Hace unos días, conversando con mi amiga Mane acerca de los hombres, recordé un pasaje bastante maníaco-obsesivo de mi vida... ¡¡¡Siiiii...!!! Sherry Argov, la que escribió el Libro "Por qué los hombres aman a las cabronas" podrá decir que hubo alguien en esta tierra que trató obsesivamente de seguir todos, absolutamente tooooodos los consejos de su libro para atrapar a un hombre. Me bajó obsesivamente la necesidad de saber si efectivamente funcionaba. ¡¡Qué locura!! El problema fue que ¡¡encontré un conejillo de indias!! Lo peor: ¡¡que me gustaba mucho y quería atraparlo en mis garras como fuera!! Me puse realmente obsesiva. Podríamos decir que fue un pasaje tragi-chistoso de mi vida. No les niego que sufrí y escribiendo este capítulo puede que se abra una pequeña herida... pero es que si ustedes me hubieran visto... se habrían estrujado de la risa de mi y si hubieran analizado en profundidad mi comportamiento, con mi manual bajo el brazo, se habrían preocupado al punto de pensar en internarme en un psiquiatrico, jajajajaja.... Pero jamás se habrían dado cuenta que algo raro estaba ocurriendo conmigo pues todas mis obsesiones las hago parecer muy normales. Incluso hay quienes me siguen pues los convenzo de que eso que estoy haciendo es ¡¡efectivo!!! Y nadie se da cuenta que por dentro suuuuuufro como enferma cuando las cosas no salen como debe ser, nadie ve como la angustia me carcome si corroboro que hice algo mal. Ufffff... que manera de sufrir con mis "errores", pero ESO, no se lo contaba a nadie... era INDIGNO que alguien supiera que mi comportamiento se estaba basando en lo que decía un manual que pesaba ¡¡menos que una historieta de Condorito!!! ¡¡jajajaja...!!! Nunca pensé que iba a llegar a contar este pasaje de mi vida, pero lo haré, será divertido compartir un pedazo de él con ustedes.
Todo comenzó en diciembre del 2009. Llevaba 6 meses separada. Dentro de mi cabeza yo tenía metido que en algún momento de mi vida volvería con mi ex marido. Era mi escudo para protegerme de cualquier hombre que quisiera acercarse a mi con intenciones amorosas. No quería ni un "jote" revoloteando en mi vida. Los espantaba con el fantasma de mi ex de entradita. Una tarde de sábado, estaba yo almorzando en el Restobar "La Rotonda" y entra uno de mis primos con un amigo de él, me lo presenta y salen de inmediato. Lo encontré raro pero no lo vi como que él amigo me quisiera conocer o le haya pedido a mi primo que me presentara. Obviamente, después, hilando cabos, caché que algo así fue. Este personaje lo había visto una vez, creo, con otro amigo de mis primos pero nada más. Tomás fue el afortunado (o desafortunado, no lo sé, pobre) alias para sus amigos: Kuhl (jamás pude decirle así). Era de una ciudad cercana a Sucupira pero llevaba unos meses trabajando en el pueblo. La verdad es que en lo que llevaba en el lugar jamás lo había visto, era amigo de mis primos, del mismo grupo, pero no estaba en mis libros hasta que se presentó esa tarde. ¡¡¡Uyyyy!!!, vaya capítulo estoy desclasificando con esta obsesión, jajajajajajajaja!!!
