No sé por qué hoy me vino esta reflexión... Bueno, obviamente es porque mi espíritu navideño no existe, no sé donde lo dejé o lo perdí... simplemente ¡¡no está!! Por eso es que, como dice el título de esta entrada, me pregunto quien lo habrá matado porque ni agonizante está ya que no lo veo por ningún lado. Muchos solo nos responderemos que fue la sociedad actual la que lo pulverizó sin escrúpulos y nos dejó sin este noble sentimiento...
Faltan pocos días para la Navidad, día que años atrás esperábamos impacientemente que llegara. Hoy los días los percibo como cualquier otro, siguen igual, no hay olor a Navidad. Si bien todos recordamos cómo cuando éramos niños esperábamos este día con entusiasmo y mucha ansiedad (contábamos los días para su llegada desde el momento en que nuestro calendario cambiaba al mes de diciembre) hoy me encuentro enredada en un "sinsentido" (espero que no sean los medicamentos los que me tengan así). Antes la TV nos inundaba de programas alusivos a la época, nos empapábamos del significado de estas fechas, ya fuera con un Santa Claus viviendo en el polo norte con la Sra. Claus, sus enanos y renos o un Jesús de cumpleaños con María, José y sus tres Reyes Magos en un establo de Belén. Ambos escenarios, cualquiera fuera la creencia, se veían lindos y con sentido. Pero hoy, ¿¿que tenemos?? Una TV plagada de comerciales incitándonos a comprar y un noticiero enseñándonos las mejores "picadas" para encontrar regalos más baratos... nada más...
Hoy miro hacia atrás y evoco mi infancia con Navidades expectantes por la llegada de algo que en su esencia era mágico... ya fuera en términos religiosos o de esa Navidad creada por "The Coca Cola Company", junto a ese Viejo Pascuero vestido con traje de Polo Norte y esperado en países como el nuestro donde el calor en esta época es insoportable. En esos años yo vivía en aquél país centroamericano llamado Litoral Pudiente que ya les conté en alguna entrada. En esos años yo era la más pequeña del grupo familiar, la encargada de mantener el espíritu navideño en el hogar (créanme que por eso la creencia en el Viejo Pascuero tuve que estirarla hasta los 13 añitos). Por años sentí la presión de no arruinarles la Navidad a mi familia, era la razón de los regalos, de armar un árbol navideño en familia, un pesebre y escribir una carta al ya mítico Santa Claus. Era la menor del clan familiar con una diferencia etárea bastante significativa respecto del hermano que venía antes (6 años). Toda una responsabilidad...
Con los años fui yo quien se puso al otro lado de la moneda... Era la que compraba regalos a sus seres queridos en demostración de amor y cariño, ya no era solo la que los recibía. Quizás en alguna época me creí la número 1 del listado de los más ricos del mundo de la revista Forbes pues compré en demasía y por sumas que solo el plástico (tarjetas de crédito) podía costear. En esa época me volvía loca comprando, lo pasaba increíble haciendo pedazos las tarjetas y haciendo feliz al mundo con mis regalos. Pero ese no era el sentido de la Navidad... el consumismo que veo en las calles hoy me molesta... Veo la gente cargada de paquetes endeudándose hasta donde no pueden... me estresan y creo que por eso ya no le veo sentido a esta época... Es tan poco mágica la cosa en estos tiempos... Somos como una máquina programada para estas fechas. La prendes y el mundo lo único que piensa es en comprar y comprar... ¿¿Para qué??? Si con un detallito puedes hacer feliz a cualquiera... Los regalos dejaron de hacerme sentido, eso sí, a menos que hayan niños cerca mío. Hoy las únicas que me inspiran este espíritu navideño son mis sobrinas que, si bien ya están grandes y saben que no hay ningún viejo pascuero viviendo en el polo norte, solo ellas me motivan a celebrar esta Navidad.
Hace unos años, mi hermano Matías, padre de mis sobrinas, desempolvó del baúl de los recuerdos una vieja historia de Navidad que siempre veíamos cuando pequeños por la televisión. Era la historia de una pequeña niña llamada Virginia, que quería saber si existía Santa Claus y que al preguntárselo a su padre éste la conminó a enviarle una carta al diario más importante de aquella época para que contestara su inquietud. Voy a compartir esta historia con Uds. porque marcó mi infancia. Hoy estas historias ya no las vemos en la TV y son otros los valores que vemos plasmados en los mensajes que la vida moderna nos está entregando. Si bien esta historia no nos muestra el espíritu navideño desde un punto de vista religioso (católica y sus derivados), si nos puede transmitir un mensaje universal que va más allá de cualquier ideología. A continuación comparto esta linda historia...
"Uno de los editoriales más famosos fue escrito por Francis P. Church, director asistente del diario "The New York Sun". Fue publicado el 21 de diciembre de 1897, como respuesta a la carta de una pequeña niña. Desde entonces ha sido reproducido innumerables veces, llenando al mundo con las sencillas palabras que nos recuerdan la importancia de la inocencia, la fe y el amor.
En el otoño de 1897, Virginia Hanlon, una niña de ocho años de edad le preguntó a su padre si existía Santa Claus, sus amiguitos le habían dicho que no existía. Su padre le dijo, que le escribiera al director del diario The Sun, uno de los mejores diarios de Nueva York de su época.
Querido Editor:
Soy una niña de ocho años de edad. Algunos de mis amiguitos dicen que Santa Claus no existe. Papá me ha dicho: "Si lo ves publicado en "The Sun", entonces es cierto". Por favor, dígame la verdad, ¿existe Santa Claus?
