD, se copeteaba, entraba a las discotheques para mayores (él los coimeaba para entrar), en fin hizo de todo. Nos relató además como iba consiguiendo dinero para financiar su adicción a la marihuana... ¡¡fue vendiendo las cosas de su casa, hasta un reloj de oro que le había regalado su abuelo!! Obviamente se notaba que su familia era de lucas, por las cosas que vendía... recibía mucha mercancía a cambio de lo que le llevaba a los dealers (bueno, en realidad cualquiera que pudiera estar más de un mes en esa clínica y atendido por el Dr. Chukrut tenía que tener bastante dinero). Justin estaba más carreteado que yoooooo!!! Yo en un comienzo veía como el resto de los que estaban allí le celebraban y aplaudían sus historias. A mi me daba rabia porque no lo estaban ayudando en nada. Yo en cambio le seguía la corriente pero siempre le tiraba algo subliminal para que se diera cuenta que algo no andaba bien. De hecho, más adelante, cuando entró más en confianza (no en ese mismo momento porque entre medio Hulk y sus hijos salieron a compartir con nosotros), logré que me contara la clave de su problema. No recuerdo bien en que minuto fue, pero el lugar en que estábamos y que hacía cada uno en ese momento, sí. Estaban todos alrededor pero fue una conversación casi entre nosotros dos. Le pregunté clara y directamente que lo había llevado a consumir marihuana (y los agregados cuando pudo) y me contestó algo que me conmovió mucho porque sentí que si bien su adicción a la marihuana era su problema ése no era el de fondo y no estaban atacando el problema de raíz de este niño. ¿Qué fue lo que me contó? Me contó que antes de empezar a consumir él, como niño, era una foto, no molestaba a nadie, era super piola y solo era reconocido en el colegio por sus hermanos y no por él mismo. De ahí vino la confesión clave, me señaló que en ese momento sintió que estaba pasando por una depresión, eso creía, y fue en ese mal momento de su vida que apareció la marihuana en su camino. Me dijo que cuando descubrió la marihuana sintió que había sido ella quien lo sacó de ese estado depresivo. Cuando comenzó a consumirla, se empezó a gustar él mismo, como se vestía, como hablaba, como se desenvolvía, en fin... y como ese ÉL con marihuana encima, fue lo que le gustó de sí mismo, y no quiso dejarla más. Sentía que así la "estaba llevando", nada que ver a como ese otro yo deprimido lo estaba haciendo. Para él el pito había sido la solución a todos sus problemas interiores. Repito, esa parte de su historia me conmovió. Y no muchos la escucharon, me la contó a mi, pero nos interrumpieron y no pude seguir conversando ese tema tan importante con él. Ahí entendí que el problema de raíz de este adolescente no lo estaban combatiendo, solo se estaban avocando a su adicción pero no al por qué llegó a consumir tanto. Les aseguro que esa depresión todavía debe llevarla dentro de él y no se están haciendo cargo de ella. Él también tenía asignado un A.T., chaperón, claro que este ni tonto y coquetón que era, le tiraba los cortes a una de ellas.