Si no me equivoco, la noche siguiente que me lo presentaran, me quedé a cargo del Restobar de mi tía y primos, estaba lleno pues se venía el fin de semana largo del 8 de diciembre. Yo me encontraba detrás de la barra echando la talla con los conocidos y clientes hasta que este personaje, medio copeteado, se acercó envalentonado a conversar. Se instaló conmigo y la Queca, que era quien me acompañaba esa noche en la barra y no se movió más. Tipo 2 de la mañana decidimos cerrar el boliche y los echamos a todos, uno de ellos no hubo caso que se fuera. ¿Quien creen Uds.? Nuestro nuevo amigo borrachín simpaticón. Como era amigo de mis primos, no fuimos tan estrictas para echarlo además que nos cayó bien... al final terminó cerrando el "boliche" con nosotras y nos siguió. Salimos, él tomó su medio de transporte (la bicicleta) y la entró al restobar. Nosotras más colga'as que teléfono no entendimos cual era su plan. Hasta que descubrimos que "na'ita 'e tonto" su idea era instalarse en el asiento trasero de mi auto para acompañarme a dejar a la Queca a su casa y de pasadita llevarlo a él, el muy patu'o, a la suya (recordemos que Sucupira es un pueblo muy pequeño y, por ende, las distancias muuuuuy cortas y su bicicleta lo habría llevado perfectamente derechito y muy rápido a su casa, jajajajajaj). Pasamos a dejar a la Queca y luego la siguiente parada era su casa cercana a la plaza. La dejamos ahí y su inmediata acotación, jamás la olvidé pues creo que marcó la imagen que se hizo de mi para el resto de la vida. Su pregunta fue la siguiente: "¿Te puedo hacer una pregunta? ¿¿que hace una persona egresada de derecho, no titulada, haciendo la práctica, con este medio auto???" ¡¡¡CUECK!!! Mi padre me lo había dejado por un tiempo mientras viviera en Sucupira. Cuando le respondí eso imagínense la idea que se formó de mi... jamás logré que se la sacará de la cabeza, para él siempre fui: "la hijita de papá"... no hubo nada que lo hiciera cambiar de idea... una lástima.... Pero sigamos... Llegamos a la puerta de su casa y, ahí nos quedamos cerca de 2 horas conversando, nadie lo paró de hablar... yo le tuve que decir que al otro día tenía que salir temprano a Chiriwest por mi práctica, que me tenía que ir. La verdad yo no le di mucha bola esa noche, no me interesó nada. Era la segunda vez que lo veía y no me atrajo en absoluto, de hecho, para variar, para alejarlo de mi, me escudé una vez más en mi clásico "speech" del ex marido con el que volvería algún día. Lo que le decía a todos, que remataba con que en ese momento estaba viviendo algo que tenía que vivir y todo un "bla bla" que me había inventado para auto convencerme de que estaba viviendo un paréntesis de soltería. Bueno, luego de pararle la conversa me fui a mi casa tranquilamente, había sido una noche bastante amena, pero al otro día tenía cosas que hacer. Sabía que este nuevo personaje tenía algunas intenciones conmigo pero a mi no me había interesado ni para darle una segunda mirada.
Al día siguiente me fui a Chiriwest a hacer mis cosas, estábamos en diciembre, ya a fines de noviembre, como todos los años, estaba empezando a subir en mi curva eufórica, despacio, pues nada me estaba gatillando apretar el acelerador. En esa época era la reina de Facebook, pasaba todo el día metida en ese espacio virtual, y ello se lo había comentado a mi nuevo amigo Tomás la noche anterior. Recuerdo que en esa época con mi amiga Dominga, teníamos una granja virtual y nos dió la obsesión con ese juego facebookeano y ello también se lo había comentado. Ese día me encontré con una nueva solicitud de amistad, la que una vez aceptada pronto se convirtió en solicitud de vecino para mi granja virtual, fue muy chistoso. Ya, a esas alturas, al personaje lo encontraba divertido... yo echaba la talla (bromeaba) con mi primo Lucas de que su amigo se nos había "enamorisquiado" y tendríamos que ver qué haríamos con él, como nos lo sacábamos de encima porque a mi no me gustaba y yo ya estaba siendo demasiado irresistible para él, jajajajaj... Lucas lo único que hacía era estrujarse de la risa cuando me burlaba de su pobre amigo... Claro que por reirme de él, ASÍ de grande fue el escupitajo que me cayó del cielo cuando me empezó a gustar de verdad...
Fueron pasando los días, chateábamos por Facebook mientras yo estaba ocupada de mi práctica en Chiriwest,. Nos veíamos en Sucupira los fines de semana y así por unas 2 semanas. Hasta que de pronto, no me pregunten como, los chats empezaron a subir de tono... Fue muy raro como cambió el interruptor de mi cerebro porque a mi él no me atrajo desde el principio, fue de repente que ¡¡uuupppsss!!! algo pasó... siiiiii, el switch cambió, como si la necesidad hubiese tenido cara de hereje, el tono de las conversaciones subieron de tono y empecé a sentir maripositas, cosquillas y esas cosas en mi estómago... No sé si mi sequía de 6 meses tuvo algo que ver en estas nuevas sensaciones pero ¡¡¡me dejó de ser indiferente!!! Este personaje que nadie jamás se habría esperado que me gustara, ¡¡¡empezó a atraerme!!! Y BUEEEE... así comenzó todo... no puedo negarlo, este Kuhl fue el que me hizo disfrutar y sufrir a concho durante gran parte de mi estadía en Sucupira... Se preguntarán en que momento entra mi famoso manual de la cabrona... Ahora, desde que me empieza a gustar...