VIRGINIA O'HANLON
115 WEST NINETY-FIFTH STREET
Virginia:
Tus amiguitos están equivocados. Ellos han sido afectados por el escepticismo de una era escéptica. No creen más que en lo que sus ojos ven. Ellos piensan que no existe nada que sus pequeñas mentes no entiendan. Todas las mentes, Virginia, sean de hombres o de niños, son pequeñas. En nuestro vasto universo el hombre es un mero insecto, una hormiga, cuyo intelecto no resiste la comparación con el mundo ilimitado que le rodea ni, mucho menos, con la inteligencia capaz de aprender la totalidad de la verdad y el conocimiento.
Sí Virginia, Santa Claus existe. Su existencia es tan real como el amor, la generosidad y la devoción, y tú sabes que éstas abundan y dan a tu vida su máximo gozo y belleza. ¡Cuán sombrío sería el mundo si no existiera Santa Claus! Sería tan sombrío como si no hubiera Virginias. No existiría la fe infantil; no habría poesía, no habría romance para hacernos tolerable esta existencia. No tendríamos más gozo que el de los sentidos y la vista. La eterna luz con que la infancia ilumina al mundo se extinguiría.
¡No creer en Santa Claus! De la misma forma podrías no creer en las hadas. Tú puedes convencer a tu papá para que contrate hombres que vigilen la chimenea en Navidad y pillarlo, pero aunque no lo vieran bajar, ¿qué probarían? Nadie ve a Santa Claus, pero eso no prueba que no haya Santa Claus. Las cosas más reales del mundo son las que ni los niños ni los hombres ven. ¿Has visto alguna vez a las hadas danzando en el césped? Por supuesto que no, pero eso no es prueba de que no estén allí. Nadie puede concebir o imaginar todas las maravillas aún no vistas e invisibles que existen en el mundo.
Puedes romper la sonaja de un bebé para descubrir en su interior qué es lo que produce el sonido, pero hay un velo que cubre el mundo no visto que ni el hombre más fuerte, ni aún la fuerza unida de todos los hombres fuertes que hayan existido, puede romper. Sólo la fe, el amor, la fantasía, el romance y la poesía pueden apartar esa cortina y ver y mostrar la belleza sobrenatural y la gloria que están más allá. ¿Es todo ello real? Ah, Virginia, no hay en este mundo nada más real y permanente.
¿Qué no existe Santa Claus! Gracias a Dios él vive, y vivirá por siempre. Mil años después de ahora, Virginia, es más, diez mil años después, él continuará alegrando con su espíritu el corazón de los niños."
Con este mensaje los quiero dejar hoy... Con esta historia que acompañó mi infancia y la de mi familia... Quizás con ella logre revivir ese espíritu que esta sociedad consumista e individualista ha matado en mi interior y en el de muchos otros... Veamos...
¡¡FELIZ NAVIDAD A TODOS!!
Quiero mis Derecho de autor... Me mencionaste varias veces y sin mi autorización...
ResponderEliminarBesos,
Polo Norte...
Mi estimadísimo Sr. Polo Norte...
ResponderEliminarCréame que no le debo ningún derecho de autor pues ese lugar existe y se llama así desde tiempos inmemorables... De hecho, le comento que Ud. fue llamado así en alusión a ese lugar: un extremo de nuestra tierra... y, para su mayor conocimiento, le puedo decir que ese lugar necesita de un polo sur para mantener al planeta equilibrado en su eje ¿¿estamos??
Saludos!! :D
Srta. XXX... Y quién sería el polo sur ?????
ResponderEliminarAtentamente y esperando respuesta,
Sr. Polo Norte..
Sr. Polo Norte
ResponderEliminarEsa información es reservada...
Le recomiendo que elija Ud. quien quiere que sea su Polo Sur... O pídale al Viejo Pascuero que le traiga uno... Además, ahora que me doy cuenta, ¡¡Ud. no es el Polo Norte!!
:D
BAZINGA !!!!
ResponderEliminarCasi caes....
Mi linda Polito Norte....
Oye Pues??,..Como Siempre EncanTado D LeerT Si,.Si!! Soy PP_Thoneo el Mismo que VisT y Calza,.Ji,.ji :) En Referencia a Tu Ultima Entrada,.es Totalmente cierto Las Grandes corporaciones se han encargado D quitarle a los pueblos lo Mejor d sus Tradiciones y Costumbres (X ahí dicen que es culpa d los illuminati,.que no son el grupiTo ni los mismos D hace 500 años) Pero Bueno,.Esa Es Otra historia,. Tienes Razón en Decir que antes todo parecía mas bonito,.pero a la vez!! bueno,.al menos Yo por Mi parTe trato D conservar el espíritu D Papa Noel o Viejo Pascuero(Como quizás T habrás Dado Cuenta) y No compro ni un solo RegaLiTo a Nadie, pero trato D compensarlo con muchas otras cosas,.,.y Nada!! que Ya Me Extendí Tanto y podría seguir y Seguir,. :-) Me Gusto, Me Encanto tu entrada X Favor sigue Publicando Mas Entradas.
ResponderEliminarYo También T Deseo Una muy Feliz Navidad!!
(I Still Believe)
PP_Thoneo
Besos♥♥!!
Hoooolaaaaa PP_Thoneo!!!
ResponderEliminarMe encanta que te guste leer mis entradas, tu opinión es muy importante para mi!!
Me alegro mucho que seas de los que no se meten en este horroroso sistema y te creo que compensas tu falta de regalos con cosas mucho mejores...
Un abrazo enorme y te deseo la mejor de las Navidades!!