Ya hemos hablado de Vito, de la Pamela Xu, de Justin Bieber, ahora toca el turno de conocer a Hulk (quien posteriormente se autobautizó "Viejo Lobo de Mar"). Su nombre ficticio cuando sepan la historia de por qué llegó ahí lo entenderán. Él viene de en una ciudad del sur del país llamada "Los Santos", es separado con 5 hijos. Ese mismo primer día, estando afuera en el sector fumadores, Hulk, que celebraba el cumpleaños de uno de sus hijos (como les comenté ya) apareció junto a ellos. Hulk nos presentó a sus hijos y se fue generando una linda convivencia a medida que pasaba la tarde. Unos jugaban pin pon, el resto fumábamos como carretoneros y conversábamos. Al rato, hasta le cantamos cumpleaños feliz al celebrado y nos invitaron a compartir de las 2 tortas que habían traído para celebrar. Lindo gesto, ¿no?. Yo lo pasé chancho conversando y compartiendo con todos los que estábamos ahí, irreconocible, ni parecido a lo mal que me había sentido los días previos a mi entrada a este lugar. Hasta yo me sorprendí. Bueno, sigamos con la historia de Hulk. A determinada hora se fueron los hijos. Ahí llegó el momento de preguntarle por qué estaba ahí. Les narraré la historia tal como la contó él. Es medio enredada porque hay cabos que nunca pude atar, como el de cierta resolución del Seremi de Salud que lo "obligaba" a estar ahí encerrado. Bueno, resulta que empieza a contar que un día, había invitado a unos amigos a su casa (que en realidad eran amigos de su hermano). Ellos no eran personajes muy conocidos para él pero por su hermano los había aceptado en su casa. De pronto vió que uno de ellos tomó por detrás a su niñita, de 10 años (la menor) por las pechugas (mamas senos, pechos, bustos... no quise poner tetas porque estamos hablando de una niñita). Él dice que vio eso, se la tragó en el momento, se quedó tranquilo y no hizo nada. Según lo que yo entendí, esperó al día siguiente, y desde su oficina, cada vez más indignado, partió con la firme decisión de ir a sacarle la cresta (una paliza) al tipo que había abusado de su hija frente a sus ojos. Y así lo hizo. Lo fue a buscar y se convirtió en Hulk, este hombre verde y violento que conocemos de la serie ochentera "El hombre increíble". Dice que lo golpeo varias veces, contó los combos (puñetazos), fueron 14, 4 con la izquierda y 10 con la derecha. El otro según contaba solo pudo defenderse con 4 golpes que parece no le llegaron a Hulk. Obvio que al "pedófilo"  lo dejó botado en el suelo, según su versión (bueno, no sabemos que tan objetivo es su relato). Logró defender la honra de su niñita (creo que cualquier padre lo haría) y se sintió bien, pero no sabía lo que le vendría después... El tipo ni lo demandó, parece que tenía sus desviaciones hacia niñas pequeñas, finalmente (según Hulk, tenía algunos antecedentes), así que no hizo nada y se quedó calladito. El problema vino después cuando en ese estado de ira llegó a su casa y echó a la nana. Imagínense como tiene que haber sido esa escena luego de la adrenalina con la que venía luego de pegarle al personaje en cuestión. Tiene que haberla despedido con una ira que se las encargo.... Uuuuufffff... ¡¡del terror!! Obviamente, en pueblo chico infierno grande (porque aunque sea una ciudad se sigue teniendo la mentalidad de pueblo en esos lugares), la nana, se encargó de divulgar que su ex patrón la había echado a pistolazo limpio de la casa... eso fue lo que el pueblo entero supo, al parecer... Producto de todo lo anterior, lo que ocurrió después fue casi de película... Dice que luego, él en su oficina, aparecieron sus hijos, con nada más y nada menos que unas esposas, pero no para mostrarlas como juguete nuevo ni nada por el estilo sino que para ponérselas a él e inmovilizarlo. Luego de ello no recuerda nada... Le pusieron una inyección y cuando abrió los ojos ya se encontraba en "El Mañio". Lo llevaron dopado desde su tierra, Los Santos, hasta la capital. Lejos la historia más terrorífica, ¿¿no creen?? Tal como lo contó, me conmovió y encontré que lejos lo peor que le pueden hacer a un ser humano era traerlo de esa forma, contra su voluntad a un lugar mediante el engaño de que había una orden del SEREMI de salud de por medio que le impedía salir de ese lugar hasta que el Dr. Chukrut (pues quedó en manos de él) le diera el alta... y todo por la noble causa de haber defendido a su hija de un supuesto pedófilo. Al pobre durante muchos días lo drogaron con Haldol, un antipsicótico, neuroléptico muy potente. Y le pusieron un chaperón (A.T.) también para que lo vigilaran día y noche. Yo recuerdo haberlo visto cuando fui a conocer la clínica. El pobre caminaba atrofiado y pensé "pobre, en esta clínica también hay discapacitados". Vi como arrastraba los pies para caminar. Cuando me contó que era por el Haldol que anduvo así, le dije que demandara a la clínica porque eso era demasiado fuerte, esa droga tan fuerte se la dan a personas que están muy mal, con psicosis y alucinaciones muy fuertes. Al menos, el día que llegué, ya caminaba mejor, pero le costaba todavía.  Ya habían dejado de dárselo y le estaban dando otro medicamento para atenuar los efectos residuales de ese medicamento. Yo encontré del terror que le hayan dado esa medicación, porque loco, loco, no se veía. Bueno, más adelante, me contó que el móvil de sus hijos para esposarlo y traérselo así es haber creído que lo que había hecho lo había hecho como consecuencia del consumo de cocaína. Él ya llevaba un mes recién cumplido en la clínica cuando yo llegué y ya debía irse, pero los desgraciados de Chukrut no le dieron el alta, al parecer lo dejarían al menos un mes más ahí. Los de la secta Chukrut se portaron pésimo, imagínense que le prometieron una salida un día viernes para viajar por el fin de semana a Los Santos (bueno con A.T. incluido) y los desgraciados recularon, no le permitieron la salida!!!... ¿¿¿lo pueden creer??? Esto ocurrió cuando yo ya estaba fuera de la clínica, nosotros mantuvimos comunicación por Facebook y a veces por teléfono por eso sabía lo que pasaba con él. Hasta que finalmente, no sé como, le cruje la idea, se desvincula de Chukrut y pide hora con mi queridísimo Dr. Emmet. Pidió una hora para que él lo fuera a ver. Y así fue. Mientras Chukrut no lo quería dejar ir, mi Dr. Emmet le dió su diagnóstico rápidamente: trastorno bipolar leve, que, gatillado por un estado hipomaníaco había actuado como lo había hecho (que se parece mucho a un estado eufórico producido por la cocaína, por eso, ahora puedo empatizar con que sus hijos creyeran que había actuado así por efecto de esa sustancia). Le dió el nombre de un psiquiatra discípulo de él en Los Santos para que lo fuera a ver y se tratara con él allá. De inmediato le firmó el alta y al día siguiente ya estaba fuera de "El Mañío"... Rápido y simple... Para que vean lo que hace el lucro, el Sr. Chukrut le inventaba trastornos de personalidad, le alargaba la estadía en el lugar y así crecían sus enormes honorarios y alguna comisión que le tenía que caer seguramente por meter pacientes en "El Mañío". ¡¡Grande Dr. Emmett!! Cada vez confío más en ti. En todo caso, pobre Hulk, lo compadezco, no saben cuanta plata tiene que haber salido pagando de ahí, entre la estadía (mes y medio a 140 lucas diarias), honorarios del Dr. Chukrut (se estimaba con mi amigo Vito en un palo nueve -un millón novecientos mil pesos-), el chaperón (46 lucas diarias), medicamentos, exámenes, etc.... uffffff... yo con eso me compro un auto y de los buenos. Pero haber llegado contra su voluntad, tener que pagar por algo que él no eligió, y todo por algo tan simple como ¡¡¡una crisis hipomaníaca y NADA MÄS!! ¡¡PEEEEEEEOOOOOORRRRR!!! En fin. Creo que ésta era lejos la historia más rara, cuática y sin sentido de todas... Yo creo que por eso le dediqué más líneas para exponérselas.

Ya fue suficiente del Sr. Hulk, ahora nos vamos a la historia de Pedro... también apareció a compartir ese día con nosotros en este cumpleaños. Él era el más piola... a mi me costó descifrar por qué estaba ahí, se lo tuve que preguntar varias veces... de verdad, porque me costó entender... Él era algo así como mi colega,  pues estudió lo mismo, él ya había dado su examen de grado y hecho la práctica, solo le faltaba la memoria... a ambos nos faltaba un requisito para lograr ese "codiciado y odiado" título. Salió de mi misma Universidad, solo que era una generación más chica. A ver, como les explico la razón de su estadía ahí... Partió hablando de unos hongos y plantas alucinógenas que consumía con alguna frecuencia que lo dejaron pelando el cable. Tanto así que incluso cuando los dejó de consumir se empezó a psicosear... Parece que lo empezó a pasar muy mal, me imagino que hasta alucinaba en mala con sus hongos sin siquiera consumirlos... digo, para que haya terminado unas semanas en "El Mañío", algo así habría tenido que ocurrir. A los chilenos que leen este capítulo, supongo que habrán captado porque  bauticé a Pedro como lo hice... sí, exactamente, en honor al "San Pedrito" que es una infusión hecha de un cactus alucinógeno y por el "Peyote" que se produce con un hongo de las mismas características, ambos encontrados en el norte de nuestro país.  La verdad es que eso es lo que logré entender, Pedrito, si lees esta entrada, sorry si no logré comprender cual fue tu verdadera razón de estar ahí, pero con mi déficit atencional y todo hice lo mejor que pude entendiendo tu situación. Bueno, en nuestra convivencia con los hijos de Hulk, se dedicó a jugar pin pon o tenis de mesa, como les suene más bonito.

A todos los demás no nos paró la lengua conversando de todo y escuchando las historias estrambóticas de Justin Bibier, acerca de su vida con las drogas, sexo y Rock 'n roll. Tenía más historias que yo, con eso les digo todo, ¡¡era del terror!! Pero no alcanzabas a no quererlo, es más lograbas desarrollar un cariño especial y protector hacia él. Lo pasamos muy bien ese día. Los conocí a todos, excepto a uno. Un personaje misterioso que llegó el domingo en la noche y que al parecer enyuntaba mucho, a pesar de la diferencia de edad, con Justin. Ese fin de semana que yo llegué a él le habían dado permiso para ir a su casa. Por lo mismo, fue con quien menos compartí. A él le decían He Hans, por He Man (mezclado con otro nombre), por su parecido con él según ellos. Yo la verdad lo encontré más igual a Axl Rose, de Guns 'n Roses, así que para mi, en mi relato, se llamara Axl y punto. Bueno, él también estaba ahí por el Dr. Chukrut, su problema: la adicción al alcohol también, como mi amigo Vito. Llevaba harto tiempo ahí, con un A.T. que también lo seguía por todas partes. Fue muy poco lo que compartí con él porque además lo estaban medicando con algo que lo hacía dormir todo el día. El pobre estaba desesperado por eso. Yo la verdad entre más veía las estrategias de como lucraba el Sr, Chukrut cada vez me iba enojando más. Sentía que los enfermaba más para puro sacarles plata. Uyyyyy... del terror!! Bueno, fuera de este parésntesis, solo puedo decirles de Axl que lo encontré muy buena persona, divertido, bueno para la talla (bromas), pero lo vi poco como para llevarme una impresión más generalizada de él.

Bueno, estos son los protagonistas con quienes compartí mi estadía en "El Mañío"... Las aventuras y como viví mi experiencia ahí adentro vendrá en la tercera y última para te este capítulo.

Ah, olvidé contarles que Pedrito fue dado de alta el mismo día que yo. Y mi amigo Vito renunció a Chukrut, ambos nos dimos cuenta lo lucrativo que era su negocio y como entró por su propia voluntad no le fue difícil renunciar al tratamiento de la Institución del Dr. Chukrut. Hoy está de vuelta en su tierra natal, Timbel y continuará su tratamiento en una ciudad cercana que tiene buenos psiquiatras y psicólogos y, lo más importante, apoyado por su familia que estará a su lado.




sábado, 12 de mayo de 2012

Capítulo 23. "El Mañío" 1° Parte.... "La elección"



La idea de internarme surge un día domingo, un 22 de abril de 2012, ese día, por primera vez escuché a un Dr. o médico psiquiatra decirme que la única opción que quedaba para estabilizar mi cuadro era internarme (Siiiii, en una clínica psiquiátrica)... Claro, lo traté de ubicar todo el fin de semana y cuando lo logré estaba destruida, ya no le quedaba más opciones conmigo...

