Como ya les conté, mi psiquiatra me derivó a una psicóloga para que ella se hiciera cargo de mi terapia y él continuaría viendo el tema de mis medicamentos. Hace unas 3 semanas empecé a ir donde ella, fue raro ya que siempre fui donde mi querida Lucienne (recuerden que los nombres han sido modificados...), mi psicóloga de cabecera durante 7 u 8 años. Llegar ahí fue extraño. Empezar a contar tu vida del comienzo una vez más era poco entretenido. Pero como ahora venía con un diagnóstico distinto esa primera sesión no se hizo tan monótona, habían un millón de preguntas sin responder en mi cabeza. Obviamente, por enésima vez, casi al final de esa primera sesión con "Josephine" (así la llamaremos), terminé preguntando si de verdad era bipolar. Una vez más recibí respuesta afirmativa. Bueno, nada que hacer, se acabó la demanda por daños y perjuicios por error en el diagnóstico que tenía lista para presentar (aunque igual todavía no pierdo la esperanza de poder presentarla algún día, ja!).
Después de 3 sesiones ya los objetivos de la terapia están más claros: "Integremos como persona a la paciente y hagámosla producir". "Ya es hora que la hagamos que se comporte como la persona de 34 años que es. ¿Cómo iniciamos el proceso? La primera parte ya está hecha: que se tome los medicamentos. Luego viene la fórmula para mejorar la calidad de vida del paciente." Ahí me pregunto yo "¿¿Cuál sería la fórmula así por ser??" Algo así como "reinserción"... Bueno, lápiz y cuaderno a anotar: Tareas: 1ª Buscar alguna actividad en que ocuparme; 2ª Buscar trabajo; 3ª Partir a buscar las cosas que tengo en Sucupira; 4ª Finiquitar las pegas que tengo pendientes en la zona; 5ª Estudiar para el examen de grado; 6ª Salir fuera de la casa de mis padres (ésta será la última que pueda llevar acabo con éxito porque todo lo anterior es requisito para esto). La verdad es que todos estos objetivos no son nada muy distinto de lo que me han empujado a hacer mis terapeutas durante estos últimos 10 años. ...uuuffff, al menos en algo están de acuerdo.
Les contaré otro dato importante de mi vida. Resulta que soy la menor después de 3 hombres en mi familia. Gracias a eso mis padres han sido muy aprensivos conmigo a lo largo de mi vida, sobretodo mi padre. Hace 4 años salí de su casa de blanco rumbo a la iglesia y volví hace casi 3 meses pues hace 2 años me separé y mi plan de vida en el sur no resultó. Estoy cesante y sin medio peso en el bolsillo. Como bien sabrán, mi vuelta a esta casa ha tenido sus pros y sus contras. Obviamente en un principio era lo que tenía que hacer, recordemos que yo estaba mal y en ninguna otra parte iba a estar mejor. Los mejores cuidados los tendría aquí y así fue. Hasta aquí todo bien, el problema surge cuando ya es el momento de salir al mundo. Las aprehensiones excesivas de mi padre y los choques con mi madre aparecen. Si fuera por ellos ojalá yo me quedaré la vida entera en casa, donde sus ojos me vieran. Cuando llegué pensé que me iba a acostumbrar, que mi enfermedad era la que no soportaba los berrinches de mis padres y era por eso que yo exageraba su forma de ser. La verdad es que comenzaron a asomarse los primeros atisbos de cuidados excesivos de mi padre y ahí recordé por que no quería volverme del sur. Volví a sentir que no estaba tan loca cuando amé esa especie de "libertad" que me ha pasado la cuenta en algunos momentos de mi vida.
Le conté esta dinámica de mis padres a Josephine y de forma muy tajante me dice "¡Tienes que salir de ahí!" Fue ahí cuando le pregunté (pues me lo había empezado a creer): "¿¿¿Entonces no era parte de mi 'locura' el no querer venirme de Sucupira para no volver donde mis padres???" Y me contesta que no, que era normal que yo no me hubiese querido volver (esto en virtud de los antecedentes recopilados). Ufff, ESO, fue un alivio, significaba que no estaba tan loca como yo creía... Claro que el alivio me duró menos que un candy ya que surgió la siguiente interrogante: Si yo pensaba que era parte de mi "locura" el no querer volver y no lo era, ¿¿que queda para el resto de las vivencias que sigo creyendo fueron vividas por mi yo enfermo??? ¿¿Habrán sido normales también?? Bueno, creo que eso ya no importa, todo el mundo me dice que tengo que dejar de atormentarme por lo que ya pasó. (Por si acaso la palabra "locura" no me la autodigo en sentido literal por si acaso, lo aclaro porque una de mis amigas Sucupéntricas, Emilia, me retó porque sentía que me estaba autoagrediendo tratándome así).
La última sesión que tuve, partió preguntándome como había sido mi fin de semana. Le conté que que el viernes había salido con mis amigas "Sucupéntricas", con quienes lo había pasado increíble y nos habíamos reído mucho (bueno generalmente terminamos pelando a la especie masculina, no sé por qué el descontento hacia ellos crece con el tiempo). El resto del fin de semana lo había pasado en cama, no había salido ni a la esquina de la casa. La razón, no tenía ganas de hacer nada, me sentía plana (este sentimiento, sin que sea depresivo, se ha vuelto algo común últimamente) ... Bueno, lo peor era que me habían hecho 2 invitaciones de caracter social: el sábado en la noche a la casa de mi hermano (grupo de amigos en común) y el domingo al almuerzo, a un asado en la casa de mi amiga Mane. Josephine puso el grito en el cielo, no podía creer que yo no me hubiera levantado. Me dijo que mi vida no podía seguir así, que tenía que salir pues me estaba hundiendo en el hoyo. Me dió un gran sermón terapeutico y me dejó muy claro lo que tenía que hacer.
Bueno, ahora esa libertad que amo solo tendré que vivirla de manera más ordenada y para lograr ese objetivo me han dado tareas, solo tengo que "hacerlas" (siempre con medicamentos)... En fin, en este momento solo puedo decirles que solo una de las tareas he podido hacer (ha sido una experiencia bien chistosa) pero eso se los contaré en la siguiente "entrada" (como le dicen aquí en los blogs).
te quiero mucho y es una increible forma de empezar a amarte y aceptarte, veras como "todo lo bueno" no tarda en llegar. D.A.deP.
ResponderEliminarUf! recién empiezo a leerte y me he sentido muy identificada, yo soy amiga de una prima tuya quien me dio tu blog. También soy bipolar y me enteré en el 2006, yo ya estaba medicada, llevaba 8 años con tegretal y lo dejé... me fui al hoyo rotundo pero salí adelante como todas las otras veces. Más adelante te sigo contando.
ResponderEliminarMe bautizaré Crespa ya?