Como a las 3 semanas de haber notado su existencia, él me fue haciendo una serie de invitaciones: a tomar café a la playa (insólita), a comer a algún lado (yo no quería que nadie me viera saliendo con alguien porque estaba recién separada, me negué), de paseo a otro pueblo costero cercano (Peloti"y"ehue donde su mamá tiene casa), a comer a su casa, en fin... Hasta que un viernes acepté su invitación a comer a su casa. Ya las conversaciones por chat a esas alturas, como les había comentado, habían subido de tono, por lo tanto, era obvio a lo que iba si aceptaba esa invitación...
Él cocinó y se lució... Obvió, me tenía que impresionar. En esa época, yo no tomaba más que whisky, decía que cualquier otro trago me hacía mal (más adelante, olvidé esa regla y me lo tomé todo, claro que siempre teniendo como preferencia el whisky). Por eso, ni tonto, una vez terminada la comida, cuando le insinué mi gustó por ese destilado partió de inmediato a comprar una botellita de aquél. Ya se imaginaran en que terminó eso... Rica comida, compañía amena, música, conversaciones por chat subidas de tono y mi sequía... Exactamente, Uds. lo adivinaron. No me aguanté y quizás fui yo la que dió el primer beso (si, está bien, fui yo, lo reconozco, había pasado un poco de whisky bajo el río, jajajajaja...)... Lo pasé increíble, no me puedo quejar... Ahí comenzaron los mejores días y noches de lujuria y pasión que he tenido en mi vida (claro que no le demos todo el crédito al personaje, lo que pasa es que yo entré en fase maníca y la libido sube considerablemente en esas etapas lo que contribuye a que la cosa sea tan exageradamente explosiva)... Me fui casi de día de esa casa y esas "costumbres" yo no las tenía... En esa época, en Sucupira, vivía con mis tías en el caserón de veraneo que también le pertenece a mi madre. Yo tenía que ser discreta, no podían darse cuenta que llegaba a esa hora y quien sabe de donde... si bien tengo 34 años y, en aquella época 32, una "niña de casa" no hace esas cosas: llegar de amanecida ¡nunca! y menos en ese pueblo enano donde todos se conocen y ellas se consideran una "familia de bien", ja!
Al día siguiente, el sábado, con anterioridad a que pasara cualquier cosa entre Tomás y yo, teníamos planeado ir a Pelotiyehue por el día (no el de Condorito por eso está mal escrito, jajajajaja). Con los hechos consumados y como mujer "adulta" que era no me podía retractar. La diferencia ahora era que la estadía iba a ser con quedada a alojar... A la única que le conté lo que haría fue a mi tía Marie pues alguien debía saber por si algo me pasaba (recuerden que ella sabe más secretos míos que si tuviera un cura confesor). Fue un gran fin de semana. Si no hubiera sido porque me ex me llamó chorromil veces somo si hubiese olido algo extraño desde la lejanía, habría sido perfecto pues fue muy incómodo ya que nunca llamaba tanto.
Después de eso, cada vez me fue gustando más, eramos dinamita en la cama... JAMÁS había tenido esa experiencia sexual, éramos explosivos. Claro, como no lo íbamos a ser si yo entré en la manía misma de mi bipolaridad, con la líbido altísima, me podía mandar 4 o 5 al hilo (y tengo otra cualidad que no mencionaré porque hay varios lectores que me conocen y no quiero que me acosen, jajajajajaja). No me di cuenta como me fui involucrando. Pero ¿Que hice? ¿De qué forma lo "retendría" a mi lado?? Tenía que encontrar la forma y se me vino una "brillante" idea... Bajé de internet un libro que ya había ojeado alguna vez: La autora era Sherry Argov y el libro se llamaba: "Por qué los hombres aman a las cabronas". Aquí estaba la fórmula perfecta (según mi cabecita loca, jajajajajaja) ¡¡No lo podía dejar ir!! Para mi, vivir toda la vida con esa clase de "explosión", era no querer pedirle más a la vida, no quería más, ya estaba lista, jajajajajaja...