Ese fin de semana traté de ubicarlo como loca, no lograba que me contestara... le enviaba mails y nada y yo que me quería morir... Lo que más me tenía preocupada fue la cantidad de Ravotril que me tomé el día viernes de ese fin de semana, fueron 9mg los que me tomé en un día (no todas juntas, obvio) junto a otro tanto de pastillas para dormir para apagarme un rato. En todo caso, no se preocupen, como verán no me pasó nada, estaba tan descompensada que esas benzodiazepinas pasaban como pastillitas de menta por mi cuerpo. Hasta ese día viernes, ya llevaba una semana con síndrome de retiro de la venlafaxina, que les conté 2 relatos atrás. Pero ese día particularmente había sido del terror. Ese día tenía hora con mi ginecólogo de cabecera, el Dr. Ramiro Schering. Hace 2 años que no lo iba a ver así  que ya me estaba echando de menos mi doc., me tocaba un control completo (y los míos son bastante completos porque además sufro de ovarios poliquísticos). Como les explico, yo con mi síndrome de abstinencia por retiro de medicamentos que me tenía lloooooroooonaaa, imagínense, embarazada que salía de su consulta hacía que me saltaran lágrimas por mis ojos (como ya saben, producto de mis ganas locas de ser madre algún día). Fuera de eso, cuando me tocó entrar a la sesión, ésta fue bien amena. Obvio, tuve que partir por contarle mi super diagnóstico bipolar y mostrarle todos los medicamentos que tomaba. Lo bueno es que mi Dr. Schering conoce muy bien a mi Dr. Emmett y de echo él le tiene tanta fe que es EL psiquiatra que él recomienda a sus pacientes cuando lo requieren. Conversamos larga y amenamente durante la sesión. Me hizo mis exámenes de rigor y me mandó a hacer otros tantos de laboratorio para que el chequeo fuera realmente completo. Estos últimos me los realicé una vez fuera de mi "internación" (Que por lo demás aprovecho de contarles que estoy tiqui taca, como avión, no tengo ni SIDA, jajajajajajajaj!!!).

Ese fue mi paso aquel día por la consulta de Dr. Schering. Bueno, para que les sigo contando el resto del día, obviamente fue del terror... terminé ingiriendo mi total de 9 mg de Ravotril en un día ese día. Lo mismo ocurrió el día sábado y rematé el domingo, claro que a esas alturas mi mamá me había quitado los ravotriles así que no tomé 9 mg, solo 4mg al día. Fue ese domingo cuando pude comunicarme con Dr. Emmett. El pobre venía llegando de un fin de semana de conferencias en Uruguay, con razón no me contestaba, y yo hinchándolo toooooooodo el fin de semana llamándolo al celular. Lo bueno fue que cuando llegó me devolvió mis llamados, en ese momento no alcancé a contestarle pero luego le devolví el suyo. Le hable llorando, ya saben como, si, como siempre, como una Magdalena. Escuchándome como estaba y señalándole que ya no aguantaba más y que por favor hiciera algo por mi, ahí me dijo tajantemente, "la única solución internarte". De primera me asusté, pensé que le estaba poniendo color a lo que estaba sintiendo y a lo mejor no era para tanto pero la verdad estaba necesitando algo a la vena para que se me pasara esa odiosa sensación que estaba sintiendo. Como la decisión de internarme no estaba en mis manos, por el tema económico, le pasé el teléfono a mi padre para que hablara con él sobre mi caso. Las opciones de lugares para internarme eran diametralmente opuestas. Por un lado, el Hospital Clínico de una Universidad, de la cual él es el director (del hospital psiquiátrica, no de la universidad, por si acaso) o de frentón una clínica de aquellas que parecen hoteles 5 estrellas. Para Dr. Emmett la mejor opción era internarme en su hospital clínico para tenerme vigilada durante toda la mañana, pero él tenía claro que la hotelería ahí dejaba mucho que desear y conociéndome él a mi, sabía que no lo iba a resistir. 

Mi padre al día siguiente se reunió con mi hermano Máximo (él que me auspicia la terapia) para ver que hacían conmigo. Llegaron a la conclusión que si no había otra, había que hacerlo... internarme. Antes de eso, junto a Dr. Emmett esperamos unos días para ver si podíamos manejar la situación de manera ambulatoria. Fui a mi sesión el día miércoles y aparte de llorar no hice mucho más durante la sesión. Me dió 2 opciones, la primera, ir durante un tiempo, todos los días, 5 minutos a su consulta, entre medio de sus pacientes, para ver mi evolución de manera ambulatoria o, la segunda, sencillamente, internarme. Yo le pedí la fórmula más rápida que me quitara todo lo que estaba sintiendo. La opción más eficiente, obviamente, era que me internaran en una clínica psiquiátrica unos días.

Al día siguiente, el jueves, partimos junto a mi padre con el "tour del centro psiquiatrica"... Partimos por el Hospital psiquiatrico de la Universidad donde Dr. Emmett trabaja y del cual es director. Llegamos, lo ubicamos y me hizo un tour por el lugar (mi papá no pudo acompañarme pues tenía que entrar al sector de mujeres)... Siendo bien sincera, fue del terror... el lugar era antiguo, las camas de ese metal de camas antiguas de hospital y ese color en las paredes tan clásico de los hospitales públicos de este país, os que también son del terror. Convengamos que en nuestro país la salud es cara y es poco lo que se le destina a lo público, por lo que por esto último la salud no termina siendo de muy buena calidad como en otros países. Aclaro para que no me consideren clasista que yo soy de las que cree firmemente que el estado debe hacerse cargo de la salud, la cual además debe ser gratis, porque aquí el que no tiene plata, lamentablemente, se muere. Bueno sigamos. Pegado en las paredes de las habitaciones habían una especie de decoración infantil que lo hacía ver más bien como película de terror. Por otro lado, las piezas eran compartidas y solo había una para una sola persona. Pero que quieren que les diga, hasta esa, era bastante deprimente. Pero lo que más me chocó fue ver a una de las pacientes, recién salida de la ducha con su toalla puesta, desde otro extremo del lugar, llegando a su habitación ... el baño era compartido con todas las internas... Eso terminó de matar cualquier posibilidad de internarme ahí. Dr. Emmett trató de convencerme un poco de quedarme ahí (claro para lo que él necesitaba que me internara él estaría cerca al menos toda la mañana) pero igual tuve que decirle, diplomáticamente, que parecía mucho hospital público y eso me traumaba un poco bastante. Él obviamente entendió...

El "tour del centro psiquiatrica" siguió... Nuestra segunda parada fue la Clínica psiquiátrica "El Mañío", al otro extremo de la capital, camino a la punta del cerro. Se preguntarán por qué nombré así a este lugar... Bueno, resulta que este lugar en la vida real tiene nombre de árbol y el Mañío también lo es, y  si hacemos un juego de palabras esto calza perfecto con la palabra "maña": dícese según la RAE (Diccionario de la Real Academia Española): destrezas, habilidades, artificios o astucias, vicios o malas costumbres y como bien sabemos con lo que más nos encontramos en estos lugares son con mañas y toooooodoooossss los que entran ahí vienen con una o varias de ellas. (Director creativo del nombre: mi padre).

Llegamos a este lugar y de entradita se vió la abismal diferencia con el otro centro psiquiátrico. Entramos, nos atendieron muy amablemente, Andrea, la recepcionista. Se acordaba de mi perfectamente porque un par de días antes había hablado con ella por teléfono para preguntarle los precios del lugar (que por cierto casi caí desmayada cuando me los dió). Luego lo primero que ella hizo fue llamar a la enfermera, la que la llevaba en el lugar, la manda más, Elisa. Ella nos hizo un tour por todo el lugar. Nos mostró las habitaciones tipo hotel con baño en suite (nada de compartida la cosa acá, alivio) y una preciosa vista al jardín tipo bosque que tiene el lugar. Nos contó todas las actividades que se hacían ahí pues los pacientes deben mantenerse ocupados. Habían canchas de tenis y basquetball, de criquet, una piscina vacía (que luego supe que jamás llenarían por esto de tener a mujeres en bikini y entrar a revolucionar las hormonas de los hombres, jajajajajajaja), sala de entrenamiento con personal trainer, Manuel (muy entusiasta él), profesora de yoga y una terapeuta ocupacional, la Consuelo (quien les organiza durante el día actividades manuales o recreativas para que hagan algo los internos). Tenía un gran jardín que parecía más bien un mini bosque, había un sector con mesitas donde se reunían a fumar sus cigarros los internos. Adentro, tenía además una sala de TV con plasma, cable y aparataje para poner películas y hacer tardes de cine. Tenía una gran sala de estar para recibir a las visitas y un comedor bastante cómodo, limpio y ordenado. La verdad es que todo se veía de lujo (a primera vista, en las otras partes de este capítulo se irán riendo conmigo de determinadas cosas que sucedían ahí).

Finalmente, la decisión fue tomada. El Mañío sería el lugar que acogería mi "internación". El valor diario ahí era más caro que una noche en el Hyatt, con comida incluida, pero yo estaría poquitos días y mi familia podía hacerse cargo de ese gasto gracias a Dios.

Al día siguiente, el día viernes, fui al control de 5 minutos entre pacientes que Dr. Emmet había solicitado para ver como estaba. Fui con mi papá. Entré primero yo y quedamos que la "internación"  sería un hecho y que para él lo mejor sería que me internara al día siguiente, el sábado, para terminar rápido con todo esto. Nada de esperar al día lunes para ello como se había pensado en un comienzo. Hizo entrar a mi padre, conversaron y quedó todo listo para internarme al día siguiente. Me entregó la orden para la clínica (supongo que sabrán cual fue la elegida). Estaría ahí de sábado (muy temprano) a miércoles antes de las 12 (hora del check out). Yo solo tuve que llegar a casa, hacerme la idea de esta nueva experiencia a la que me sometería y a hacer mi maleta para mi "viaje" por 4 días a este submundo...

Los dejo hasta aquí con este capítulo. Ya se vienen las otras partes, pues es un capítulo extenso y no menor en mi vida, pero no los quiero aburrir para que esperen con ansias las "aventuras" que se vienen...

miércoles, 2 de mayo de 2012

Son cosas del fútbol... ¿no?

Bueno y qué??? Lo tuve que hacer..., siiiiii, me internaron!!! Si tal como lo leyeron: Me internaron en una "clínica" ¡¡¡psiquiatrica!!! Suena horrible, ¿¿¿verdad??? Para mi también... Jamás pensé que iba a llegar a esto algún día... pero el día llegó pero precisamente no porque estoy "de patio", no he intentado suicidarme ni matar a nadie... solo estuve viviendo una depresión de la San Puta y muy descompensada y Dr. Emmett quiere hacerme un ajuste farmacológico vigilado, nada más.

Desde la penúltima entrada donde les comenté que estaba viviendo un síndrome de abstinencia por retiro de "droga" (venlafaxina) que he estado viviendo las peores pesadillas que se pueden tener por culpa de esta enfermedad... no las vivía hace tiempo, creo que la última fue hace un año. He pasado las últimas 2 semanas llorando desconsolada, como una verdadera María Magdalena. Tomando las benzodiacepinas como pastillas de menta, para apagar mi mente pues necesitaba que me dejara de atormentar, necesitaba que me dejara tranquila. Lo mismo hice con las pastillas para dormir, me las tomaba con la misma finalidad por las noches, y con la  misma facilidad porque la verdad el sufrimiento durante el día me tenía podrida. Los días previo podía pasar fácilmente de la tristeza profunda a la irritabilidad del terror. El mundo era completa y absolutamente espantoso. Al pobre Dr. Emmett lo tenía loco YOOOOOOOOOOOOO!!! Yo creo que está a punto de ir a internarse conmigo, aunque dudo que a la misma clínica que yo, jajajajajajajaja... Lo tapé de llamados y mails, uffffffff, hasta decir basta... pero la verdad es que mi desesperación no tenía límites, solo pedía auxilio y mi enfermedad está en sus manos.

Estuve 4 días y medio en ese lugar y tengo muchas aventuras y anécdotas que contar... No escribiré un  capítulo full extended porque puede que no acaben nunca de leerlo... Escribiré mi experiencia "internística" por partes, espero la disfruten... Ésta es solo la introducción de la historia que se viene...  

miércoles, 25 de abril de 2012

NOTA...

Ha pasado una semana desde la última vez que escribí... El viernes pasado metí las patas con mi blog y perdí el diseño con el que tanto me había costado dar el año pasado cuando me esmeré en hacer este blog... La foto que está a la izquierda era la protagonista de mi blog y hoy casi no está... Después de este suceso, debo decirles que llegué a odiarlo y pensé no volver a escribir nunca más en él. Sé que él no tiene la culpa de mis torpezas pero me generó un rechazo que recién hasta ahora, que le quité el color negro que le puse en símbolo de luto por haber perdido MI diseño, pude volver a escribir. Me lo lloré todo. Fue horroroso. Fue como si algo le hubiera pasado algo a un hijo, bueno, a uno de mis gatos porque no tengo hijos. Este blog significa mucho para mi. Después de haberme descompensado, descompuesto y desequilibrado durante un período bastante importante de mi vida, lo único que logró mantenerme interesada en algo, en forma continua y sin dejarlo botado fue este blog. Era mi forma de seguir viviendo. A través de éste me mantuve ocupada traspasando mis vivencias a todos quienes sufren lo mismo que yo, a todos aquellos que viven a su alrededor para que los entendieran y todo el que quisiera leerlo. Me hacía sentir útil. Antes de mi blog sentía que no había logrado nada, absolutamente, nada en mis 34 años de vida. Escribir y compartir lo que me pasa me hace sentir viva....

Bueno, y como yo suelo exagerar todo y no veo matices, cuando vi mi blog totalmente distinto al que yo había creado se me vino el mundo encima. Lloré como si hubiera muerto alguien y no veía forma de volver atrás. Intentaba recobrar mi diseño pero la cosa me frustraba cada vez más, no podía hacerlo y sentía una impoteeeeeeencia que no sé como traspasárselas para que me entiendan. Odié "blogger.com", el que crea todo esto, agarré a garabato limpio a esa página web y patadas el computador. Fue espantoso y lo peor es que nadie me entendía. Bueno igual es difícil para cualquier mortal común y corriente entender esto que me pasaba... Sí, era exagerado lo que estaba sintiendo, pero lo sentía... Y lloré, lloré, lloré y lloré hasta que me dio hipo... Y la rabia no se me quitaba con nada, cada vez que me metía a arreglarlo terminaba desconsolada.... hasta ayer. Ayer al menos "algo" lo arreglé, no como estaba antes, pero ya no me da indigestión abrir mi página y escribir en ella... El diseño no es el mismo del que me sentía orgullosa pero no está tan terrible, eso creo.

Sobre mi, les cuento que han pasado algunas cosas, no lo he pasado muy bien, pero eso irá en otra entrada, primero debía contarles esta "tragedia".


martes, 17 de abril de 2012

"Cursando un severo Síndrome de Retiro de medicamento"

Como lo habrán leído en el título, "estoy cursando un severo síndrome de retiro de medicamento", denominado Venlafaxina. Dicho en palabras exactas por mi querido Dr. Emmet, y más simples, ¡¡Estoy sufriendo un síndrome de abstimencia por falta de droooooggaaaa!!!. Que quieren que les diga, lo que me está haciendo pasar este "desgraciado" de mi querido Doc. ("desgraciado" con cariño) por sacarme un med., debo asumirlo, con todas sus letras... ¡¡es del terror...!!! Muchísimo tiempo que no me sentía así por tantos días, creo que hace un año, cuando viví mi última crisis espantosa (la que me hizo volver de Sucupira) y me tuvo muuuuuuy mal. La diferencia es que ahora estoy resguardada por todo un equipo terapéutico que antes no tenía y es producto de algo inducido por un medicamento. 

