Hace media hora llegue del carrete y ¿¿saben qué?? He llegado a la conclusión que no debí salir... por hoy solo quiero a mis gatos: Sam que me acompaña junto a mi almohada y la Lupe que vive su propia vida gatuna... No sé que me pasó porque lo pasé muy bien, o sea, siempre sentí que así fue hasta que llegó la hora de venirse. Cuando dije "ya vamos" sé que desde hace un rato ya no me estaba sintiendo bien. Y cuando venía rajada por la autopista solo pensaba "no debí haber salido hoy". La razón, la forma en que me estoy sintiendo a esta hora... Odio todo, nada es agradable y no quiero a nadie hoy... Todos pasaron a engrosar mi lista de gente que no quiero ver, de esos que cuando me baja la estupidez bipolar no quiero ver más porque me generan esa odiosa sensación de angustia. Por eso hoy simplemente exclamaré "¡Solo quiero a mi gato Sam y, está bien, a la Lupe también!"
No saben cuanto odio sentir esto, porque daño a mi entorno, a ese que está esperando diariamente un "Hola que tal?" Los daño pues de la nada dejo de hablarles, de interactuar con ellos, de sentir que los quiero... los boto sin explicación alguna y hoy siento que le haré sentir mal a quienes no tienen la culpa de este torbellino de emociones que me pesa en estos momentos. Quizás he tenido una semana pesada de trabajo y estoy cansada... no he parado. Me ha tocado salir a las 8 de la mañana de mi casa y volver después de las 9, ya sea porque hice horas de más en la pega o me fui a tomar un café con mi nuevo amigo Jack (que será quien sufrirá las consecuencias de mi maña más tarde cuando despierte y no quiera hablarle)... Algo ha hecho click en mi cabecita y creo que estoy mental y físicamente agotada... Dirán "por qué esta tonta no duerme, son las 6:20 de la mañana y dice que está cansada!!"... porque aunque esté cansada tengo que tomar unas odiosas pastillas para que logren cerrar mis ojos porque mi cerebro está hiperventilado. Ahora recién me las tomaré. No lo hice antes porque quería plasmar esta sensación en mi blog y compartirla con Uds. Pero ahora lo haré, empinaré mi vaso de agua con mis 4 pastillas y me las tragaré... para empezar a caer en transe y dejar a mis neuronas descansar. No sé por qué siento que estoy escribiendo en verso o en un tono cantadito pero es como está funcionando la madre de todos mis males (mi cabeza). Más tarde será un nuevo día y ahí veremos si aún hasta a mi Sam y mi Lupe sigo queriendo.
Ya me tragué mis pastillas pero agregué una más... "algo para la angustia, por favor". Sí, un pedazo de Ravotril pues quiero borrar esta desagradable sensación de forma rápida... no quiero cometer más errores pero debo confesar que estoy cansada de todo esto... esta intensidad me mata... un día bien, un día mal, otro día peor y otro día sobre el mundo. Me quiero sentar en mi enfermedad y decirle "Desaparece, me importas una raja" pero no, ahí están mis químicos recordándome que nada me importa una raja, que todo me importa mucho y tengo que seguir viviendo aunque sienta que nada vale la pena. Todo esto mientras espero que los "fucking" meds me hagan efecto. Miro por un espacio de mi cortina que está abierta y veo que ya está de día... me angustia no saber si alcanzaré a reponerme y empezar a funcionar para todo lo que queda de esta semana. Hoy es feriado y solo tengo hoy para pararme de nuevo pues se viene un fin de semana movido con compromisos ineludibles. Más rato cuando despierte seguiré... les contaré si reviví de esta agonía o me estoy hundiendo en el fango... Ahora intentaré descansar para que Morfeo me lleve en sus brazos pronto. Hasta más rato.
Me desperté a las 4:30 de la tarde porque mi madre fue a ver si seguía viva y si pensaba despertar o seguir hasta mañana durmiendo. Lo habría hecho pero recordé que tenía que tomar mis pastillas del día y ya era muy tarde. Tomé lo que me quedaba del vaso de agua de la madrugada, busqué mis meds y me los tragué nuevamente. Ya mi amigo Jack había preguntado por mi y se había cuestionado si había arrancado... ¿¿Ven que siempre hay alguien a quien le toca sufrir mis episodios??? Pero no arranqué... no me siento tan terriblemente mal como creí que me sentiría al quedarme dormida esta mañana. Ya mis remedios hicieron efecto y esa odiosa sensación que tenía está desapareciendo... me siento mejor. Ya la vida no la veo tan terrible y además de querer a mi gato Sam y también a la Lupe... volví a quererlos a todos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario