Bueno, bueno... aquí estoy contándoles una vez más que me puse las pilas para dar el examen de grado, la última vez que lo hice fue en junio-julio del año pasado y se los relaté en uno de mis capítulos de este blog:
Capítulo 6. Back to school, yeah!!!!. En aquella oportunidad les conté como ha sido mi relación con este tortuoso proceso de estudio para mi examen de grado. Les mencioné ahí que en 2 oportunidades intenté estudiar con la ayuda de unos tutores, muy conocidos en el ambiente y que 6 años después de la primera vez que estuve con ellos se han convertido en una "mini pyme" de la preparación de exámenes de grado. Bueno resulta que por 3ª vez llegué donde ellos. No sé por qué yo insisto si ya los había dejado botado antes, pero como dicen por ahí la tercera es la vencida. Juan José y Camilo, los cabecillas de esta mini empresa, han vuelto a mi vida... Bueno, se preguntarán por qué me volvió todo este afán de estudiar de nuevo...
En enero de este año tuve la grata vivencia de reencontrarme después de algunos años de no vernos con Agustina Pérez-Cotapos, mi gran amiga de la Universidad en que estudié derecho en un comienzo derecho. Con ella vivimos juntas 2 años y ambas nos retiramos de esa universidad. Ella duró un año más que yo ahí, pero terminó más hastiada que yo con el derecho, creo yo. Tanto así que se volvió a Santiago y se metió a estudiar nada más y nada menos que... ¡¡TEATRO!! Yo al menos volví y retomé los estudios en lo mismo pero en otra Universidad... ella si que se nos dispersó, jajajajajaj. Pero que más da, terminó esa carrera y ahora es toda una actriz. Bueno, no contenta con ello, quedó con el bichito del derecho dando vueltas en su cabeza y ¿¿que hizo?? Buscó una universidad y retomó los estudios de derecho. Haciendo alusión a su apellido, se metió a la universidad más cuica del país, a la U. de Los Alpes. Resulta, que los años han pasado y la Agustina ya egresó de la carrera y en marzo de este año se ponía a estudiar para el examen de grado. Y yo, sabiendo como estudiaba y como lo hacíamos las dos en aquellos tiempos le propuse que lo hiciéramos juntas, claramente ella sería mi salvación. Su obsesividad con las cosas que se proponía podía traspasármela a mi y eso me ayudaría muchísimo. De ahí en adelante no nos dejamos de hablar más. Retomamos esa amistad que tuvimos suspendida por algún tiempo y volvimos a vivir nuestras aventuras.
Llegó marzo, yo me fui de vacaciones por una semana al sur del país y a la vuelta comenzamos a unirnos en el estudio con la Agustina. Ella ya había optado por tomar un tutor que la interrogara semanalmente, yo no tenía nada decidido (y menos dinero para hacerlo, jajajajaja). Entonces lo que haríamos era que yo iría a la par que ella en las materias y ella cada semana me interrogaría al día siguiente de la suya. Empecé con mucho entusiasmo a retomar los apuntes, resúmenes, libros y cuadernos. Algunos días nos juntamos a estudiar en mi casa y avanzamos de lo más bien. Entonces fue cuando decidí que no era mala idea volver a retomar a aquellos tutores que hace varios años había dejado de lado. Me conseguí financiamiento y me comuniqué con ellos. Se demoraron como 3 semanas en darme el vamos. Estaban copados. Pero logré obtener un cupo. Yo empecé mis tutorías con 3 semanas de retraso que la Agustina, así que ahora vamos desfasadas y la verdad no sé que tan bueno es eso...
Ahora les cuento como ha estado funcionando mi cerebrito anímico con todo esto... Lo voy a acusar porque no se ha portado muy bien... Me ha dejado estudiar pero me ha tenido con la depre presente. Debo confesar que he estado bastante desestabilizada. A principios de marzo ya estaba con el ánimo bajo. Dr. Emmet me dió unas pastillitas para ayudarme con la concentración en el estudio pero que tenían el inconveniente de que en determinadas dosis tendían a desestabilizar a una persona con trastorno bipolar. Efectivamente así fue. A la semana, cuando me tocó subir la dosis del medicamento me fui a la cresta... si bien era una bala avanzando con la materia (una vez leí 100 paginas a conciencia de un libro en un día y eso en mi hace años no ocurría). Era una máquina de tragar conocimiento pero la angustia, se las encargo, del TE-RROR!! Dejaba de estudiar y se me venían a la cabeza problemas insignificantes como gigantes, la cabeza la sentía muy agobiada, con el corazón acelerado, me sentía muy mal. La verdad es que por un momento pensé que daba lo mismo como me sintiera lo importante era la forma como estaba avanzando pero a la angustia que tenía le ponía un contenido que me hacía tener más angustia y sentía que el mundo era terrible. Hablé con el Doc. y probé con otro medicamento, el nunca bien ponderado "Ritalín", pero tampoco lo toleré bien. Ahora no sé si todos estos bajones que he tenido han sido producto del desequilibrio que me produjeron esos remedios o simplemente es la época... cambio de estación (recordemos que el año pasado a esta fecha estuve pésimo).
Toda la semana pasada estuve con una depresión espantosa. Llorando mucho, muy angustiada y viendo la vida espantosamente terrible. Lo único que me quita todo eso son los ansiolíticos. Yo en particular, como ya saben, tomo el famoso Ravotril, pero el problema que ellos traen aparejados es que te quitan memoria y eso no sirve mucho para el estudio... Tenía que elegir entre estudiar angustiada o no andar angustiada pero sin poder retener nada. El entusiasmo por avanzar en el estudio no se me quitaba, al menos, pero con ese estado de ánimo imposible lograr un buen resultado. Lamentablemente, igual, tuve que echar mano a los fármacos o si no moría en el intento. Tuve que comunicarme de urgencia con Dr. Emmet y me subió un medicamento y me permitió tomar mis dosis de Ravotril, aunque estudiara, porque él sabe perfectamente que con angustia no se puede vivir.