¿Como les puedo explicar esto que estoy viviendo? Esto ha sido algo así como vivir con un eterno síndrome premenstrual que ya lleva ¡¡5 días sin desaparecer!!! El día miércoles, en mi última sesión, Dr. Emmet fue cuando retiró aquél medicamento... ese que llevaba como 8 o 9 años tomando sin interrupción ... sí, la nunca bien ponderada "venlafaxina" para un bipolar. Se dice que este antidepresivo produce muchos virajes en cuanto a estados de ánimo se trata, por eso no es recomendable que una persona como yo la tome, pero cuando comencé a hacerlo quienes me trataban creían que lo mío se trataba de depresiones y no de un cuadro bipolar. Bueno y como lo que se quiere es que un paciente así ande parejita, y no virando para cualquier estado de ánimo, la idea es darle medicamentos con ese fin. Debo reconocer que muchas veces me lo habían tratado de sacar, pero los resultados habían sido del terroríficos y tenían que volver a reinstalármela. No había caso. Y antes de verme descompensada preferían verme piolita, así que ahí ibamos de vuelta a que la chica lo siguiera tomando. 

La idea de Dr. Emmet, antes de sacármelo por completo era reemplazarlo por un antidepresivo de aquellos que suelen darse a las personas con mi patología, el famoso Wellbutrin (nombre comercial). Por lo tanto, a mi "dieta" medicamentosa me lo agregó 15 días antes de sacarme por completo la venlafaxina. Estuve tomando ambos medicamentos que sirven para el mismo fin (antidepresivos) durante todos esos días. Hasta que llegó el día miércoles pasado y DR. Emmet decidió que era el momento de cortarme definitivamente la Venla y lo hizo. Sin ninguna compasión, me dijo "A partir de mañana dejas definitivamente la venlafaxina, veamos como resulta". Yo como buena y obediente paciente seguí sus indicaciones y a partir del jueves dejó de existir en mi vida y que quieren que les diga, esto ha sido ¡¡¡DEL TE-RROOOOOOOR!!! Me tiene lloriqueando y pasándolo pésimo desde el jueves!!! Jamás pensé que sacarme un medicamento me iba a traer estas consecuencias. Ahora entiendo como sufre un drogadicto cuando le hacen una limpieza y lo privan de su droga!!! Desde el jueves pasado ¡¡no he parado de llorar!!!! Y eso no es síntoma de mi enfermedad, es la consecuencia del retiro de un fucking medicamento que venía tomando hace 8 o 9 años!!! (bueno igual agreguémosle que a mi los cambios de estación del año me producen serios estragos).

Se preguntarán como trato de apaciguar este chaparrón, bueno, como dijo mi doctor, a pura benzodiacepinas!!! Mi fiel compañera el gran Ravotril.... Ya no la estoy tomando como método de SOS, la tengo que tomar todo el día o si no NADIE, ABSOLUTAMENTE, NADIE, me aguanta!!! Ni yo misma. La angustia y todos esos pensamientos terroríficos acerca de mi y mi futuro se apoderan de mi y lloro, lloro, lloro, lloro y lloro como unja Magdalena. El mundo es terrorífico, mi vida es la peor y pensar en mi examen de grado ni hablar, no saben cuantas veces al día pienso en una inyección letal que acabe con todo!!!

Producto de este síndrome de retiro, estoy con "licencia" para no ir a trabajar, pues pasaría la mayor parte de mi día drogada por el Ravotril o si no llorando como si mi vida se fuera a acabar. Desde ayer que no voy a trabajar, y es verdad paso mi día con una dosis alta de benzodiacepinas en mi cuerpo para amortiguar esto (es la única forma de pasarlo dice mi doc.) o si no lloriqueando... VALOOOOOORRRRR!!! 

Lo peor de todo son aquellas personas que me tienen que escuchar o "leer" completamente descompensada, no saben el contenido negativo que le pongo a mi angustia sin sentido... ¿Como chu... me aguantan?? Puedo ser muy agotadora y tienen que pensar lo peor de mi... Bueno, que más da en todo caso, todos ellos ya no dan un peso por mi, la "loquita" ya anda con sus tontertas, se dirán...

Bueno, yo solo tengo fe, que al igual que mi enfermedad, esto que es netamente biológico, se me pase pronto, para retomar mis cuadernos y lograr cumplir toooooodoooosss, absolutamente tooooodosssss esos sueños que están supeditados a este examen de grado... Sé que ya va a pasar, solo debo aguantar el chaparrón de una vez con el cambio de medicamento, ¿¿Qué son 15 días en comparación al resto de mi vida??? NADA... solo debo seguir teniendo paciencia, la cual también se las pido a todos aquellos que están a mi lado... como todo en mi enfermedad, los estados son transitorios... 

viernes, 13 de abril de 2012

LA FUCKING Sra. ANGUSTIA!!!


Hace muchos días que esta sensación viene invadiendo mi vida... comienza en las mañanas y hay veces que no termina nunca hasta que no me "chanto" (meto) un Ravotril en la boca. Aunque lo único que esté añorando es que se vaya este verano, debo confesar que el cambio de estación me está matando... A esto agreguémosle estrés, si pues, mi genial idea de empezar a estudiar para el examen de grado, que aunque me rehúse a creer que ello me genera estrés, la verdad es que al parecer me tiene con los nervios de punta. Tener 800 ojos sobre mi esperando algún resultado, esto es, que no recule, que me mantenga firme, que estudie diariamente, que no saque la vuelta, que no invente otra cosa para dejarlo una vez más sin terminar, en fin, parece que no es algo muy relajador... Además de mis propias  exigencias que me gritan desesperadamente que no afloje para poder tener una vida como la gente... Todos, absolutamente todos, son factores estresores a los que le agrego mi obsesión por no fracasar, esto es, si fallo una vez más en este proceso por dejarlo botado una vez más... 