Antes de continuar haré un paréntesis necesario para entender esta obsesión. Previo a la relación con mi ex marido, la verdad es que no había tenido mucha suerte con mis otras parejas (claro uno siempre se acuerda cuando te dejan). Siempre fui y he sido MUY TORPE en lo que a relaciones amorosas se trata. No sé si me pongo tonta o la bipolaridad me juega en contra. Uso mucho mi cerebro (antes de caer en la "estupidez", jajajajajajaj...). Pienso cada paso que doy y cambió del cielo a la tierra con la persona, dejo de tratarla como a todos mis amigos. Evito quedar en evidencia, me pongo poco cariñosa, pues el trastorno bipolar te genera muchas inseguridades. El único que logró doblegarme y hacer que me mostrara tal cual soy, sin la razón de por medio, fue mi ex marido (por algo estuve en total 8 años con él). Bueno, eso era hasta antes de la estabilización, vamos a ver que me pasará de aquí en adelante ahora que ya me he pegado mis buenos porrazos y estoy medicada.
Bueno, cerrado este paréntesis sigamos con esta historia. Entonces ¿cual era el afán de encontrar la fórmula perfecta? Qué no ocurriera lo de siempre y que éste nuevo personaje no me dejara nunca. Bueno la fórmula que utilicé ya se imaginarán cual fue: la que Sherry Argov mostraba en su libro, esto es, SER CABRONA. Y ¿cómo aprendería a ser cabrona? Siguiendo cada uno de los pasos y consejos que ella señalaba en su manual. "ESO" NO PODÍA FALLAR. Si hacía todo lo que decía el manual, él no se iría de mi lado, él terminaría perdidamente enamorado de mi y todos felices comiendo perdices... ¡¡¡CUECK!!! ¡¡EEE - RRROORR!! Si bien el famoso libro te enseñaba a ser independiente y no una babosa, más allá de eso, tuve el grave problema de que terminó convirtiéndose en mi gran obsesión. Así como muchas cosas cuando estoy maníaca se convierten en eso, ésta fue otra clara y evidente obsesión. Así que si Uds. creen que el pobre personaje fue un conejillo de indias, parece que si, pero no puedo asegurar si el manual funciona o no, pues yo conjugué mi obsesión por seguir cada paso del manual al pie de la letra con mis arranques bipolares... Dos elementos completamente antagónicos entre sí, que juntos son inmanejables... Por eso, solo puedo decirles que al 100% no lo pude llevar a la práctica. Lo pasé pésimo tratando de hacerlo al callo... el no poder llevar a cabo en su totalidad algo que se convierte en una obsesión puede resultar nefasto para una obsesiva pues si las cosas no te resultan tal como lo establece el "patrón", la angustia se apodera de uno. Uno cree que todo se va el tacho de la basura y el Ravotril pasa a convertirse en tu mejor aliado para bajar la angustia que ello te produce.
Con la copia del manual en mi poder me eché una tarde en la cama a leerlo detenidamente. Fui subrayando cada frase que me parecía interesante aprender... trataba de ir entendiendo a cabalidad cada palabra que contenía aquel relato e identificando en que situaciones se tenían que poner en práctica. Cada punto y coma tenía un por qué y el significado de las palabras uno particular según su contexto y yo lo tenía que comprender. La autora hablaba de "principios de atracción", que en el manual que bajé de internet eran 100, 48 de los cuales se encontraban explicados y el resto solo nombrados. Me preocupé de analizar bien la introducción, o sea, entender bien QUÉ SIGNIFICABA ser CABRONA. Solo una vez bien entendido el concepto, en el sentido que ella le daba en el libro, fue posible para mi seguir con la lectura detenida de cada principio. Así fui leyendo cada uno de ellos, subrayándolos y, lo más importante, haciendo lo imposible por retenerlos para cuando llegara el momento de ponerlos en práctica. Cómo les explico que una de aquellas copias subrayadas, sucias con café o Coca light todavía la tengo en mi poder, que horror, jajajajajaja...!!! Cada vez que llegaba a la casa de un encuestro con Tomás, revisaba mi manual para ver si lo había hecho todo bien. ¡¡DEL TE-RROR!!
Bueno, así estuve durante 7 meses... vieviendo una linda relación... ¿amorosa? Nooooooooooooooo... ¡¡Sexual!! Algo habrá servido igual ese famoso manual, porque con la bipolaridad al rojo vivo no es para que alguien se quede con uno tantos meses... Viví ese período como una quinceañera haciendo maldades. Me escapaba de la casa, no llegaba a dormir, no me importaba nada, vivía la vida loca junto a este fogoso amante. El fin de esta historia fue super triste para mi... sufrí muchísimo (algo les conté en mi capítulo
"Realidades divididas"). El muy canalla me pateó por Facebook, jajajajajajajaja... y al poco tiempo apareció con una nueva polola (novia). Sufrí mucho por dentro, eso no lo sabía nadie, ni él, que tuvimos que seguir viéndonos porque trabajamos en el mismo lugar (en la Municipalidad) y teníamos el mismo grupo de amigos. Fui muy digna, aunque me moría por dentro. El manual me consolaba porque pensaba que él tenía miedo a enamorarse de una "cabrona" como yo y por eso me había dejado. Linda yo, tan inocente, jajajajajajaja...
Si bien, ya el tiempo pasó, en julio del 2010 se terminó esa "pseudo-relación" y mi último encuentro del tercer tipo con él fue a fines de marzo de este 2011 (ese día, mientras tocaba fondo mi depresión me prometí nunca más caer con él y lo hice, desaparecí de Sucupira), hasta el día de hoy lo recuerdo. No niego que a veces sueño con volver a verlo y sentirlo con la misma intensidad de aquel entonces. Él sigue con aquella chica por la que me cambió. Llevan más de un año juntos, quizás viven juntos, tengan planes de matrimonio y formar una familia, no lo sé... Pero dudo que piense alguna vez en mi como yo lo he hecho más de alguna vez... Sé que fui importante para él, no me quito méritos, pero mi bipolaridad y mi obsesión con la cabrona mató la relación que no alcanzó a tener nunca patas ni cabeza. Hoy reconozco y veo mis errores (aunque el pobre tiende a echarse la culpa). Fueron 7 meses muy apasionados, sobretodo los primeros 4 que fueron mi período de máxima euforia (carrete, alcohol, trasnoche, sexo, exceso de sociabilidad, irresponsabilidad, desorden, mucha energía, pocas horas de sueño, todos los síntomas de la manía). Pero solo fue eso... creo.
Igual siempre he sentido que aquí hubo algo inconcluso, que hubo miedo de por medio, cosas que no se dijeron y un puto manual que no me dejo ser yo y fluir y que arruinó algo que pudo ser lindo. Pero las cosas pasan por algo y para algo. Si yo no me hubiera mandado ese reventón y esa subida de líbido en Sucupira jamás me habría dado cuenta de mi mal. Jamás me habría tratado y sería otra bipolar más sin diagnóstico pasándolo pésimo. Tuve que sacrificar quizás un amor por encontrar mi enfermedad y una eventual cura ahora. ¿¿¿Valió la pena??? No lo sé... espero que el destino tenga algo mejor guardado para mi porque a veces sufro en silencio por eso que quedó atrás... por ese recuerdo de lo que pudo ser pero yo misma espanté... Dirán que no puedo echarme toda la culpa, pero créanme, soy bipolar y tipo I, de las más bipolares, imagínense como eran esas subidas y bajadas de ánimo, como lo trataba cuando me daban las pataletas, cómo obsesivamente ponía en práctica el manual de la cabrona... era del terror, para espantar al mundo... Si bien nunca he sido de las que persiguen a los hombres sino todo lo contrario, solo háganse una idea en su cabeza como fue la situación, los cambios repentinos: unos guiados racionalmente por un libro y otros por mi cabecita loca, uffffff... para agotar y confundir a cualquiera... En realidad o me tuvo harta paciencia, el manual ayudó harto o el sexo era muuuuuuuy bueno, jajajajajaja...