Bueno, volvamos a Juan José y Camilo... mis "queridos" interrogadores... Esta semana comencé con mi primera interrogación, todos los lunes tendré que visitarlos. Ellos, obviamente, todavía se acordaban de mi, recuerden que la última vez yo inventé casi una pelea para no seguir con ellos, ¿¿como no se iban a acordar de mi?? Además que era un chiste la seriedad que yo le ponía a sus interrogaciones, jamás los tomé en serio. Estudié durante 2 semanas la materia que entraba para esta primera interrogación. De hecho ellos dejaron que para ésta me entrara más materia que lo que comúnmente ellos interrogan la primera vez pues yo ya lo tenía estudiado. Con todo el panorama anímico que ya les conté, la verdad es que iba a la suerte de la olla a esa interrogación..
Llegó el día. Mi madre creo que prendió todas las velas del departamento y me encomendó a todos los Santos. Quince minutos antes de lo debido llegué a la oficina de ellos. Ufffff, toda una odisea volver a ese lugar... Subir las escaleras de ese edificio, llegar a la puerta, tocar el timbre y que me abriera más encima la puerta Juan José, uno de mis verdugos del pasado, fue recordar como me sentía caminando rumbo al matadero cada vez que iba donde ellos. Lo saludé, obviamente, y me senté en la sala de espera. Entré con un buen capuccino en la mano, comprado en el negocio de al lado, con muuuuuuuuuuuuuuuucha azúcar, tal como me lo indicó Jack, lo recuerdan, verdad??... Sí, porque él se encargó de darme una serie de indicaciones previas, como lo hace un entrenador a su pupilo... me mandó bien recomendada a mi interrogación para que nada saliera mal... (Si, es verdad, mi querido Jack eres un pilar importante en este proceso, gracias por tu empuje... Y no seas mal pensado con lo del empuje, yaaa???). Bueno, sigamos en lo que estábamos. A medida que pasaban los minutos veía como se iban acumulando en ese lugar más personajes como yo. Ahora no solo interrogan los fundadores, hay como 10 más en su "pyme". La empresa ha crecido. Por esa razón, les solicité que fuera uno de ellos 2 quien me interrogara la primera vez pues quería ocupar 5 o 10 minutos de ella para conversar un asunto con ellos. Y así fue. Ese lunes a las 17:00hrs. apareció Camilo llamándome para la interrogación. Un alivio, porque Juan José no digamos que tiene mucha psicología, al menos en aquella época no, no sé si habrá aprendido algo en estos años, jajajajajaja... Camilo seguía igual, hasta su oficina era la misma de siempre. Me senté frente a él y empezamos una conversación bastante amena. Me volvió a recordar que se acordaba de mi y partió preguntándome por qué los había dejado y nunca había dado el examen. Y así partió mi charla acerca de la bipolaridad... una vez más en mi vida... Bla, bla, bla, bla...
Dejando varios puntos claros como mi tendencia a dejar las cosas que empezaba botadas, efectos que mis medicamentos tienen sobre mi memoria y mis cíclos anímicos, comenzamos la interrogación... Uyyyy, no sé que tan terrible fue, solo sé que mi memoria me traicionó en varias oportunidades. Creo que no demostré nerviosismo (bueno para eso tomo una de mis tantas pastillitas mágicas) y que traté de manejarme lo mejor que pude. Cometí errores, los que no me permitieron continuar a la siguiente etapa (de materia) y quedé bastante atrás con respecto a la Agustina, la que me empuja a estudiar. Pero Camilo tuvo la delicadeza de no mandarme desmotivada para la casa pues me dijo que yo algo tenía avanzado y eran mis habilidades comunicacionales, mi simpatía, el que no generara anticuerpos al interlocutor, que no era fome, en fin, que hablaba como abogado y eso ya era un plus para este proceso. Lo otro se podía arreglar, pero como quien dice, la materia prima ya estaba... No saben el alivio que me dió escuchar esas palabras... ese diagnóstico me dejó tranquila e hizo que volviera a mi casa con una sonrisa en la cara y no derrotada....
Bueno no les voy a decir que he logrado retomar el cuaderno para repasar esa materia que tengo que repetir. Sería mentirles decirles que lo único que quiero es ver todos esos esquemas, definiciones y artículos escritos en diferentes colores. Me da angustia cada vez que tomo el cuaderno y por eso ya pedí hora con Dr. Emmet para hoy porque la necesito. Siento que ya estoy dejando botado el proceso una vez más. Trato de enfocarme para estudiar pero siento que lo he visto tantas veces que no puedo avanzar, siento una dispersión absoluta. No quiero dejar esto botado de nuevo, NO, NO y NO... pero ¿¿¿que hago si no logro retomar el estudio???!!! Me angustia esa materia y la cabeza me empieza a hervir, no saben lo espantosa que es esta sensación y, una vez más, la única que me la quita es el Ravotril, pero tomármelo ME QUITA MEMORIA!!! Es un círculo vicioso. Tengo miedo, mucho miedo... quiero lograrlo pero sin morir en el intento... Veamos que me dice Dr. Emmet hoy y crucen los dedos porque yo ya no empiece a inventar excusas para no seguir con lo empezado, por favor...