Estoy cansada de llorar todos los días sin contenido aparente... bueno, se supone que es así y puede que lo sea... Como me lo han repetido, lo más seguro es que sea una angustia sin contenido, pues muchas veces es netamente biológica. El problema es que yo me encargo de que los episodios sean aún peores de lo que relamente son porque les pongo de mi propia cosecha. Les agrego uuuuuunnnn contenido realmente del TE-RROR!! Tooooodoooosssss quienes rodean mi vida en esos momentos son los culpables absolutos de mi mal pasar. Las películas que me paso son largometrajes pero con unos tintes de culebrón venezolano que se los encargo, realmente espantosos. Y por más que me han dicho, "no hagas caso de ese contenido porque no es real", suuuuuufro como enferma mientras me  paso tremendos rollos. Obviamente, con esa tremenda película, a esas alturas mi vida queda buena para nada y una inyección letal a la vena en esos momentos no me viene nada de mal... es la mejor solución, créanme. Es increíble como la mente nos puede llegar a enredar de esa manera y nos juega tan malas pasadas. Menos mal que igual algo no le alcanzo a hacer caso, y quizás no lo hago (aunque me creo con puntos y comas todo lo que estoy pensando) porque sé que la angustia es un estado alterado de consciencia y te puede llevar a tomar las peores decisiones de tu vida, incluso llevarte a la muerte. No sé que es, tantos años en terapia, algo me ha quedado, entre ellos, tratar de nunca hacerme caso cuando estoy pensando pelotudeces (que en el momento angustioso que los pienso obviamente no son pelotudeces). Mi "yo sano" con un hilo de voz, sabiendo que no lo estoy escuchando con la atención debida, igual me la tira y me dice: "No te hagas caso, esto pasará, siempre pasa, por lo tanto, tampoco hagas tal de tomar alguna decisión pues terminarás arrepintiéndote y llorando por los rincones o haciendo pedazos a otros que no tiene la culpa de tus males...".

Bueno, así fue mi mañana (no solo la de hoy), desperté con un nudo en la garganta, con toda clase de teorías conspirativas contra mi en la cabeza y las lágrimas tratando de salir desde que desperté hasta que hice todo el recorrido en colectivo a la oficina. Cada vez las podía contener menos. Hasta que llegué a mi oficina y no pude más. Me encerré en la oficina del jefe (que no estaba) y me largué a llorar... ya lo saben, sin razón. Ahí, mi "yo sano" me obligó a tomar el teléfono y llamar a Dr. Emmet (él ya me había dicho que en caso de urgencias así ni dudara en llamarlo). Lo hice, llorando como una Magdalena y el "desgraciado" no me contestó el teléfono... Eran las 10 de la mañana, hora suficiente como para que una persona, un día de semana, ya esté funcionando. Volví a marcar por segunda vez su número, esta vez sollozando, y ¡¡¡nada!!! Desesperadamente le mandé un mensaje de texto para que cachara que era yo la que lo llamaba (él no tiene mi número guardado). Esperé unos minutos que se me hicieron eternos y no recibía respuesta. El dolor de mi angustia me tenía tan mal, tanto así que tuve que insistir por tercera vez y, una vez más, no contestó... Plan B... Llamar a mi psicóloga, Lucienne. Ella de alguna forma haría que mi angustia de alguna manera bajara. Ella sí me contestó (y eso que tiene mi número guardado, así que sabe que algo me podía estar pasando pues solo la llamo en casos extremos). Lo primero que hizo fue obligarme a tomar mi Ravotril, porque con angustia no iba a funcionar en lo absoluto, ni en ese momento ni más tarde. Aunque ella sabe perfectamente que la curva de la angustia es solo eso, una curva que comienza, tiene un peak y baja hasta terminar, por lo que para ella con o sin Ravotril mi angustia finalizaría en algún momento, se demoraría más pero lo haría (lo de la curva ella me enseñó hace años y siempre trato de recordarlo cuando la angustia me invade). Mientras ella me tranquilizaba, justo entró el llamado de Dr. Emmet, me estaba devolviendo la llamada... Aunque no sabía a quien se lo devolvía, solo lo hacía por tener 3 llamados desesperados perdidos en su celular, lo hizo. Se introdujo quien era y me dijo que tenía 3 llamados perdidos de ese número y quería saber de quien era. Cuando le dije quien era, llorando como una Magdalena, lo entendió todo. Me mandó de inmediato a tomarme el Ravotril, lo primero que tenía que hacer era manejar la angustia. Hecho eso estábamos al otro lado. Me indicó la dosis y si no me funcionaba en 45 minutos me tomara otra dosis igual. Lo más importante era que la angustia desapareciera. Hablamos algunas cosas medicamentosas y cortamos. Menos mal que Dr. Emmet con todo lo eminencia que es, es bien comprensivo (o seré un desafío para él en términos médicos??? Quizás, por eso me tiene tanta paciencia). Corté, devolví el llamado a Lucienne, que la había dejado a medio camino con la entrada de la llamada de Dr. Emmet y le conté lo conversado con él. Terminamos de hablar y acto seguido me chanté la dosis del Ravotril que el Dr. me había indicado. Luego me puse a escribir esto que están leyendo... Qué terrible vivir con esto latente, es espantoso, pero así es esta FUCKING y DESGRACIADA angustia, te paraliza y ves tooooodoooo, espantosamente negro, tenebroso... definitivamente horrible!!

Y saben que es lo peor, que hoy, siendo las 17:33 hrs. esto no se me ha pasado en lo absoluto!!